Desde el lanzamiento del Beetle hasta el Bus, el 411 y otros modelos de la marca, Volkswagen construyó todos sus coches a partir de motores refrigerados por aire dispuestos en el vano trasero del vehículo, un enfoque que reportaba importantes beneficios pero que, en 1970 quedaron obsoletos de cara al futuro, dado que los modernos automóviles precisaban de un enfoque diferente al que tradicionalmente diseñadores e ingenieros habían aplicado al automóvil, especialmente en materia de seguridad. Por eso, en octubre de aquel año, la compañía alemana presentaba un modelo que marcaría la pauta de sus futuras producciones durante décadas: el Volkswagen K70.
Curiosamente, podría calificarse al K70 como un modelo apócrifo de la marca, dado que su origen realmente procede de NSU, un pequeño fabricante alemán de automóviles que Volkswagen integro en su consorcio automovilístico apenas un año antes, en 1969. NSU (fabricante que logró el primer título de Coche del Año en Europa con el NSU Ro 80) , había decidido en 1965 el desarrollo de una nuevo vehículo con carrocerías sedán cuatro puertas y familiar o Station Wagon de 3, un vehículo que se posicionaría en la gama en un segmento inferior al del Ro 80 y que montaría una mecánica convencional de 4 cilindros en lugar de la complicada y compleja mecánica rotatoria Wankel que propició el éxito del Ro80. Ese cambio fue el que motivó que NSU denominara al proyecto bajo las siglas K70. Si en el Ro80, las siglas “Ro” hacían referencia al motor rotativo, en el K70 la “K” indica que se trata de un motor de pistones convencionales (Kolben en alemán significa pistón), mientras que 70 hacer referencia a la potencia del mismo expresada en CV (aunque realmente finalmente fue fijada en 69 CV).
El Volkswagen K70 significó un antes y un después en la historia de la marca alemana
El coche tenía su lanzamiento previsto para marzo de 1969, tras la que debería haber sido su presentación oficial en el Salón de Ginebra de aquel año, pero la rumorología desatada sobre la inminente compra de NSU por parte de Volkswagen no aconsejaban el lanzamiento de ningún nuevo producto al mercado, máxime cuando muchos directivos de VW mostraban en directo su preocupación por la semejanza del modelo con el por entonces aún reciente en el mercado Audi 100. Todo ello propició que miembros del personal de VW retirasen la noche anterior a su presentación del stand de NSU las unidades del K70 que iban a darse a conocer en Ginebra. A mediados de año, NSU pasaba a formar parte de Auto-Union/Audi, empresa adquirida por Volkswagen en 1964.
El K70 disponía de un diseño limpio y muy clásico, configurando una berlina cuatro puertas sedán con un motor de cuatro cilindros de 1.8 litros de capacidad y 69 CV de potencia refrigerado por agua que dispuesto longitudinalmente en el vano delantero justo sobre el diferencial entre las ruedas delanteras y levemente inclinado hacia la izquierda, mientras que tanto el embrague como la caja de cambios se posicionaban justo por detrás del diferencial. La mecánica transmitía a las ruedas del eje delantero la energía necesaria para accionarlas, . Como tantos otros fabricantes por aquel entonces, NSU apostaba decididamente por la tracción delantera en lugar de por la trasera por las innegables ventajas que en materia de seguridad en la conducción aportaba este tipo de tracción, pese a la menor transmisión de sensaciones deportivas que ello representaba.
Precisamente, una de las principales características del K70 era el notable incremento en materia tanto de seguridad pasiva como activa que el modelo representaba. Entre ellas cabría enumerar el habitáculo especialmente reforzado, con zonas de deformación programada tanto en la zona delantera como en la trasera del vehículo; o su depósito de combustible, situado en la parte trasera del coche en una zona especialmente protegida bajo el piso del maletero, justo por detrás de la segunda fila de asientos; o la especial preocupación que los ingenieros de la marca pusieron en definir la disposición de cinturones de seguridad para todas las plazas (salvo la central de la fila posterior) que al poco tiempo pasó a ser considerada como un estándar a partir del cual se han venido desarrollando los sucesivos estándares al respecto de estos elementos de seguridad.
Tras la integración de la marca en el consorcio automovilístico alemán, la decisión a tomar al respecto del K70 era más o menos fácil. Audi ya disponía en el mercado del nuevo Audi 100, que alcanzó pronto un importante éxito, pero la marca Volkswagen carecía por completo de un modelo nuevo que le permitiera reemplazar al fracasado Tipo4, cuyas ventas nunca respondieron a las expectativas que se había planteado la marca cuando lo lanzó al mercado para reemplazar el Tipo 1. El K70 significaba una importante oportunidad que la marca no podía desperdiciar.
Gracias a la tracción delantera y a la concepción más moderna que NSU había realizado del coche, los de Wolfsburg vieron las puertas abiertas para transformar prácticamente por completo su imagen en el mercado. Por ello, tras destruir por completo cualquier publicidad y elemento que permitiera asociar al K70 con la marca NSU. Volkswagen dio comienzo en agosto de 1970 a la producción del modelo en la factoría Volkswagen de Salzgitter y no en la de Neckarsulm, tradicional sede y centro productivo de NSU (ahora lo es de Audi). Eso sí, la versión familiar que estaba programada jamás llegaría a entrar en producción, dado que en Volkswagen consideraron entonces que iba a suponer un importante freno para las ventas del 411 Variant.
El K70 fue anunciado en su lanzamiento como “un nuevo Volkswagen, diferente a todos los demás fabricados hasta la fecha”. Y, aunque muchas de las características del coche fueron pioneras y abrieron el camino a muchas innovaciones posteriores, lo cierto es que su éxito comercial también fue escaso. Bajo ningún concepto se le puede calificar como un superventas, pero si es cierto que fue el modelo que sentó las futuras bases para que modelos como los Golf y Passat se abrieran camino y gozarán de un prolongado éxito que aún permanece en nuestros días.
50 años después, el K70 muestra un diseño que ha envejecido con cierta gracia y que se ha convertido en un clásico bastante apreciado por coleccionistas de todo el mundo.