El 15 de diciembre se cumplieron los primeros 20 años desde que el Audi Museum Mobile abriera sus puertas por primera vez al público. Y esta misma fecha ha sido la elegida por la marca de los cuatro aros para incorporar nada menos que 35 nuevos modelos históricos de la marca a la imponente colección de clásicos que en ella reúnen, así como otros importantes cambios en cuanto a la estructura de la exposición se refiere.
En adelante, la importante historia de Audi AG en el mundo de la competición brillará con luz propia en el “paternóster”, una imponente estructura habilitada en el museo donde se podrán contemplar, a excepción de los míticos “Flechas de Plata” que se mantendrán en su tradicional ubicación en la tercera planta del museo, todos los modelos y tecnologías que desde 1960 han convertido a la marca en una de las grandes protagonistas del automovilismo deportivo y la competición. Una nueva fórmula que permitirá contemplar sobre las plataformas giratorias que permanentemente acompañan a los visitantes del museo durante su visita a los cuatro pisos de que consta la exposición hasta 14 coches (antes únicamente 5) Audi ganadores de grandes y míticas pruebas, entre los que se encuentran modelos tan representativos como los Audi A4 ganador del DTM 2007, el prototipo Audi Le Mans R8 LMP de 2002, el Audi A4 STW de 1996, un Audi Rally quattro Grupo 4 de 1980, el Audi Sport quattro Rally Grupo B de 1985, el brutal NSU 1300 TT “Jägermeister” de 1975, o el DKW F11/64 de 1963.
El Audi Museum Mobile se inauguró el 15 de diciembre del año 2000
Al cambiar su ubicación, los modelos deportivos anteriormente expuestos en la segunda planta del museo han dado paso a nuevas zonas de exposición en las que los visitantes podrán contemplar a modelos tan emblemáticos de la marca como los iconos del diseño, el Audi TT Coupé o el legendario Audi A2, o el Audi A8 con el que la marca retornaba al segmento superior del mercado. O los Audi RS4 y Audi Cabrio, con el prestigioso motor cinco cilindros de la marca, que representan en buena medida la elevada deportividad de Audi como fabricante. También está presente el Audi Allroad quattro del 2001, modelo que anticipó el éxito de nuevas fórmulas en la automoción como son los modelos SUV.
Pensando en la movilidad del futuro, uno de los modelos que enriquecen la exposición permanente del museo es sin duda el Audi Duo III, prototipo de movilidad eléctrica realizado por Audi en la década de los años 90 del pasado siglo.
La mecánica, la técnica y sus avances tecnológicos, otro de los grandes valores de la marca alemana, también tienen su espacio en el museo. Tres de los numerosos motores especiales desarrollados por los ingenieros de Audi tienen su propio espacio destacado en el museo. Así, una copia totalmente funcional de la primera innovación de August Horch, el motor de funcionamiento suave ideado por el ingeniero alemán en 1901 se expone en la sección de los modelos de preguerra del piso superior. En la segunda planta del museo, se puede contemplar el motor DKW dos tiempos de dos cilindros en línea desarrollado en los años 50, junto con el motor rotativo NSU Wankel de 1968, como principales piezas del conjunto de motores de todas las épocas que allí se exponen seccionados para un mejor conocimiento de su funcionamiento.
Tras 20 años de presencia continuada en la exposición, hay modelos que desaparecen de la misma para recibir una puesta a punto y mejorar su conservación. Momento que es aprovechado para dar paso a otros de valor histórico equivalente que también merecen ser conocidos por los aficionados que visitan la muestra. Así, el primer modelo alemán con motor de ocho cilindros, el Horch 303 de 1927 abandona su tradicional espacio para habilitar sitio al Horch 305 de 1928 y su espectacular carrocería Landaulett, una de las pocas unidades de su clase que aun existen.
Otro de los nuevos modelos es el Audi Front Roadster de 1936, del que únicamente perviven dos unidades, y que fue completamente restaurado hace un par de años por los ingenieros y maestros artesanos de Audi Tradition. Se expondrá junto con otros dos modelos de preguerra, el Horch 930 S, modelo de aerodinámica configuración que Auto Unión presentó en la exposición de automóviles de Berlín, y el DKW F9 del año 1940. Ambos modelos vieron truncada su producción por el estallido de la segunda guerra mundial, pero lograron sobrevivir al conflicto y mantenerse en buen estado hasta llegar a ser expuestos en el museo.
Finalmente, uno de los modelos más emblemáticos que se ponen por primera vez a la vista de los visitantes del museo será el DKW Munga de 1956 que Auto Union produjo por encargo y financiado por las fuerzas armadas alemanas hace 65 años y gracias al cual la empresa con sede en Ingolstadt pudo supervivir en tiempos de postguerra. Sin él, muy probablemente la historia de Audi AG no habría sido posible y el museo estaría mucho menos poblado de atractivos modelos de los que hoy se muestran en él.
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El Museo Audi se encuentra en la ciudad alemana de Ingolstadt