Bentley continúa con los preparativos del Continental GT3 Pikes Peak con el que intentará el próximo 27 de junio alcanzar el triunfo en la meta de la competición de Montaña más exigente y famosa del planeta.
Desde la última información que publicamos al respecto, el equipo de Bentley que participará con el Continental GT3 Pikes Peak en la prueba ha realizado ya tres nuevas sesiones de pruebas dinámicas tras haber completado el desarrollo del nuevo motor de combustible de origen renovable con el cual va a afrontar la prueba.
El Bentley Continental GT3 Pikes Peak correrá el 27 de junio en la competición de Montaña más exigente y famosa del planeta
Bentley alineará en la salida el modelo de carretera más extremo de cuantos ha construido la marca de lujo británica. Un vehículo que, pese a su radical aspecto exterior, está previsto que facilite el camino para que la marca se convierta en una empresa líder mundial en materia de movilidad de lujo sostenible. Dentro de su actual estrategia Beyond 100 y en paralelo con el programa de electrificación de sus gamas que le llevará a ofrecer su primer vehículo completamente eléctrico a partir de 2025, Bentley también sigue investigando y desarrollando otros caminos en paralelo para alcanzar una movilidad completamente sostenibles antes de finales de la presente década. Junto con el programa de electrificación de sus gamas, los ingenieros y maestros artesanos de la marca en Crewe también se han planteado como objetivo ofrecer vehículos impulsados por motores alimentados mediante combustibles renovables.
Así, en su nueva participación en la Subida al Pikes Peak el próximo 27, el Continental GT3 Pikes Peak funcionará con combustible renovable. Con la línea de salida a 2834 metros sobre el nivel del mar, el curso de la prueba llevará a la berlina británica a asciende a 4297 metros, donde el aire es un tercio menos denso que al nivel del mar. Para ello, el nuevo Continental GT3 Pikes Peak presenta en este nuevo asalto a la cima importantes modificaciones en su paquete aerodinámico, su chasis y su motor, hasta el punto de que las mismas le convierten en la iteración más extrema de un Continental GT, o de cualquier otro automóvil de carretera jamás producido por Bentley.
El nuevo propulsor, basado en la versión ya probada en competición del motor V8 biturbo 4.0 litros que Bentley monta en algunos de sus vehículos destinados al uso en la carretera, ha sido completamente reelaborado para generar más de 750 CV y 1.000 Nm a nivel del mar para las pruebas. Esto significa que, durante la ascensión, el motor funcionará con una potencia aún mayor. Para alcanzar esos nuevos niveles de rendimiento durante la carrera y convertir la presión de sobrealimentación adicional (más de 2,2 bar) en potencia, los ingenieros y maestros artesanos de la marca han introducido nuevos pistones y bielas, a fin de poder manejar la relación de presión dinámica aumentada que el nuevo motor produce. Así, el colector de admisión, elaborado por completo en fibra de carbono, es ahora más grueso y, por la misma razón, su construcción se ha reforzado en comparación con el componente estándar que habitualmente se monta en su lugar. Los colectores de escape también son nuevos y exclusivos para este modelo. Han sido elaborados por el especialista Akrapovic con tecnologías de impresión 3D mediante sinterización láser y con materiales de elevada resistencia y ligereza como el Inconel. Al otro extremo, sus tubos nos conducen hasta los turbocompresores de mayor tamaño que se han montado en esta nueva edición del Continental GT3 Pikes Peak, y durante el trayecto nos encontraremos las nuevas compuertas de descarga externas que permiten ventilar los escapes acortando su recorrido a través de los tubos screamer que aparecen justo tras los pasos de rueda delanteros.
Para funcionar, el nuevo motor recurre a la energía que le proporciona un nuevo combustible de 98 RON de competición, el cual está elaborado a partir de una mezcla especialmente seleccionada de biocombustibles avanzados que fueron diseñados específicamente para su uso en el automovilismo de competición. Bentley considera que este nuevo combustible puede ser un importante trampolín tecnológico hacia la consecución de un eFuel creado de manera completamente sostenible que permita incluso alcanzar una reducción de gases de efecto invernadero de hasta el 85 por ciento en los vehículos de producción en serie para la carretera.
