Tras revitalizar y rentabilizar con notable éxito Lamborghini, a finales de 2017 Stephan Winkelmman llega a la presidencia de Bugatti. Pocos meses después, del Atelier de Molsheim surge el proyecto del primer modelo de la marca desarrollado íntegramente en el siglo XXI: el Bugatti Divo. Hoy, apenas tres años después, el proyecto llega a su fin con la entrega de la última unidad del mismo a un cliente europeo.
Tan solo se han producido 40 unidades del híperdeportivo con el cual la marca de lujo francesa revivía su vieja y exitosa tradición de carrocero: “Leí mucho al respecto, eché un vistazo a las icónicas carrocerías producidas por la marca en las décadas de los años 20 y 30 del pasado siglo y comencé a preguntarme si podríamos trasladar este excelente activo de la marca a la era moderna de la compañía”, comenta Stephan Winkelmann. Tras aquella reflexión, la marca de lujo habló con clientes y concesionarios para testar sus opiniones y conocer a fondo el terreno que pisaba antes de dar comienzo al desarrollo del proyecto, informaciones que resultaron ser muy positivas y que fueron el germen del inicio de los trabajos, pues quedó claro que Bugatti estaba abriendo una puerta de notable interés para su negocio.
Los diseñadores e ingenieros de Bugatti trabajaban en el desarrollo del Divo, un nuevo proyecto creado para atraer a los clientes más selectos del Chiron 2
Y así fue. Poco tiempo después los diseñadores e ingenieros de Bugatti trabajaban en el desarrollo del Divo, un nuevo proyecto creado para atraer a los clientes más selectos del Chiron 2, a los que se les fue mostrando y vendiendo en discretas reuniones individuales durante la primavera de 2018. “Al ver el Divo por primera vez, los comentarios de todos los clientes a título individual fueron extremadamente positivos” recuerda Hendrick Malinowski, director de ventas y operaciones en Bugatti. “Las 40 unidades previstas para la serie se vendieron en apenas unas semanas tras celebrarse la cita con el primer cliente —confirma Malinowski— mucho antes de que el Divo fuera presentado oficialmente en el Concours d’Elegance de Peeble Beach en 2018”. Con un precio de partida de cinco millones de euros, el Divo era, por aquel entonces, el Bugatti más caro y exclusivo de la gama.
Desde principios de los años 20 en el pasado siglo, por iniciativa del propio fundador de la marca, Ettore Bugatti, la marca de lujo francesa mantiene una larga trayectoria como productor de carrocerías elaboradas a partir de sus propios modelos de producción. Ettore quería que sus vehículos, además de técnicamente perfectos también fueran estéticamente impecables. Y mientras Ettore se ciñó a una estética de formas tradicionales, su hijo Jean se volcó en desarrollar sus propias ideas dando lugar a verdaderas obras maestras inspiradas no sólo en la industria automotriz, también en las tendencias artísticas del momento: art decó, dadaísmo, expresionismo,…
Así, poco tiempo antes de que los Bugatti gozarán de éxito y prestigio por sus éxitos en las carreras, los modelos de la marca francesa ya acaparaban la atención y buena parte de la demanda por su agilidad y comodidad de conducción, pero también y sobre todo por las inusuales y elegantes formas que aportaban sus carrocerías. Las distintas versiones carrozadas del Type 57, el Galibier, el Atalante o el SC Atlantic son buena muestra de como aquellos icónicos diseños de la marca han resistido el paso del tiempo y siguen mostrando su atractivo cada vez que se anuncia su presencia en un evento.
Bugatti se ha mantenido fiel a ese espíritu y, aun hoy, sus modelos carrozados van un paso más allá que aquellos de los cuales derivan. Mientras que la gran mayoría de los carrozados buscan simplemente adaptarse a un chasis y a una tecnología disponibles previamente, los modelos de este tipo que salen por las puertas del Atelier de Molsheim además de únicos y excepcionales (están acabados y terminados al gusto personal de cada cliente) aportan numerosos cambios y desarrollos tecnológicos que modifican por completo los existentes previamente y que refuerzan aún más ese carácter personal y único de cada unidad del modelo.
Así, el resultado es un modelo completamente nuevo que cuenta con su propio comportamiento dinámico y de conducción. “Además de un diseño único, los clientes que compran un modelo carrozado disfrutan de una nueva experiencia de conducción individual”, comenta Pierre Rommelfanger, director de desarrollo general de vehículos de Bugatti, quien afirma que “cada pequeña serie experimenta el mismo grado de desarrollo que una serie de producción más grande”.
El Divo aporta un nuevo diseño, visual y técnicamente muy diferente al del Chiron, con un aspecto aún más plano y deportivo gracias a la nueva línea lateral cuyo diseño es más aerodinámico e incluye nuevas tomas de aire adicionales en distintas zonas del vehículo. En el frontal, las ópticas incorporan proyectores de tecnología LED con luces diurnas tipo boomerang. En la trasera, dominada por una compleja luminaria 3D que forma parte de la parrilla trasera, el difusor adopta una posición más elevada que en el Chiron 2, aumentando así la sensación de amplitud y anchura del conjunto de la zaga.
Los ingenieros de Bugatti han trabajado para mejorar tanto el chasis como las características de manejo del vehículo, prestando especial atención a la agilidad de la dirección y a la dinámica del coche en los pasos por curva, y logrando con todo ello que el Divo tenga un carácter especial y único que le diferencia claramente del Chiron en su comportamiento sobre el asfalto. Bajo la cubierta del vano motor se esconde el ya habitual e icónico motor W16 de 8.0 litros de capacidad habitual en los últimos modelos de la marca que en esta ocasión entrega 1.500 CV de potencia, cuya respiración se garantiza a través de la llamativa toma camuflada en el conducto NACA de baja resistencia dispuesto en el techo con una aleta central.
Ninguno de los 40 Divos construidos es idéntico. Muchos de los clientes de Divo optaron por una producción única, eligiendo los propios colores y materiales, como la pintura, el cuero y las costuras. Cada cliente contribuye y participa en la elaboración de su propio vehículo con sus propias ideas de diseño y manteniendo un estrecho contacto con los maestros artesanos de Bugatti durante todo el proceso de producción del mismo. El resultado, es un coche totalmente hecho a medida, de acuerdo con la tradición de construcción de carrocerías de Bugatti.
De hecho, el propietario del último Divo que acaba de ser entragado ha demostrado tener un agudo sentido de la tradición: el color primario empleado en su acabado es el original Bugatti EB 110 LM Blue, que recuerda al del último coche de carreras oficial que Bugatti empleó en Le Mans, mientras que el color Blue Carbon que se utiliza como contrastante subraya la exclusividad de la unidad al tiempo que forja un vínculo con la edad moderna de la marca. En el interior, el cliente finalmente se decantó por utilizar en sus acabados los colores French Racing Blue y Deep Blue, así como por introducir distintos elementos elaborados en carbono gris mate. Una combinación que refleja tanto la tradición de los diseños y realizaciones históricos de la marca como los más actuales que atraviesan la puerta del atelier de Molsheim.
El modelo cuya producción ahora termina lleva el nombre del piloto de carreras francés Albert Divo, quien obtuvo una serie de importantes victorias para Bugatti durante un período de 20 años, incluidas seis carreras de Grand Prix y dos veces en la Targa Florio. En honor a él y a la sede en Molsheim, la bandera francesa adorna los guardabarros delanteros izquierdo y derecho de todos los Divo de la serie.
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