A nadie se le escapa que el Citroën 2CV es un coche simpático, tanto por diseño como por sus peculiares andares, mientras que su historia o lo que significó para los usuarios y para la industria en general, ha quedado registrado en los libros de historia. Es, como se les suele llamar a estos coches, un “clásico popular” al que miles de aficionados le tienen un gran cariño y aprecio y por supuesto, nosotros no seremos quienes critiquen algo así.
No obstante, aunque el Citroën 2CV sea un coche importante y un gran clásico de colección, hay cosas que no acabamos de entender. Sobre todo, cuando encuentras que una casa de subastas europea, en este caso la francesa Aguttes, ha subastado un Citroën 2CV Charleston por 120.000 euros (más impuestos). Es, a todas luces, el Citroën “dos caballos” más caro del mundo y nos parece un tanto injustificado.
El Citroën 2CV es el quinto coche más fabricado de la historia, con un total de 5.118.889 unidades entre 1948 y 1990, de las cuales, 1.246.306 ejemplares corresponden al Citroën AZU, es decir, a la versión furgoneta, también conocida como “Citroneta” o Citroën AK350 y AK400. El AK350, ya que se menciona, tiene el honor de haber sido el primer Citroën fabricado en España (la factoría de Vigo se construyó para dar forma a la Citroneta en tierras españolas).
El Citroën 2CV es el quinto coche más fabricado de la historia, con más de cinco millones de unidades vendidas
De todas las versiones que hubo, que no fueron pocas, la última de todas fue el Charleston, cuya última unidad salió de la fábrica situada en Mangualde, Portugal, pintado en dos tonos de gris (gris Nocturne y gris Cormorán) el 27 de julio de 1990 a las 16,30h. De hecho, el Charleston iba a ser una edición especial de tirada limitada, pero acabó siendo parte de la gama, saliendo al mercado en 1989 y tomando como base de partida el 2CV Club.
Es decir, no estamos ante una versión especialmente rara del Citroën 2CV, es un Charleston del que se fabricaron más de las 8.000 unidades que se tenían planificadas. No es más potente, ni más rápido, ni está más equipado ni es una unidad única en el mundo. Este Citroën 2Cv Charlestone que Aguttes puso bajo el martillo, es especial porque sólo tiene 9 kilómetros en su marcador. Es un auténtico ”kilómetro cero” con más de 30 años. Ni siquiera tiene matrícula, porque nunca se realizó el trámite. Para que quede constancia de la rareza del coche, se ofrecía un certificado de registro de un vehículo nuevo de la época.
El Charleston subastado es un Delage rojo, una versión que se añadió a la gama cuando se pasó de edición limitada a una versión más del 2CV y es una unidad de 1990, una de las últimas unidades fabricadas.
La historia de esta unidad es curiosa, aunque relativamente común. El propietario de la unidad, que quiere ser discreto en cuanto a su identidad, creó una empresa en Estados Unidos para importar y vender modelos de Citroën. Tras eso, compró 30 de los últimos Citroën 2CV fabricados, de los que se vendieron 27 unidades, quedando tres unidades en poder del vendedor, entre las que estaba este 2CV Charleston.
Otra cosa a destacar es que ha sido conservado por un profesional, evitando sufrir las penurias del paso del tiempo y su estado es de revista. Incluso los líquidos y el aire de las ruedas son los originales de 1990.
Y tú, ¿pagarías hasta 120.000 euros por una unidad como este Citroën 2CV Charleston?
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