El Jaguar XK8 apareció en 1996 como una evolución del Jaguar XJS. Se pretendía que, aprovechando el dinero que llegaba desde Ford, se pudiera recuperar los aires de grandeza deportiva que Jaguar siempre había tenido. Además, el Jaguar XJS no tuvo el éxito esperado y era mejor dar un paso al frente.
Lo hicieron de una forma bastante rotunda, dando un fuerte golpe sobre la mesa y poniendo sobre el asfalto un automóvil que, a simple vista, logró una unánime opinión sobre su diseño, casi nadie quedó indiferente. Los británicos tienen un don especial para mezclar clase y deportividad y el Jaguar XK8 era la más pura esencia de esta idea, un coche con carisma propio.
Jaguar había pasado a ser controlada por Ford en 1989 y la compañía norteamericana tenía intención de rentabilizar su inversión. Fue una época de cambios para el felino inglés, viendo como se ponían en circulación nuevos modelos como el Jaguar S-Type, una nueva generación del Jaguar XJ y lo nunca visto, un sedán compacto basado en la plataforma del Ford Mondeo, el Jaguar X-Type.
En el otro lado de la balanza, la deportividad tenía que volver a la marca y Ford no se iba a andar por las ramas. Diseñaron un nuevo bloque V8, el primer motor de ocho cilindros de Jaguar, para meterlo bajo el capó de un elegante y refinado coupé que recuperara la esencia de los “viejos” Gran Turismo de la marca. Un automóvil que se inspiraba en el pasado de la marca, en los Jaguar XK120 o en los Jaguar E-Type.
Para dar vida al nuevo proyecto, se empleaba la plataforma del Jaguar XJS como punto de partida, pero se modificó en profundidad para lograr un mayor refinamiento y poder encajar con garantías el nuevo propulsor V8. Las suspensiones también eran similares en cuanto a esquema, pero gran parte de los elementos del tren de rodaje frontal eran nuevos. ¿Y qué decir del diseño? Actualmente se ha convertido en uno de los Jagua más buscados en el mercado de segunda mano y lo mejor de todo es que todavía no está considerado un coche clásico o de colección, está a punto de cumplir 25 años y pronto su cotización subirá.
Ford también quiso poner a Jaguar frente a lo más granado de Mercedes, que tenía en los SL uno de los principales rivales a batir. Por ello, el Jaguar XK8 contaría con una carrocería coupé y un elegante y refinado descapotable. Ambos contarían con el mismo propulsor V8 con 284 CV, que en 2002 pasaría a rendir 294 CV gracias a pequeñas mejoras adoptadas con el restyling que se llevó a cabo ese mismo año.
En 1998 hizo acto de aparición la versión más rápida del modelo, el Jaguar XKR. Tomando como base el mismo motor V8, se llevaron a cabo diversos cambios y se instaló un compresor volumétrico de tipo Eaton, pasando a ofrecer 370 CV, que llegaron a los 400 CV en el 2002. Siempre se combinaba con una caja de cambios automática, nunca hubo una transmisión manual.
Ahora es el momento de pensar en llevarse a casa un Jaguar JK8 o un Jaguar XKR. Los precios todavía no han subido y se pueden encontrar desde 8.000 euros, aunque las buenas unidades no bajan de 12.000 euros. En cuanto cumpla los 30 años, la valoración se disparará.