El Grupo B de Rallyes fue una de esas locuras que sólo pasan una vez en la vida y que, precisamente por ser una locura y perder completamente el control, tuvo que ser arrancada de raíz como las malas hierbas. Sí, es una lástima que en lugar de poner en práctica otras soluciones, fuera anulado y borrado del mapa, pero ya sabemos como funciona la FIA y es mejor prohibir que cambiar. De hecho todavía siguen haciéndolo hoy día y ponen coto a todo aquello que corre más de la cuenta.
Dejemos estas cosas a un lado, que nos desviamos del tema principal. Así, por tanto, volviendo al inicio, los Grupo B se consideran actualmente como la era dorada de los rallyes por lo espectacular de las pruebas, de sus coches y por la abrumadora afluencia de público a los tramos. No se ha vuelto a vivir nada similar en las cuentas y con la tendencia actual, no lo veremos en mucho tiempo. Esto hace que los Grupo B aumenten todavía más su misticismo, aunque en el fondo eran máquinas que intentaban matar a sus ocupantes en cada cronometrada.
Artcurial sacó, junto al Audi quattro S1, otros seis Grupo B a subasta
Si en estos momentos no pidieran que nombráramos al coche del Grupo B más famoso de todos, seguramente diríamos que el Audi Sport quattro S1, uno de los coches más bestiales que se han visto en un tramo del Mundial de Rallyes y uno de los más potentes que, pilotado por Walter Röhl y copilotado por Wolf-Dieter Ihle, aupó a la firma de los aros hasta los anales de la historia. Este coche fue uno de los que hicieron de Audi la marca que hoy día es y también uno de los coches que convirtió el Grupo B en una leyenda del automovilismo.
Audi fue el primer fabricante en apostar por la tracción a las cuatro ruedas y por los motores turbo en los rallyes, dos soluciones que les valieron numerosas victorias he hicieron que los rivales tuvieran que adoptar las mismas armas para poder hacerles frente. También fue el primer coche del Grupo B que a base de anabolizantes en forma de alerones y desproporcionados ensanches, alcanzaron la imagen que se tiene actualmente de los Grupo B, aunque cabe recordar que dichos aditamentos aerodinámicos de su carrocería, absolutamente desproporcionados, fueron llegando junto con las actualizaciones y los aumentos de potencia.
Unas de las características más llamativas del Audi Sport quattro S1 es lo poco equilibrado de su silueta, sin contar claro está todos los añadidos para ensanchar, refrigerar y pegar el coche al suelo. Un efecto que tiene su origen en las modificaciones que realizó Audi para evolucionar el quattro original, que incluyó el acortamiento drástico de la distancia entre ejes, afectando al diseño general del coche, que pasó a ofrecer un aspecto poco equilibrado. Pero en el fondo, era le hacía algo más ágil y también permitió mejorar el reparto de pesos, mientras Porsche suministraba una nueva caja de cambios de doble embrague.
Tras la retirada de los Grupo B de rallyes, el Audi Sport quattro E2 coronó Pikes Peak en 1987 rompiendo el récord vigente, establecido por un Audi Sport quattro S1.
El misticismo del Audi Sport quattro del Grupo B es enorme, es uno de los coches más deseados y se puede apreciar claramente en la última subasta de Artcurial, donde un Audi Sport quattro ha sido el coche más caro de todo el lote que subastó con siete representantes del Grupo B: un Peugeot 206 T16 EVO2 , un Ford RS200, un Lancia Delta S4, un Lancia 037, un Renault 5 Maxi Turbo (ex Carlos Sainz) y un MG Metro 6R4 (ex Diddier Auriol). Es justo reconocer que el Peugeot fue el segundo coche más caro de todo el lote, pero muy por detrás.
En la subasta, el Audi superó por muy poco los dos millones de euros, mientras que el Peugeot apenas alcanzó los 970.000 euros. Y eso teniendo en cuenta que el Sport quattro subastado sólo tenía 1.000 kilómetros y apenas historial deportivo (solamente compitió en una Carrera de Campeones), lo que demuestra que no ha sufrido el calvario de un rallye real. Aunque si fue pilotado por nombres míticos como Bruno Saby, Ari Vatanen o Michèle Mouton.
En el caso del Renault 5 Maxi Turbo, el precio superó el medio millón de euros. Exactamente, el ganador de la subasta pagó cerca de 680.000 euros por esta unidad, realmente exclusiva por las pocas construidas.
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