En noviembre de 1962, Ferrari comenzó a probar prototipos para el modelo 250P usando el chasis de un 246SP con una mayor distancia entre ejes y el famoso motor Testa Rossa. Como miembro de la categoría “Prototipo de Élite”, el 250P no necesitaba cumplir con las mismas regulaciones de homologación que la clase GT, que requería la construcción de 100 o más unidades. Los prototipos eran elegibles para ganar en las carreras de resistencia de la FIA como las ‘24 Horas de Daytona’, las ‘12 Horas de Sebring’, la ‘Spa 1000 Kilómetros’ y el abuelo de todas ellas, las ‘24 Horas de Le Mans’. En marzo de 1963, el 250P estaba listo para competir.
Las ‘12 Horas de Sebring’, donde los 250P piloteados por John Surtees/Lodovico Scarfiotti y Willy Mairesse/Nino Vaccarella/Lorenzo Bandini se colocaron primero y segundo, respectivamente. Estos magníficos automóviles ganarían en ese año las ‘24 Horas de Le Mans’ y la carrera de los ‘1.000 kilómetros de Nürburgring’. Carrozados por Fantuzzi, los primeros 250P utilizaron motores V-12 de 3.0 L que generaban 310 HP. Los 250P, tenían un peso neto de 760.2 kilos y podían desplazarse a una velocidad máxima de 289.6 km/h. Sólo cuatro 250P fueron construidos, y todos fueron corridos por la ‘Scuderia Ferrari’.
Durante la temporada de 1964, los 250P fueron actualizados con motores 275 y 330. El motor 275P era un V-12 (60º) de 3.286 CC con un diámetro y carrera de 77 x 59 mm y una relación de compresión de 9.7: 1, que utilizaba 6 carburadores DCN 38 Weber y generaba 320 HP a 7.700 rpm.
El 330P era básicamente el mismo 275P V-12 (60º) pero evolucionado, ofreciendo una cilindrada 3.967 CC, con un diámetro y carrera de 77 x 71 mm, una relación de compresión de 9.8: 1, y seis carburadores DCN 38 Weber, generando 370 HP a 7.300 rpm. Para detener toda esta potencia, le fueron montados frenos de disco Dunlop. El peso neto de esta bestia de color rojo era solamente de 755.2 kilos.
Un 275P conducido por Mike Parkes/Umberto Maglioli ganó las ‘12 Horas de Sebring’, y otro pilotado por Scarfiotti/Vaccarella terminó en segundo lugar, el tercer lugar fue para un 330P al mando de Surtees/Bandini.
En mayo de ese año, un 275P conducido por Scarfiotti/Vaccarella ganó los ‘1.000 kilómetros de Nürburgring’. Después, Vaccarella/Jean Guichet pilotando un 275P ganaron las ‘24 Horas de Le Mans’ de 1964, siendo esta la octava victoria de Ferrari en este emblemático circuito francés; y para completar, dos 330P se ubicaron en el segundo y tercer lugar, pilotados por Graham Hill/Jo Bonnier y Surtees/Bandini, respectivamente.
Con algunas variaciones se presentó un nuevo prototipo denominado 275P2 en 1965. Con éste, Ferrari trató de evitar el desafío presentado por la norteamericana Ford Motor Company, con su reluciente escudería “Shelby-American Inc.”, compuesta por los Ford GT40, decidida a destronar al ‘Cavallino Rampante’ en los grandes premios de las carreras de resistencia, como las ‘24 Horas de Le Mans’. Sólo distantemente relacionado con los 250P iniciales, la serie P2 había mejorado la aerodinámica, según lo visto en las pruebas intensivas realizadas en el túnel de viento.
Con una nueva cola y spoiler, así como un ajuste de carrocería más ancha y baja, le fueron reemplazados las llantas de aluminio de 6.0 pulgadas de ancho en la parte delantera y los de 7.5 pulgadas de ancho en la parte trasera por llantas de magnesio de 8.0 pulgadas adelante y 9.0 pulgadas en la parte posterior. La utilización de llantas más anchas fue solo posible debido a la espectacular revolución de los neumáticos de carreras que estaba en marcha en ese momento. Lo más importante, los 275P2 ahora usaban una carrocería semi-monocasco muy liviana y lucían el nuevo motor de cuatro levas. Se trataba de un motor V-12 de 3.3 L que ahora generaba 350 HP a 8.500 rpm y el motor V-12 de 4.0 L del 330P2 generaba 410 HP a 8.200 rpm. Un motor de 4.4 litros más grande pero menos afinado que generaba 380 HP a 7.300 rpm, le fue montado a los autos de la serie 365P2.