El nuevo motor de alto rendimiento impone exigencias adicionales al sistema de refrigeración. Para su uso en la subida al Pikes Peak, el equipo de ingeniería ha desarrollado un sistema de refrigeración secundario que se instala en la parte trasera del coche. Las tomas de aire reemplazan las ventanas traseras y canalizan el aire a través de un radiador secundario que sale a través de nuevos conductos de ventilación abiertos en la tapa del maletero. El sistema funciona a través de una bomba de agua secundaria específica para esta función.
Para manejar las elevadas cargas de par que el motor aporta y el Continental GT3 PP precisa para la subida, los ingenieros de Bentley han recurrido al uso de la caja de cambios estándar que la marca utiliza en sus coches de competición, aunque el diámetro del eje de transmisión trasero se ha incrementado para dotarle de una mayor durabilidad y resistencia. Al igual que en el motor, la caja de la transmisión también cuenta con un lubricante específicamente desarrollado para la ocasión por Mobil1, suministrador igualmente del aceite de alto rendimiento que utiliza el potente V8.
El revirado recorrido que lleva a la cima requiere de un chasis resistente y rígido que aguante como el coche se retuerce al afrontar cara curva del recorrido. Por ello, ha sido especialmente configurado y ajustado para adaptarse a la naturaleza específica del Pikes Pikes. Igualmente, tanto en el eje delantero como en el trasero del Continental, tanto la convergencia como la caída de las ruedas se han reducido significativamente respecto a la configuración estándar del GT3, a fin de aportar un mayor rendimiento del coche especialmente en las curvas más lentas.
Las suspensiones también fueron objeto de mejoras. Se han instalado los resortes helicoidales y las barras estabilizadoras más suaves de la gama de Bentley, con el fin de facilitar que el coche deslice mejor y permitir así maximizar las transferencias de peso de un eje al otro a la hora de efectuar las frenadas. Para manejar el fuerte aumento de las cargas que se producirán al tener que buscar el máximo rendimiento del coche durante la ascensión, los ingenieros también han mejorado la refrigeración de los frenos mediante la adopción de un nuevo sistema hidráulico que evite su sobrecalentamiento y con ello, evite su posible pérdida de eficacia dado el elevado número de curvas que hay que afrontar en tan corto recorrido.
En cuanto a las modificaciones aerodinámicas efectuadas, con ellas se ha logrado un incremento del 30 por ciento en cuanto a la carga aerodinámica que el vehículo es capaz de generar circulando al nivel del mar, al tiempo que permiten mantener un óptimo equilibrio aerodinámico delantero / trasero en el caso del modelo estándar que se ha validado durante las primeras sesiones de pruebas en pista.
El nuevo Continental GT3 Pikes Peak cuenta en su parte trasera con el alerón más grande jamás instalado en un Bentley. Domina por completo la zaga del coche. Está dispuesto por encima del nuevo difusor trasero altamente eficiente que rodea la caja de cambios del transeje. Para mantener el equilibrio aerodinámico de adelante hacia atrás, ambos dispositivos se combinan con un paquete aerodinámico integral en la parte delantera del vehículo que comprende un divisor frontal de dos planos flanqueado por planos de inmersión separados. La mayoría de estas piezas se han fabricado utilizando filamentos de nailon de carbono alineados uno a uno para mejorar la resistencia final de la pieza y utilizando para ello nuevos prototipos rápidos y técnicas de fabricación aditiva en la fábrica de Bentley en Crewe.
Tras los éxitos alcanzados en 2018 y 2019, donde Bentley logró batir el récord de la prueba en las categorías de SUV de producción en serie y de vehículos de producción, el fabricante aspira a retomar el camino de la victoria tras el parón producido en 2020 en la mítica prueba norteamericana a causa de la pandemia.
Bentley apuesta por alcanzar la triple corona de récords de Pikes Peak, si es que el Continental GT3 Pikes Peak se alzara con un nuevo récord en la categoría Time Attack 1, que poder agregar a los conseguidos en las anteriores ediciones, aunque para conocer la solución, habrá que esperar al próximo 27 de junio.
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