Se dice que el BMW X5 fue el detonante del auge de los SUV premium, como también se dice que el BMW X5 4.6is fue el coche que abrió la puerta a la llegada de los SUV de alto rendimiento. Quizá hay quien piense que eso de los SUV de alto rendimiento fue cosa del Porsche Cayenne, pero en realidad, es totalmente cierto que el BMW X5 4.6is fue el primero de su tipo. Hablamos de un coche que se presentó en 2001, mientras que el Porsche Cayenne apareció en 2002.
El BMW X5 es uno de los coches con más peso en el catálogo de la firma alemana, y lo es desde el mismo día que salió al mercado. Además, se trata de un modelo cuya historia es bastante curiosa. La idea de fabricar un SUV con el sello de la Bayerische surgió en la década de los 90, cuando la compañía alemana adquirió el grupo Rover, que incluía Rover, MG, Triumph, Mini y Land Rover. No fue ningún secreto que los alemanes se habían hecho con el control del conglomerado británico, para poder acceder a Land Rover y sus conocimientos en estos tipos de coches, o eso al menos se decía en su día.
Chris Bangle se puso a la cabeza del apartado estético y se le dio un cortísimo plazo para completar su trabajo: seis semanas. Y para más complicación, se debía tener lista una maqueta a tamaño real para poder mostrar a los directivos y que dieran el visto bueno. Frank Stephenson, quien luego diera forma a la primera generación del MINI “by BMW” y al Ferrari F430, fue el responsable de diseñar el SUV y según cuenta la historia, lo diseñó en un vuelo de dos horas.
Esa historia afirma que Bangle sugirió diseñar el coche en el vuelo de vuelta tras la reunión con los directivos, algo que el propio diseñador confirmó en su canal de Youtube, donde también dijo que aquella idea, diseñar un coche en un avión en solo dos horas, asustaba un poco. Pero lograron establecer los pilares básicos en un boceto que se basaba en una serie de detalles clave: no podía verse como un todoterreno más y debía tener cierta elegancia. Eso sumado a que era el primer SUV de la marca y no podía basarse en ningún otro modelo existente.
Finalmente, tras mucho trabajo, el modelo a tamaño real fue enviado a BMW y la aceptación fue instantanea. La presentación se realizó en el salón de Detroit de 1999 y estuvo a la venta hasta 2006, periodo de tiempo durante el que se vendieron más de 600.000 unidades. El X5 4.6si era la versión más deportiva y el primero de su tipo, o eso dicen, aunque en realidad el X5 4.6is no era más que la réplica de BMW la Mercedes M55 AMG, el auténtico “primer SUV de altas prestaciones”, pues se puso en circulación en 1999.
El BMW X5 4.6is, no obstante, superó al ML55 AMG tanto en prestaciones como en ventas, pues la potencia, en realidad, no lo es todo. El Mercedes era un coche más burgués, más Mercedes –valga la redundancia– y dinámicamente, no era ni tan interesante ni tan pasional como el BMW. Y eso que BMW M no tuvo nada que ver con este SUV de altas prestaciones.
La guerra entre BMW y Mercedes es histórica, ambas marcas siempre han sido duros rivales y ha protagonizado momentos realmente espectaculares. Ambas marcas ofrecen un tipo de automóvil muy concreto, con una clientela muy definida, pero a veces, se pisan terreno el uno al otro y se roban clientes mutuamente. Es, sin lugar a dudas, una lucha sensacional y en ocasiones, emocionante.
Por eso, la puesta en escena del BMW X5 4.6is tuvo tanta repercusión, porque cuando BMW hace algo con aspiraciones deportivas, el listón puede estar muy alto. Así, el motor del X5 4.6is era un V8 de 4,6 litros capaz de rendir 347 CV a 5.700 revoluciones y 480 Nm de par a 3.700 revoluciones, la misma cifra de potencia con menos cubicaje que el Mercedes, aunque la cifra de par no podía competir –el ML55 AMG alcanzaba los 510 Nm entre 2.800 y 4.500 revoluciones, cosas de tener más desplazamiento…
Durante mucho tiempo se le consideró el SUV más rápido del mundo, y con razón. La velocidad máxima anunciada por BMW era de 240 km/h, podía hacer en 6,5 segundos, completar los 400 metros desde parado en 15,4 segundos y el kilómetro, también con salida parada, en 27,8 segundos. Por si fuera poco, el 0 a 200 km/h lo completaba en 31,1 segundos. Nada mal para un SUV de 2001 que pesaba 2.105 kilos, ¿verdad?
Recibe cada semana una selección de nuestros mejores artículos suscribiéndote a nuestra newsletter.