Todos, o casi todos, conocemos la historia del Porsche 356, un automóvil creado por Ferry Porsche, fabricado a partir de 1949, tomando como base de partida el Volkswagen que había diseñado su padre. Pronto se convirtió en un coche muy deseado y se podía ver a muchos famosos de la época a los mandos de un Porsche. Hoy día es un objeto de culto y de colección, un clásico muy deseado por los fanáticos de la marca y eso que no es precisamente rápido. Al menos no para los estándares que tiene Porsche actualmente.
La producción del Porsche 356 comenzó, como hemos comentado, en 1949, en un aserradero austriaco, porque la planta que Porsche tenía en Zuffenhausen estaba ocupada por el ejército estadounidense. Lograron regresar a Alemania ese mismo año, en 1949, gracias a un acuerdo con la carrocera Reutter, quienes alquilaron a Porsche un almacén de poco más de 450 metros cuadrados en sus propias instalaciones y así, el primer Porsche 356 fabricado en Alemania salió de las instalaciones en 1950. Reutter también recibió el encargo de fabricar las carrocerías del 356.
Ese mismo año, en 1950, Porsche acudió al Salón del Automóvil de París, celebrado en octubre, durante el cual, se reunió con un tipo que influyó mucho en la industria del automóvil durante mucho tiempo: Max Hoffman. Este señor fue uno de los instigadores para la creación del Mercedes 300SL, del BMW 507 o del Porsche 356 Speedster, por poner unos ejemplos. Por aquel entonces, Hoffman era distribuidor oficial de Volkswagen y Jaguar en Estados Unidos y llegó a un acuerdo con Porsche para su distribución en tierras yankees. No se tardó mucho en comenzar con las importaciones de piezas y de los primeros coches.
Hoffman tampoco tardó en animar a Porsche para que evolucionara el 356 y se pusieron en marcha dos nuevos proyectos: el Porsche Type 540 America Roadster y el Porsche Type 530. Ambos basados en el 356.
Buscando la diversificación
Actualmente, Porsche tiene una gama de modelos de lo más variopinta, algo que pocos se habrían imaginado ver nunca. El Porsche Cayenne y el Porsche Macan son dos SUV, ambos con cinco puertas y usables como coche familiar si se desea. El Porsche Panamera es un sedán de representación, un coche de alto estándar que puede ser muy rápido, pero que sigue siendo una berlina de cinco puertas. Los Porsche 718 son los más “pequeños” de la gama, los escalones de acceso al mundo Porsche, que están acompañados por la parte de arriba por el incombustible Porsche 911. Y como colofón, el más especial de los especiales, el Porsche Taycan, un sedán eléctrico. ¿Alguién se lo habría imaginado hace 20 años?
Pues hubo alguien que se imaginó una gama muy completa de modelos Porsche: Max Hoffman. El Type 540 America Roadster era un modelo basado en el Porsche 356 que contaba con una carrocería especial, más ligera, para los clientes de Hoffman que querían competir. Sin embargo, el Porsche 530 es mucho más singular y mucho más, digamos, visionario. Era un Porsche 356 con la batalla alargada y un habitáculo para cinco ocupantes, que se tenía intención de ofrecer como coupé y como descapotable. La idea era permitir a Porsche ampliar sus segmentos de influencia y diversificar la gama en busca de más clientes lejos de los deportivos de pura raza.
Los primeros diseños del Porsche 530 con carrocería coupé estuvieron completados en 1951 y los descapotables en 1952. Se solicitó a Reutter que fabricara las carrocerías para los prototipos lo antes posible y la primera unidad, terminada en abril de 1952, se mandó a Estados Unidos para que Hoffman lo evaluara. Sin embargo, en cuestión de semanas el proyecto había sido cancelado y nunca llegó a producción, ni siquiera se fabricó la carrocería descapotable.
No se volvió a tratar la idea de un coche con cuatro plazas hasta 1959 y el único Porsche 530 desapareció, porque se empleó como base para el Porsche 754 T7.
Básicamente, era un Porsche 356 con más distancia entre ejes
Para la creación del Porsche Type 530, se suministró a Reutter un chasis rodante de 356 (número 12201), el cual, fue transformado por Reutter ampliando la batalla hasta los 2.400 milímetros (la original se queda en 2.100 milímetros), lo suficiente para ganar espacio y colocar una banqueta trasera para dos o tres ocupantes. También se reforzó el tren de rodaje, pues con el aumento en la distancia entre los ejes, también se aumentó el peso. Pero no solo aumentó el peso por eso, Reutter no tenía experiencia trabajando con aluminio ni las herramientas necesarias, así que la carrocería del Type 530 se hizo con acero.
Por eso, la suspensión era por barras de torsión transversales y brazos de arrastre con ejes oscilantes adicionales en la parte trasera, con amortiguadores telescópicos en las cuatro ruedas. Los frenos seguían siendo mediante tambores de 230 milímetros en todas las ruedas, con mando hidráulico y zapatas delanteras gemelas. Las llantas eran de acero prensado con 16 pulgadas de diámetro adornadas con tapacubos cromados.
El propulsor, colgado detrás del eje trasero, cambia según la fuente consultada. Al parecer, se habla de un motor experimental de un litro, pero parece más lógico que la marca montará uno de sus motores de producción. En aquellos años, estaba usando, concretamente, tres motores de cuatro cilindros boxer totalmente de aleación y refrigerados por aire para la gama del Porsche 356. Por un lado, estaba el 1.1 (tipo 369 con 1.086 centímetros cúbicos), que alimentado por dos carburadores Solex tendía 40 CV a 4.200 revoluciones. Por otro lado, estaba el motor de 1.3 litros (Tipo 506 con 1.286 centímetros cúbicos) que aumentaba la potencia hasta los 44 CV a 4.200 revoluciones. Como colofón final, el motor de 1.5 litros (Tipo 527 con 1.488 centímetros cúbicos) cuya potencia ya era de 60 CV a 5.000 revoluciones. El caso es que no se tiene constancia de cuál de ellos se empleó.
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