Rm Sothebys saca a subasta este próximo jueves día 27, una unidad del icónico Mercedes 300 SL Gullwing, el “alas de gaviota”. Un modelo por el que espera recibir entre 6 a 8 millones de euros, el equivalente a cuatro o cinco veces el valor de cualquier otra unidad semejante. ¿Qué es lo que hace tan especial a este coche?.
Tras el éxito alcanzado por el Mercedes 300 SL de competición, en 1953 Mercedes inicia la producción en serie de su modelo más icónico, el 300 SL Gulwing, conocido poularmente tanto como el “alas de gaviota”, por la peculiar imagen que proporciona la vista frontal del modelo con las puertas abiertas en vertical, o también, el “Widowmaker”, (fabricante de viudas), dado el elevado número de conductores del modelo que fallecieron a su volante tras estrellarse con él.
Fritz Nallinger, jefe de ingeniería de Mercedes Benz, fue quien propuso la producción de las 1.371 unidades primigenias dirigidas al mundo de la competición, unidades a partir de las cuales se desarrollaron en 1955 y en 1966 otras 29 unidades adicionales (24 en 1955 y 6 en 1966) dotadas de una característica muy especial que las hace realmente únicas y las eleva en cuanto a su precio de cara a los coleccionistas y amantes de los modelos vintage.
El Gullwing rápidamente cautivó al público y convirtió al modelo alemán en uno de los deportivos más apreciados de la historia, hasta convertirlo en el Mejor Deportivo del Siglo XX según distintas clasificaciones elaboradas por numerosos expertos. Su aerodinámico diseño está claramente inspirado en el del Porsche LeMans Coupé de 1951, pero lo que realmente resultó llamativo fueron tanto la peculiar forma de sus puertas laterales como la forma vertical de apertura de las mismas en su configuración coupé.
El MB 300 SL Gullwing tenía que hacer frente en la competición a importantes deportivos de la época, tanto británicos (Aston Martin DB3S) como italianos (Ferrari 750 Monza, Ferrari 250 GT, Maserati A6GCS,…), razón por la cual Nallinger pensó en realizar una serie de cambios en el modelo que contribuyeran a aligerar su peso notoriamente para poder hacerlo más rápido que sus rivales.
Se espera recibir entre 6 a 8 millones de euros, el equivalente a cuatro o cinco veces el valor, por el Mercedes 300 SL Gullwing, “alas de gaviota”
Dicho y hecho, Nallinger produjo 29 unidades bajo una muy especial configuración en la que empleó como principal materia una aleación de extrema ligereza para la época, el aluminio, para elaborar los principales paneles de su carrocería. Carrocería que se soldaría a los elementos del bastidor que, a su vez habían sido revestidos con el mismo material para reforzar las necesarias soldaduras, dado que las uniones de aluminio con acero resultan especialmente críticas y se deterioran con el tiempo en los puntos de montaje donde ambos materiales se juntan.
De igual manera, toda la superficie acristalada del habitáculo, a excepción del parabrisas delantero, fueron reemplazadas por planchas de metacrilato en pro de incrementar la tan buscada reducción de peso. En total, estas soluciones representaron un ahorro de 209 libras (unos 95 kilos), que sumados a los conseguidos con la supresión de otros elementos del coche permitieron dotar al 300 SL de una gran ligereza, gracias a la cual se convirtió en uno de los dominadores del panorama deportivo a mediados de la década de los años 50 y principios de los 60 del pasado siglo. Las unidades producidas bajo estas condiciones reciben el sobrenombre “Alloy” (aleación) en su denominación, en referencia al aluminio que emplea para aligerar el peso de su carrocería.
De las unidades que se produjeron en total del Mercedes Benz 300 SL Gullwing, 13 fueron ordenadas por el agente oficial de Mercedes Benz en Casablanca, Josep F. Weckerlé correspondiendo una de ellas a la citada serie “Alloy”.
Esta unidad es la que ahora sale a subasta. Salió de las líneas de producción de la marca de la estrella el 27 de mayo de 1955 y Weckerle la recepcionó apenas dos semanas más tarde. Esta unidad fue la única que llegó a África del modelo y su coste entonces era aproximadamente unos 5.000 marcos alemanes más que el de las unidades ordinarias del deportivo alemán.
Weckerle mantuvo el coche hasta 1962, cuando se lo vendió a Mercer D.Helms, un norteamericano de Montgomery (Alabama, EE.UU), quien en 1975 lo traspasaría a Jack F. Bryan Jr, un millonario tejano que envía el coche de inmediato al Gullwing Service Company, en Topsfield, por aquel entonces el taller de restauración de 300 L más especializado del mundo y, posteriormente, a las instalaciones de Paul Russel & Co en Essex (Massachussets, EE.UU) para realizar una completa y exhaustiva restauración del modelo tanto a nivel de carrocería como de sus distintos componentes mecánicos. Un proceso que está completamente detallado en un álbum de fotos y tras el cual, en 1979, el coche queda como recién salido de la cadena de montaje de Mercedes Benz.
