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SEAT cambió notablemente cuando entró en la órbita de Volkswagen. Ganó en calidad, ganó en capacidades técnicas y tecnológicas, en apoyo comercial, en imagen… SEAT nació de nuevo bajo el amparo de Volkswagen e incluso se aprovechó de aquello que no querían las marcas del grupo, como ocurrió con el SEAT Exeo, el que, posiblemente, sea el modelo menos valorado de cuantos ha puesto la firma española en circulación, a pesar de ser, claramente, un auténtico Audi A4 B6, pero “vestido” de SEAT.
Presentado en el salón de París del año 2008, el Exeo llegaba para cubrir un hueco que llevaba vacío en la gama SEAT desde hacía décadas. De hecho, el último modelo de la marca en el segmento D fue el SEAT 131, cuya comercialización se detuvo en 1984. Fue, para ser sinceros, un mal momento para un coche como este, en pleno inicio de una recesión económica que afectó a más de medio mundo que duró varios años, durante los cuales, se efectuaron toda clase de recortes, cambios de estrategia y sí, eliminación de productos poco fructuosos, como el Audi A4 camuflado como SEAT.
Esa característica, esa reutilización de todo lo referente al A4 B6 y B7, fue un losa que tuvo que soportar el SEAT Exeo. Merece la pena destacar que, aunque muchas marcas han recurrido a este tipo de acciones –Škoda tenía, por ejemplo, la primera generación del Superb, que no era otra cosa que la versión de chasis largo del Passat que se vendía en China–, la marca española recibió toda clase de críticas negativas, en algunas ocasiones de una dureza fuera de lugar, que no se veía en otros casos de la misma índole.
Pero las críticas no fueron el motivo de su colapso, sino la crisis reinante y que, en aquel momento, se dieron los primeros pasos hacia el apogeo del SUV y los usuarios empezaron a dar la espalda sin ningún rubor a los tradicionales sedanes. Una lástima, porque el SEAT Exeo era un automóvil de una calidad superlativa, pues, y esto es algo que no todo el mundo sabe, se traslada toda la línea de producción del A4 a Martorell, TODA LA LÍNEA DE PRODUCCIÓN, lo que permitió mantener los niveles de calidad de fabricación propios de la compañía alemana.
Estéticamente y en su habitáculo, dejaba clara su procedencia; paneles de las puertas, ventanillas, formas del capó, la línea de la trasera… los rasgos del Audi A4 se veían por doquier, aunque merece la pena destacar el buen trabajo que realizó el equipo de diseño de la marca de Martorell al otorgarle un frontal con una fuerte personalidad y una trasera en consonancia con los modelos que se tenían en aquel momento en el catálogo. En cuanto al habitáculo, se recurrió al salpicadero y a los paneles de puertas del Audi A4 Cabrio, más bonito, moderno y agradable a la vista –no era la primera vez que se compartía elementos con un Audi, la primera generación del SEAT León tenía el mismo interior del Audi A3 y el SEAT Ibiza K6 tomaba prestado el interior del Volkswagen Polo coetáneo–.
Cuando se comenzó a conocer los primeros rumores y los primeros datos del Exeo, la opinión generalizada fue la misma: llegaba tarde. El experimento fallido del Toledo –un Altea XL con un extraño tercer volumen– todavía pesaba en la mente de los fanáticos de la marca y su parentesco con el Audi A4 no aseguraba su éxito en el mercado, aunque las primeras cifras, con más de 22.000 unidades en el primer año, apuntaban a todo lo contrario. Pero fue un espejismo, ya que no tardaron en estancarse para, después, caer estrepitosamente.
Hoy, el SEAT Exeo resulta un coche raro de ver y son pocos los que recuerdan su existencia y su paso por el mercado, el cual, se acabó en 2012, aunque aguantó en las tiendas hasta 2013. Las versiones más comunes son, como cabe esperar, las equipadas con los motores TDI, sobre todo la variante de 120 CV, aunque también estaba disponible el 2.0 TDI con 140 CV que era, para ser sinceros, una de las opciones más interesantes de la gama. No obstante, el más deseable actualmente, es claramente el SEAT Exeo 2.0 TSi Sport, el más deportivo y potente de la gama.
Aquel Exeo 2.0 TSi Sport estaba animado por uno de los motores más capaces de Volkswagen, el dos litros turbo con 200 CV a 5.100 revoluciones y 280 Nm de par desde 1.800 revoluciones. Un propulsor que casaba como ningún otro con el talante del coche y que ofrecía unas prestaciones nada desdeñables, pues anuncaba una velocidad máxima de 241 km/h, un 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y un consumo en ciclo mixto de 7,7 litros.
Las pruebas de la época hablaban muy bien del Exeo Sport con 200 CV. Por ejemplo, Manuel Juliá, en una prueba publicada en la revista Coche Actual, decía que la característica del Exeo Sport era la neutralidad de reacciones, con un ligero subviraje cuando se exigía al máximo en carretera de montaña. Merece la pena recordar que, por aquellos años, Volkswagen buscaba imprimir un claro talante deportivo a SEAT, con el objetivo de crear algo así como una Alfa Romeo a la alemana, pero en el caso del Exeo Sport se pasó un poco con el tarado de suspensiones que, el periodista antes mencionado, afirmó que la suspensión era algo incómoda para el día a día por su dureza y por una llanta, de 18 pulgadas, considerada excesiva. ¿Qué opinará actualmente sobre la monta de llantas?
Posiblemente, el SEAT Exeo no sea nunca un clásico como lo es, sin lugar a dudas, el SEAT 131, ni siquiera en su versión Sport con 200 CV. Sin embargo, cualidades no le faltan y su poco interés entre los aficionados permitirán que los precios se mantengan en niveles aceptables. ¿Te parece una compra interesante?
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