El ASA 1000 GT nació para ser un Ferrari o eso es lo que siempre se dice. ¿No sabes que coche es el ASA 1000 GT? ASA son las iniciales de Autoconstruzioni Scoieta per Azioni, una compañía que fue fundada en la década de los 60, para dar vida al coche que nos ocupa. Un proyecto que nació en Maranello, nada menos que en la cabeza de Enzo Ferrari, aunque cueste creerlo.
Todo empezó con un pequeño motor de 850 centímetros cúbicos con una potencia específica de 90 CV litros, desarrollado en 1959 y por orden del propio Ferrari, un propulsor que acabó montando en un FIAT 1200 que usaba como coche personal. El motor, aunque se usaba diariamente, no dejó de evolucionar y dos años después había alcanzado los 1.000 centímetros cúbicos y rendía 90 CV. Pero este motor no se montó en el FIAT de Enzo, se dejó para un coche específico.
Fue nuevamente Enzo Ferrari quien ordenó “vestir” este motor, otorgándole un esqueleto diseñado por Bizzarrini y un cuerpo diseñado por Bertone, quien recibió el encargo confidencialmente. ¿Por qué Enzo Ferrari pensó en un coche pequeño y con motor de cuatro cilindros? Sabemos perfectamente, que Ferrari siempre pensó en motores de 12 cilindros y sabemos que su marca, cuando él estaba al frente, fabricaba y vendía motores, el resto era un regalo porque “en algún lugar había que poner un motor”.
Fue un proyecto que nació en Maranello, nada menos que en la cabeza de Enzo Ferrari, aunque cueste creerlo
Como cabe esperar, aparecieron muchos rumores al respecto y el sector estaba muy pendiente de qué ocurría con el coche. La sorpresa llegó con motivo del Salón de Turín de 1961, cuando Bertone expuso el coche en su stand con la denominación de Mille, que cambiaría seis meses después por el de ASA 1000 GT. Era el coche que había encargado Enzo, con el motor de cuatro cilindros que había diseñado la propia Ferrari, pero no era un Ferrari.
Según se dice, Enzo pensó en que un coche “para las masas”, pequeño y no tan potente como los que, por lo general, salían de sus talleres, perjudicaría la imagen de exclusividad y prestigio que se había ganado. Por tanto, se apartó del proyecto y se lo ofreció al industrial Oronzio da Nora, quien creó la empresa ASA para su fabricación. En realidad, el coche era responsabilidad de su hijo Niccolo, quien era un apasionado de los automóviles. Da Nora ya tenía suficiente con su negocio principal, la industria electroquímica.
Los da Nora cogieron el proyecto acabado y listo para ser comercializado, pero no tenía ni experiencia, ni unas instalaciones donde fabricarlo. Todo el proceso de construcción del ASA 1000 GT era subcontratado: los motores los suministraba Ferrari (que se negó a la fabricación del coche, pero cobró los motores), el chasis era cosa de Bizzarrini, quien desarrollo una estructura tubular que destacaba por un bloque de tubos sobre la suspensión trasera. De la carrocería se encargaba Bertone, que la fabricaba en acero. El diseño general era obra de Giugiaro, el primer diseño que Giugiaro hizo para Bertone (y su primer trabajo conocido). El conjunto total pesaba algo más de 900 kilos.
El motor era, simplificando un poco, era un motor que se había extraído del famoso V12 de Ferrari, con una cilindrada unitaria de 258 centímetros cúbicos. El cigüeñal descansaba sobre cinco apoyos, la compresión era de 9,1:1, la alimentación corría a cargo por dos carburadores Weber y tenía unas cotas totalmente cuadradas: 69×69 milímetros para diámetro y carrera. El rendimiento eran 91 CV a 6.800 rpm, que se gestionaban mediante un cambio de cuatro relaciones fabricada por Rootes, con la primera sin sincronizar y un “overdrive” (Laycock, fabricado por Normanville), para la tercera y la cuarta.
Lo tenía todo para triunfar, a excepción del precio, que doblaba el precio de un Alpine en la época. Y eso era mucho dinero. El coche se lanzó al mercado en 1962, pero las ventas no arrancaron hasta 1964, aunque eran muy, muy lentas. Bertone apenas fabricaba un ASA 1000 GT a la semana y después de haber fabricado sólo siete unidades, le cedió el trabajo a la empresa Ellena.
Cuando ASA cerró por la falta de ingresos (el coste de producción era mayor al precio de venta), sólo se había fabricado 150 unidades, incluyendo el ASA 1000 GT y el ASA 1000 Spider que apareció poco después.
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