Hace apenas un año que surgió la idea y en la marca de los cuatro aros todo está dispuesto para llevarla a la realidad. Audi Sport ya ha iniciado las pruebas dinámicas del nuevo RS Q e-tron, modelo con el cual Audi afrontará el próximo mes de enero el Rally Dakar.
Convertirse en el primer fabricante de automóviles que intente asaltar el Dakar con un motor electrificado. Ese es el objetivo de la marca alemana: utilizar un sistema de propulsión electrificado junto con un eficiente convertidor de energía que permita ir recargando la batería durante la conducción en la prueba. Un modelo con el cual Audi aspira a lograr la victoria en el Rally Dakar.
“La tracción Quattro cambió las reglas del juego en el Campeonato del Mundo de Rallyes y Audi fue la primera marca en ganar las 24 horas de LeMans con un prototipo electrificado. Ahora queremos marcar el inicio de una nueva era en el Rallye Dakar, al tiempo que ensayamos y desarrollamos nuestra tecnología e-tron en condiciones extremas”, afirma Julius Seebach, director de Audi Sport GmbH y responsable de Motorsport en Audi.
Audi Sport ya ha iniciado las pruebas dinámicas del nuevo RS Q e-tron, modelo con el cual afrontará el próximo mes de enero el Rally Dakar
Y para ello, bajo los estándares que representan a Audi en su concepto a la Vanguardia de la Técnica, los ingenieros de la marca alemana han “desarrollado el RS Q e-tron desde una hoja en blanco en un tiempo récord”. Las especiales características del Dakar son todo un desafío para los ingenieros de la marca de los cuatro aros. Dos semanas de máxima exigencia con etapas diarias de hasta 800 kilómetros: “una distancia muy larga. Vamos a intentar lo que nunca antes se ha hecho, algo que supone el mayor desafío para un sistema de propulsión eléctrica en un automóvil”, comenta Andreas Roos, responsable del proyecto Dakar en Audi Sport.
Para afrontar la dureza del desierto y, en especial, la ausencia de cargadores para la batería, Audi está planteando un concepto completamente innovador a bordo del RS Q e-tron. Así, el motor TFSI que la marca utiliza con éxito en las competiciones del DTM se ha integrado en el sistema conversor encargado de generar energía eléctrica con la que recargar las baterías del coche durante la conducción.
El motor TFSI ofrece su máxima eficiencia funcionando entre las 4.500 y 6.000 rpm, facilitando con ello un consumo específico muy por debajo de los 200 gramos por kWh. El Audi RS Q e-tron se impulsa gracias a un sistema de propulsión completamente eléctrico. Tanto en el eje delantero como en el trasero del coche hay dispuesta una unidad motor-generador (MGU) como las que actualmente Audi utiliza en el e-tron FE07 con el que el equipo Audi Sport compite esta temporada en la Fórmula E, el mismo esquema que, con unas mínimas adaptaciones, la marca ha adoptado para competir en el Dakar.
Además de las unidades dispuestas en ambos ejes, una tercera unidad MGU de idéntico diseño también forma parte del sistema conversor de energía. Su finalidad es ir recargando de energía la batería de alto rendimiento del RS Q e-tron mientras el coche avanza por el desierto. Además, el coche también dispone de un avanzado sistema de recuperación de energía durante los procesos de frenada.
La batería del RS Q e-tron, de 50 kWh de capacidad, pesa unos 370 kilos. “Es un desarrollo propio que hemos realizado junto con un socio”, comenta Stefan Dreyer, responsable de Desarrollo de Proyectos para Competición en Audi Sport. Como ingenieros, básicamente consideramos el potencial de crecimiento de cada componente. Pero en cuanto al sistema de propulsión se refiere, en la Fórmula E ya hemos logrado alcanzar una eficiencia superior al 97 por ciento, lo que significa que no hay mucho más margen posible de mejora. Sin embargo, la situación es muy diferente en cuanto a la batería y al sistema de gestión de la energía. Aquí es donde reside el mayor potencial de desarrollo de la movilidad eléctrica en general. Lo que aprendamos del exigente proyecto del Dakar podremos aplicarlo a nuestros futuros coches de calle, de ahí la importancia del proyecto. Y, al igual que sucede en otros proyectos conjuntos, en este también trabajamos estrechamente en colaboración con nuestros colegas de desarrollo de vehículos de producción en serie”.
El nuevo sistema de propulsión eléctrico del RS Q e-tron proporciona una potencia máxima de 500 kW (680 CV). La organización del Dakar aún no ha determinado la potencia que se podrá utilizar durante el desarrollo de la próxima edición del Rally. Hay que tener en cuenta que los trenes motrices eléctricos ofrecen muchas ventajas, puesto que los motores eléctricos permiten una gestión mucho más práctica y precisa durante la prueba, lo que garantiza una mayor facilidad de conducción. Además, también pueden recuperar energía durante las fases de frenado.
La transmisión del Audi RS Q e-tron también es mucho más simple que la de cualquier modelo convencional que participe en el Dakar. Sólo precisa de una única marcha adelante y, al igual que sucede en el resto de los vehículos eléctricos de la marca de los cuatro aros no hay conexión mecánica entre los ejes delantero y trasero, lo que evita numerosas posibles averías. Funcionando a modo de diferencial central virtual, el software desarrollado por Audi distribuye el par motor entre ambos ejes y permite configurar libremente el reparto del mismo. Todo ello permite además ahorrar tanto el peso como el espacio que supondría haber instalado los habituales ejes de transmisión y diferencial mecánico.
El Audi RS Q e-tron ofrece también un aspecto visual muy diferente al habitual que aportan los prototipos con sistemas de propulsión convencionales en el Rally Dakar. “Tiene un aspecto futurista y cuenta con muchos de los elementos de diseño comunes y característicos en los modelos de Audi”, comenta, Juan Manuel Díaz, responsable del Departamento de Diseño de Audi Motorsport.
Para Sven Quandt, director del equipo Audi Sport en el Rallye Dakar, “Audi siempre ha elegido caminos nuevos y atrevidos en la competición, pero sin duda este es uno de los coches más sofisticados que he visto nunca”. Según Quandt, “el sistema de propulsión eléctrico requiere de la comunicación entre muchos sistemas diferentes. Además de la fiabilidad, clave en un rally como el Dakar, ese es nuestro mayor reto para los próximos meses”. El director del equipo Audi considera que el reto de la marca en el próximo Dakar es “similar a la llegada del hombre a la luna. Por aquel entonces los ingenieros no sabían lo que realmente iba a pasar y, en nuestro caso, sucede algo parecido. Si logramos llegar al final en nuestra primera participación en el Dakar, ya será un éxito”.
“La agenda está extremadamente comprimida y resulta todo un desafío”, añade Andreas Roos, responsable del proyecto Dakar. “Desde que iniciamos el proyecto apenas ha pasado un año y se ha iniciado el desarrollo del mismo sin que la normativa de la carrera para vehículos con sistemas de propulsión alternativos se haya concretado. Y tampoco conviene olvidar que todo el proyecto se ha desarrollado durante la pandemia del coronavirus. Lo conseguido por el equipo hasta ahora es algo realmente único. Por eso, dar comienzo a las pruebas dinámicas del coche ha sido un momento muy especial para todos”.
A comienzos de este mismo mes de julio, el prototipo del Audi RS Q e-tron realizó su primer ensayo dinámico real. Y, hasta finales de año, va a desarrollar un intensivo programa de pruebas y test, entre los cuales se incluyen distintas participaciones en rallyes cross-country para ir preparando su participación en el Rally Dakar el próximo mes de enero de 2022.
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