En las ‘24 Horas de Le Mans’ de 1965, un par de Ferrari 250 ML llegaron primero y segundo en manos de pilotos corsarios (ajenos a la ‘Scuderia Ferrari’), y sólo uno de los otros cinco Ferrari en competencia (tres de la ‘Scuderia Ferrari’ y dos corsarios) terminó la carrera, se trató de un Ferrari 365 del equipo ‘North American Racing Team’, ganando su clase “Prototipos de 4.001 CC a 5.000 CC, al llegar séptimo en la general. Aunque no tuvieron éxito en las ‘24 Horas de Le Mans’, un 275P2 ganó el ‘Circuito de los 1.000 Kilómetros de Monza’ y la ‘Targa Florio’; un 330P2 ganó la carrera de los ‘1.000 Kilómetros de Nürburgring’, y un 365P2 ganó el ‘Circuito de Reims’, aunque este último no era válido para el campeonato mundial.
Con relación a la serie 330P3, Ferrari siguió su práctica de evolución gradual, fabricando este nuevo coche sobre la experiencia del modelo anterior. El motor V-12 de 4.0 L, incrementó su potencia en 10 CV adicionales, generando 420 CV a 8.200 rpm. Un sistema de inyección de combustible de marca Lucas, fue instalado por primera vez en un Ferrari de competición; también el P3 recibió una caja manual de cinco velocidades ZF, y frenos de disco ventilados en las cuatro ruedas, fabricados por Girling, es de anotar que los discos posteriores se montaron en el lado interior de las ruedas traseras.
Este 330P3, tenía un peso neto de 880 kilos, lo que le daba un excelente rendimiento, sin embargo, el increíblemente hermoso 330P3, resultó muy poco confiable y fue superado por el monstruo de Ford, el súper-aerodinámico GT40 Mark II, con su enorme motor V-8 de 7.0 L, cuyas prestaciones en velocidad y potencia superaron ampliamente a los Ferrari en las ‘24 Horas de Le Mans’. Victorioso en las ‘12 Horas de Sebring’ y en las ‘24 Horas de Le Mans’, Ford ganó el título mundial de los fabricantes 1966, y Porsche venció a Ferrari en el campeonato mundial de prototipos.
1967, fue el último año en que los prototipos de gran calibre se hacían presentes en un Campeonato Mundial de Fabricantes. Ese año, Ford presentó el GT40 Mark IV con un nuevo motor V-8 de 7.0 L, que venía con mejoras sustanciales versus el motor V-8 de 7.0 L del GT40 Mark II, ganador de las ‘24 Horas de Le Mans’, el año inmediatamente anterior. Ferrari, empequeñecido por los enormes recursos de Ford, se hizo presente en el Campeonato Mundial con el 330P4, posiblemente el Ferrari más hermoso jamás construido.
El P4 era una delicada evolución del 330P3 del diseñador Piero Drogo. Continuó usando el motor V-12 de 4.0 L y cuatro levas, pero esta vez funcionaba con tres válvulas por cilindro en vez de dos, y los frenos de disco traseros se movieron a la parte exterior de las ruedas. La caja de cambios ZF fue sustituida por una transmisión interna. Con la inyección de combustible mejorada de Lucas, el motor de 330P4 ahora producía 450 HP a 8.000 rpm, y la velocidad máxima que podía alcanzar era de 320 km/h. La variante 412P fue una versión de la P4, destinada a los pilotos corsarios y por lo general siempre llegaban atrás de los 330P4 de la ‘Scuderia Ferrari’.
La temporada comenzó muy bien para los 330P4 cuando dos de ellos pertenecientes a la ‘Scuderia Ferrari’ llegaron en primero y segundo lugar en las ‘24 Horas de Daytona’ y un 412P del equipo de carreras norteamericano “N.A.R.T.”, terminó en el tercer lugar. El terminar esta carrera con tres autos Ferrari ocupando las tres primeras posiciones en suelo estadounidense, fue la respuesta de Enzo Ferrari, a lo sucedido en 1966 durante las ‘24 Horas de Le Mans’ cuando Ford y sus GT40 se hicieron con la victoria, ocupando los tres primeros puestos.
Sin embargo, en las ’24 Horas de Le Mans de 1967, la única carrera en la que los equipos de fábrica de Ferrari y de Ford se enfrentaron, el Ford Mark IV venció al 330P4 sacándole cuatro vueltas de ventaja. A pesar de haber sido golpeado nuevamente por Ford en las ‘24 Horas de Le Mans’, Enzo supo reponerse con sendas victorias en las ‘24 Horas de Daytona’ y en el ‘Circuito de Monza’, un segundo lugar en Le Mans y Brands Hatch, y un tercer lugar en la legendaria carrera belga ‘Spa-Francorchamps’, siendo suficiente para que el 330P4 lograra lo que Enzo Ferrari pretendía hacer: ganar duodécimo Campeonato Mundial de Fabricantes.
De los tres 330P4 fabricados, sólo uno permanece en su estado original. Los otros dos sufrieron los rigores de la reingeniería para convertirlos en autos capaces de competir los circuitos Can-Am, aunque ninguno de los dos fue verdaderamente exitoso en esta categoría. El Ferrari 330P4 que sigue en su estado original es considerado como uno de los coches más valiosos del mundo.
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Artículo extraído del Blog del Obelisco Classic Car Club Cali Colombia “OCCCCC”
Historiador Francisco Mejía-Azcárate
Cali, Colombia, Sur América