Jaguar es una de las marcas británicas más conocidas por sus deportivos de lujo y sus elegantes diseños. Sin embargo, Jaguar es una marca que nació a raíz de una reinvención forzada. Hoy conoceremos la historia de SS Cars Limited, la marca original que acabaría siendo Jaguar y hablaremos del momento y del motivo por el que se tuvo que producir dicha reinvención ¡Arrancamos!
SS CARS LIMITED. LA SEMILLA DE JAGUAR
La historia de Jaguar comenzó en el Reino Unido del período de entreguerras. La empresa que más tarde se convertiría en Jaguar empezó con el nombre de SS Cars Ltd. Fue fundada en 1933 por William Lyons y William Walmsley en Blackpool.

Williams Lyons en Blackpool a bordo de una Harley-Davidson en 1920. Uno de los futuros fundadores de SS Cars y de Jaguar
Originalmente, la compañía se dedicaba a producir automóviles deportivos ligeros bajo la marca SS, con modelos que combinaban elegancia, rendimiento y precios relativamente accesibles para los clientes de la época. Walmsley aportaba su experiencia en carrocerías y fabricación artesanal, mientras que Lyons tenía un ojo excepcional para el diseño y la comercialización. Existe todavía un debate acerca del significado real de las iniciales S.S., ya que según Sir John Black, de Standard-Triumph, afirmaba que esas iniciales se correspondían con Standard Swallow, aunque esto no está confirmado de manera oficial.
Lo que sí podemos afirmar con total seguridad, es que los primeros coches de SS Cars fueron principalmente roadsters y biplazas ligeros, inspirados en los deportivos europeos de la época. Equipaban carrocerías de aluminio sobre chasis de acero y motores de cuatro cilindros provenientes de Austin o Standard. El SS1, introducido en 1931 y continuado bajo SS Cars tras su fundación en 1933, representaba el equilibrio entre rendimiento, estética y asequibilidad que definiría la filosofía de la marca en el futuro.
EL CRECIMIENTO DE SS CARS. TRASLADO DE SEDE Y CREACIÓN DEL SS100
El crecimiento de SS Cars se consolidó a mediados de los años treinta. Para 1935, la compañía había trasladado su sede a Coventry, un centro histórico de la industria automotriz británica, y había ampliado su catálogo con modelos más potentes y lujosos como el SS100, que debutó en 1936.
Este modelo, equipado con motores de seis y ocho cilindros, combinaba diseño aerodinámico, chasis robusto y acabados artesanales, y se convirtió en un icono del automovilismo británico. El SS100 ofrecía un rendimiento superior al de muchos coches contemporáneos, alcanzando velocidades cercanas a los 180 km/h, convirtiéndolo en un referente para los futuros Jaguar deportivos.
UNA REFUNDACIÓN FORZADA
Sin embargo, la historia de SS Cars estuvo marcada por un desafío inesperado y completamente ajeno a ellos: la connotación negativa de las siglas «SS» tras el auge del Partido Nazi en Alemania, que adoptó las mismas letras como símbolo. Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, la dirección de la compañía decidió que el nombre SS Cars ya no era apropiado ni comercialmente viable, especialmente para los mercados internacionales que se convertirían en esenciales para la supervivencia y crecimiento de la empresa. La decisión de cambiar el nombre fue, por tanto, el inicio de una nueva era. En 1945, William Lyons decidió renombrar la compañía como Jaguar Cars Limited. La elección del nombre se inspiró en el animal, símbolo de velocidad, elegancia y poder, características que se reflejaban en los coches de la marca y que lo sigue haciendo en la actualidad.
En la posguerra, Jaguar se concentró en producir coches de lujo y deportivos de alto rendimiento que pudieran competir internacionalmente. Uno de los primeros modelos bajo la nueva marca fue el Jaguar Mark V, introducido en 1948, seguido por los icónicos Jaguar XK120, XK140 y XK150. Estos modelos heredaron la filosofía de diseño de SS Cars: carrocerías elegantes, líneas aerodinámicas, construcción artesanal y motores potentes.
El cambio de nombre también coincidió con la expansión de Jaguar hacia mercados clave como Estados Unidos y Australia. Durante los años 50, la compañía ganó reconocimiento mundial gracias a su éxito en competiciones automovilísticas, especialmente en carreras de resistencia como las 24 Horas de Le Mans, donde los Jaguar C-Type y D-Type lograron victorias memorables.

Jaguar C-Type con el que la marca logró sus dos primeras victorias en Le Mans en 1951 y 1953. También el coche que introdujo la tecnología de los frenos de disco
Además de deportivos, Jaguar diversificó su producción con sedanes de lujo, empezando con el Mark VII en 1951, un coche de lujo completo que combinaba confort, tecnología y estilo británico refinado.
En definitiva, la transición de SS Cars a Jaguar fue un proceso estratégico que combinó necesidad comercial, oportunidad de mercado y visión de marca. Lo que comenzó como una pequeña empresa británica de roadsters se transformó en un fabricante de automóviles de lujo con proyección internacional.





