Jaguar no está en su mejor momento. Las ventas son muy bajas, casi un 66% menos comparado con su mejor registro, que data de 2018. De hecho, hay datos que muestran todavía mejor su caída en barrena, pues en 2022 alcanzaron unas ventas un 40% menores que en 2020, un año aciago para todos por la pandemia. Su importancia en el mercado es casi nula, y la reputación de la marca está en entredicho por las constantes averías que sufren sus coches y lo que todavía es peor, TATA Motors, su actual propietario, reconoció que no tenía previsto invertir ni un solo euro más en la marca.
De todas formas, aunque las ventas no hagan más que caer y a pesar de que TATA Motos ha dicho que no invertirá un solo euro en Jaguar Land Rover, en realidad, la marca anunció que 2025 será el año de su renacimiento, que estará marcado por la electricidad y los SUV. Jaguar fabricará únicamente coches eléctricos a partir de 2025 y atrás quedará, tanto esta oscura etapa de su historia, pero también modelos míticos como el Jaguar E-Type –que la propia marca transforma en eléctrico–, el Jaguar D-Type, o más cercanos en el tiempo, el Jaguar XJ220 o el brutal Jaguar XJR-15.
El pasado de Jaguar está plagado de coches deportivos, con diseño puramente británico, pero muy pasionales. Sin ir más lejos, la fama de la marca procede precisamente de ahí, de la competición y de sus muchas victorias. Es cierto que pasó por la Fórmula 1 sin éxito, aunque en GT si ha logrado algún reconocimiento y ahora, en la Fórmula E, parecen hacer un buen papel. Sin embargo, donde más presencia y victorias ha tenido la firma británica, ha sido en el Mundial de Resistencia, principalmente en las 24 Horas de Le Mans. De ahí procede, precisamente, el antes mencionado XJR-15, de Le Mans.
Pero no es, como en otras ocasiones, un coche de homologación, el Jaguar XJR-15 nació directamente como coche de calle, como uno de esos “hipercoches” que ofrecen ahora algunas marcas. El XJR-15 es algo así como un F50 o un Porsche Carrera GT de Jaguar aunque más radical en su planteamiento, un automóvil que reunía todo lo aprendido en competición y lo ponía al alcance de un puñado de usuarios con muchísimo dinero. Además, en el desarrollo participó la gente de Tom Walkinshaw Racing, más conocidos como TWR.
La llegada del Jaguar XJR-15 se anunció el 15 de noviembre de 1990 y la presentación oficial se llevó cabo en Silverstone a comienzos de 1991. Era casi un calco del Jaguar XJR-9LM que ganó las 24 Horas de Le Mans de 1988, aunque con un diseño algo menos radical, gracias a Tony Soutchgate y Peter Stevens, quienes luego dieron forma al McLaren F1. Por supuesto, toda la carrocería se fabrica con fibra de carbono y todas sus formas responden a necesidades aerodinámicas.
El chasis, el motor, las suspensiones… todo procede del XJR-9LM, pero adaptado, ligeramente, para poder circular por vías públicas. Por ejemplo, se mejoró el acceso al habitáculo y se mejoró el espacio disponible en este ensanchando 75 milímetros y ampliando la altura en 40 milímetros. Mantenía las dos plazas, pero eran fijas, integradas en la misma estructura y por supuesto, no tenía ningún tipo de insonorización o aislamiento térmico.
Por detrás del habitáculo, un V12 de 5.993 centímetros cúbicos daba vida al XJR-15. Era atmosférico y rendía 450 CV, encargados de mover solamente 1.050 kilos mediante un cambio manual de cinco relaciones. No es de extrañar que completara el 0 a 100 km/h en 3,9 segundos y que superara los 300 km/h. Tampoco es de extrañar su rendimiento, pues Cosworth se encargó de cosas como el cigüeñal, las bielas y los pitones. La inyección corría a cargo de un sistema secuencial Zytec.
Solo se fabricaron 53 unidades de este coche, pero no fueron las únicas. En TWR, como amantes de los coches de altas prestaciones que son, creyeron que era buena idea ir un poco más allá y desarrollaron el Jaguar XJR-15 LM, una versión que montaba un enorme V12 de 7,4 litros con 700 CV y una carrocería con aerodinámica de carreras. Solo se hicieron cinco unidades que fueron a parar a Japón y poco se sabe de su paradero.
Todo lo aprendido con el Jaguar XJR-15, sirvió para dar forma al Jaguar XJ220, aunque luego hubiera que abandona el propulsor V12 que, en un principio, daría vida al espectacular coupé británico.
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