Abarth, aunque actualmente no tenga la imagen que tuvo antaño, nació como nacen los grandes: para competir. Los coches de calle vinieron después. De hecho, antes de pasar a los coches de calle, Abarth se especializó en el suministro de sistemas de admisión y escape para modelos de FIAT, con los que se ganaban algo de potencia y prestaciones. Se hicieron muy famosos por sus kit para los modelos italianos.
Con el tiempo, Abarth acabó dando vida a sus propios coches, algunos aptos para las vías públicas y otras para competición, pero mayormente con base FIAT. Existe un modelo con base Porsche, pero es la excepción que confirma la regla. Además, por lo general, sus trabajos siempre contaban con la colaboración “artística” de Zagato.
La lista de modelos que Abarth fabricó es relativamente amplia, pero siempre fueron series cortas, pocas unidades que han hecho que sus primeros modelos sean objetos de colección. No es extraño ver como algunos automóviles de Abarth, como el 1000 TC, superan los 80.000 euros e incluso los 100.000 euros.
El Abarth 750 Record Monza conmemora los éxitos de Carlo en el circuito italiano
El Abarth 1000 TC se basaba en el FIAT 600, nuestro querido SEAT 600. Este modelo era muy empleado por Carlo Abarth para sus trabajos, en ocasiones, llegando al extremo de cambiarle la carrocería completa o crear automóviles totalmente nuevos sobre el pequeño “pelotilla”. El FIAT 600 sirvió para crear los mejores deportivos de Abarth y el primero de todos con carrocería Zagato, uno de los más apreciados, apareció en 1956.
Se trata del Abarth 750, el cual tuvo varias versiones diferentes pero siempre sobre chasis del FIAT 600 sin apenas modificaciones, pero con nuevas suspensiones y frenos delanteros más potentes. El motor pasa de los 633 centímetros cúbicos a 747 centímetros cúbicos, reemplazando o modificando los demás componentes. La potencia pasaba de 23 CV a 4.000 rpm a 44 CV a 6.000 rpm.
El modelo fue evolucionando y llegó a montar culata con doble árbol de levas en cabeza, que permitió ganar otros 3 CV y mejor respuesta del motor a altar revoluciones. A estas versiones se las conoce como “bialbero” y muchos contaron con carrocería de Zagato, que era 40 kilos más ligera, que fueron directos a competir. Con el Abarth 750 Zagato se logró acabar 1º, 2º y 3º en la Mille Miglia y sirvió para conmemorar los récord que Karlo Abarth había conseguido en Monza.
Abarth, antes de ser fabricante fue piloto. Consiguió ganar cinco veces seguidas el Campeonato Europeo de Motociclismo, batir al Orient Express por 20 minutos y batió 15 récords mundiales en el circuito de Monza.
El coche que conmemora los logros de Monza es el Abarth 750 Record Monza, que toma su base de partida del 750 Zagato pero recibía varias modificaciones. La carrocería buscaba mejorar la aerodinámica, el techo, de doble burbuja como mandan los cánones estéticos de Zagato, era más bajo y también más rígido. Los faros, con el objetivo de colaborar en la mejora de la aerodinámica, tenían una cubierta de plexiglás y el motor pasaba a ser estar revisado por Colombo, quien modificó los árboles de levas y la alimentación (carburadores más grandes).
Para lograr la homologación, se fabricaron 100 Abarth 750 Record Monza y ganó las 12 Horas de Sebring, la Targa Florio y la Mille Miglia. No obstante, la producción del motor era más lenta que la del resto del coche y algunas de las primeras unidades del 750 Record Monza usaron propulsores con distribución por varillas y balancines.