Un proceso que conllevó una factura de 45.000 dólares de la época, el equivalente a unos 172.000 dólares actuales, unos 152.000 euros al cambio) y tras el cual, en 1980, el coche recibió un premio al “Mejor Ala de Gaviota” en la reunión nacional del Gullwing Group de aquel año.
En 1982, Hyatt Cheek, presidente del Gullwing Group y de Mercedes Benz California adquiere el cochey lo utiliza en numerosas ocasiones como imagen en los eventos a los que acude como en representación del citado club de propietarios de unidades del Gullwing hasta que tres décadas más tarde, en 2014, el Alloy fue nuevamente puesto a la venta y adquirido por su actual propietario, quien ahora lo saca subasta en Phoenix (Arizona, EE.UU.) tras haberlo guardado celosamente como la pieza central de su colección durante estos últimos 30 años.
A día de hoy, sólo colecciones muy exclusivas disponen de unidades de este modelo en su catálogo, con un valor estimado por lo general entre los 2 y 3 millones de euros. Sin embargo, por todas estas diferencias en su producción, y por su excelente estado de mantenimiento y conservación, el valor que se le atribuye desde la propia casa de subastas que lo saca a la puja (RM Sothebys) este próximo jueves día 27 de enero, se calcula que se situará entre los 6 y los 8 millones de euros.
A unidad del Gullwing Alloy que sale a subasta conserva tanto el motor NSL como su carrocería de aleación originales, lo que le convierte en uno de los pocos, por no decir el único que se conoce, que mantiene actualmente esta configuración original. También cuenta con el acabado original con el que salió de fábrica, su carrocería terminada en color Silver Grey Metálico (DB180) y la tapicería y guarnecidos originales de su interior, elaborados con tela de gabardina azul y vinilos en el mismo color. Por tener, tiene incluso las maletas originales SL para trasladar el equipaje realizadas en exclusiva para el modelo. Cuenta igualmente con un equipo de radio Becker, protectores laterales y las llantas Rudge de montaje central que se ofrecían de serie con el coche.
Que el coche conserve a día de hoy su carrocería intacta no deja de ser bastante insólito, pues por lo general es bastante común encontrar numerosos daños en su carrocería de aluminio dada la extrema delgadez del material empleado en su chapa y el elevado deterioro que se produce en los puntos de montaje donde el aluminio se encuentra con el acero de los elementos del bastidor. Por lo general, todas las unidades del Alloy existentes muestran daños en estos elementos, cosa que no sucede con la que ahora sale a subasta, dado que en su día se restauraron convenientemente y se prepararon a conciencia para evitarlas. Según la casa de subastas en la carrocería del SL Alloy Gullwing a la venta, únicamente se aprecian algunas reparaciones de tipo menor causadas por el estrés del aluminio en el vano motor.
Este sigue siendo el NSL de alto rendimiento original, un monoarbol de levas seis cilindros de 3.0 litros de capacidad y 250 CV de potencia, una cifra realmente elevada para su época. Cuenta con una única válvula de mariposa y su distribuidor de combustible fue especialmente recalibrado para favorecer un mejor rendimiento.
Las suspensiones mantienen igualmente el esquema original, con resortes y amortiguadores exclusivos para el modelo y un eje trasero 3.42 a fin de facilitar un mejor manejo del mismo a alta velocidad. Esto resulta especialmente importante, especialmente si tenemos en cuenta uno de sus apelativos, “Widowmaker” (el hacedor de viudas) dadas las dificultades que en su día tuvo disponer de una configuración de rendimiento tan potente con un peso tan ligero, que favorecía que sus conductores alcanzaran elevadas velocidades con él, lo que les ocasionó numerosos accidentes.
Con el 300 SL Gullwing Alloy, Mercedes Benz alcanzó la gloria en numerosas competiciones de su época. Distintas unidades del modelo se hicieron con el triunfo en pruebas tan representativas de la época como las 24 horas de Le Mans, la Carrera Panamericana, las Mille Migila italianas, la popular carrera por aquel entonces Liége-Roma-Liége o distintos campeonatos como los SCCA o el European Rally Championship.
Y es que, no cabría esperar menos de un coche que además ha sido designado como el Mejor Deportivo del pasado siglo en la industria del automóvil en distintas clasificaciones realizadas tanto por profesionales del sector del automóvil, como por periodistas especializados y aficionados al mundo del motor.
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