Mientras en Europa hemos disfrutado siempre de coches de tamaño contenido y motores de poca cilindrada, aunque prestaciones elevadas, en Estados Unidos siempre se ha hecho todo a lo grande, tanto en tamaño de los motores como en tamaño de los coches. Bueno, en realidad todo es a lo grande; carreteras, edificios, camiones, hamburguesas, eventos deportivos…
El Cadillac Eldorado Biarritz era todo un dispendio de tecnología, tamaño y lujo para la época
Sin embargo, durante los últimos años esa tendencia se ha mantenido más o menos intacta, podríamos decir que incluso ha retrocedido un poco llegando a ofrecer motores tremendamente pequeños para lo que se estila allí, como hizo Cadillac con el 2.0 Turbo de 276 CV. Un claro contraste con la evolución que estaban llevando desde la década de los 50, cuando la megalomanía tomó tintes espectaculares.
Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se sentía más poderoso que nunca, recibiendo a sus guerreros como si fueran auténticos héroes y comenzando una expansión sencillamente brutal en casi todos los apartados. Mientras tanto, Europa se arrastraba y se curaba las heridas poco a poco. La Segunda Guerra Mundial había finalizado en 1945 dejando el Viejo Continente totalmente arrasado.
Fue en esa época cuando la automoción americana cobró un peso muy importante en el mundo, transformándose en la referencia, en el ejemplo a seguir. Fue la era de los cromados, de los alerones y las aletas enormes, de las formas recargadas y de los coches de dimensiones colosales. La era del Cadillac Eldorado, uno de los coches más carismáticos y míticos de los Estados Unidos y uno de los más representativos de una época donde el exceso era la nota dominante día a día.
Cuando se puso en circulación el Cadillac Eldorado, se posicionó como el coche más lujoso que se podía comprar en aquellos años, era caro incluso para los millonarios estadounidenses, acostumbrados como estaban a los desmanes de los fabricantes de automóviles en aquellos años. Si los coches yankees eran grandes y potentes, el Cadillac Eldorado era la referencia, tanto por motor como por tamaño general, cromados aplicados a todos los rincones del coche y por supuesto, en cuanto a tecnología y motor. La mejor forma de describirlo es diciendo que era grande incluso para los estándares estadounidenses. Medía 5,71 metros de largo, 2,03 metros de ancho, sólo 1,37 metros de alto, pero pesaba la disparatada cifra de 2.300 kilos.
La saga del Cadillac Eldorado nació a comienzos de los 50, en 1953, pero la generación más famosa de toda la saga llegó en 1959. Por supuesto, hablamos del Cadillac Eldorado Biarritz de 1959, una oda al exceso en todos los sentidos. Seguía la tónica marcada por las primeras generaciones, obra del diseñador jefe de General Motors, Harley Earl, que contó con la ayuda de Bill Mitchell. Fueron ellos quienes introdujeron en Cadillac las aletas y colas inspiradas en los aviones, una tendencia que se adueñó incluso de algunos modelos europeos, como el Mercedes W111, más conocido como “Mercedes colas” o como el FIAT 1800, “nuestro” SEAT 1500.
El Cadillac Eldorado Biarritz contaba con todo el equipamiento que se había desarrollado en aquellos años en Estados Unidos, tales como elevalunas eléctricos, dirección asistida, capotas automáticas para los descapotables, asientos de regulación eléctrica, faros regulables eléctricamente, cierre centralizado… todo ello vestido por la carrocería más ostentosa jamás vista, dotada de las aletas de origen aeronáuticos más grandes que se han usado. Incluso la calandra es una demostración de dispendio siendo casi una obra de orfebrería.
Bajo el capó, como cabe esperar, un motor tan descomunal como el resto del coche. Siendo norteamericano no podía ser otra cosa que un V8, pero uno con 6,3 litros de cilindrada y 345 CV, suministrados a las ruedas traseras mediante el famoso cambio Hydramatic Turbo de General Motors con tres relaciones. No era un coche rápido y no lo pretendía, era un trasatlántico que ofrecía lujo, confort máximo y poderío. Sólo se hicieron 1.320 unidades.
Recibe cada semana una selección de nuestros mejores artículos suscribiéndote a nuestra newsletter.