Si hubiera que nombrar algunos de los mejores diseñadores de coches de la historia, entre ellos, con toda seguridad, estaría Bertone, uno de los nombres más míticos y especiales del mundo del automóvil. Bertone comenzó su andadura como diseñador y fabricante de carrocerías en 1912, cuando Giovanni Bertone fundó la compañía y comenzó a trabajar para muchas marcas como Abarth, Alfa Romeo, Citroën…
Uno de los trabajos más reconocidos de Bertone es el Lamborghini Miura, considerado por los expertos el primer superdeportivo tal y como conocemos actualmente el concepto. Pero no fue el único, obviamente, en su haber hay modelos como los BAT de Alfa Romeo, el Simca 1000, el Iso Grifo, el Lancia Stratos y el Lamborghini Countach o, por nombrar otro modelo tremendamente conocido, el Citroën BX.
Sin embargo, no podemos dejar pasar algunos concept car que salieron del lápiz de Bertone y que, por desgracia, o puede que, por suerte, acabaron en manos de particulares tras una subasta realizada por el Tribunal de Bancarrotas para pagar las deudas de la empresa. Bertone entró en liquidación en 2008 y FIAT asumió la división industrial de Bertone y su factoría al año siguiente (para fabricar modelos de Maserati), pero la subasta hizo que algunos coches cambiaran de manos, entre ellos, el curioso Chevrolet Corvair Testudo.
Diseñado por Giugiaro en 1963, como coche de exhibición
Los diseñadores europeos, por buenos que sean, rara vez han salido del Viejo Continente para colaborar con otras empresas. Existen casos de trabajos realizados para marcas norteamericanas, pero no son muy numerosos y eso los hace interesantes y, sobre todo, exóticos. Tanto como el Corvair Testudo que Bertone dibujó allá por la década de los 60. De hecho, por aquella época se decía que era el diseño favorito de Nuccio Bertone, aunque en realidad fue obra del jovencito Giorgeto Giugiaro.
El Chevrolet Corvair fue un coche muy atípico, al contar con un motor refrigerado por aire colocado en la parte trasera
Giugiaro dejó su impronta en muchos coches de Bertone, para después abrir su propio estudio de diseño, Italdesign. con el cual, logró todavía más éxitos convirtiéndose en uno de los diseñadores más importantes del mundo. Obra de Italdesign son la primera generación del Volkswagen Golf, la primera generación del SEAT León, el SEAT Toledo en sus dos primeras generaciones, el restyling del Alfa Romeo 156, el Volkswagen W12…
El Chevrolete Corvair Testudo fue el primer proyecto en el que Giugiaro tuvo total libertad, dando como resultado un coche muy llamativo, con un morro muy largo, una cintura muy baja y paralela al suelo, así como un conjunto con superficies lisas y sencillas; elegantes y muy limpias. Destacar el acceso al habitáculo, que se hacía mediante una carlinga como las usadas en los aviones de combate. Esta, abarca el parabrisas, el techo y dos extensiones laterales que rebajan ligeramente la altura del marco que da acceso al interior. Y ya que se mencionan el parabrisas y el techo, decir que ambos eran una sola pieza de vidrio.
¿Qué podía hacer Bertone con el bastidor de un Corvair?
Al parecer, el proyecto del Corvair Testudo surgió cuando el jefe de diseño de General Motors, Bill Mitchell, envió una unidad del Chevrolet Corvair Monza de 1962 a Turín, a las instalaciones de Bertone. La historia cuenta que Mitchell quería ver de que eran capaces en Bertone con un coche tan peculiar como el Corvair.
El Chevrolet Corvair fue un coche muy atípico, al contar con un motor refrigerado por aire colocado en la parte trasera. Fue el único coche de producción masiva de Estados Unidos con esa configuración y también fue el primer coche de General Motors en emplear chasis monocasco. La historia del Corvair tiene más curiosidades, como por ejemplo que los astronautas de la misión Apollo se entrenaron en un vehículo lunar basado en el Corvair.
Una vez el coche en las instalaciones de Bertone, se comenzó a trabajar. Lo primero que se hizo, además de desmontar el coche por completo, fue acortar el chasis 304 milímetros (12 pulgadas, 30,4 centímetros), pasando la distancia entre ejes de 2.743 milímetros a 2.387 milímetros. De esta forma, el habitáculo, de cuatro plazas, se quedó con dos asientos. También se gana en agilidad a la hora de afrontar curvas y se rebaja el peso. Luego se fabricó una carrocería con chapa de acero y aluminio, sobre una estructura de madera como mandan los cánones de la tradición italiana.
Primero se pintó en color plata y estaba equipado con las llantas del Covarir, pero posteriormente se le instalaron unas llantas de radios clásicas y se pintó de color blanco. El habitáculo también cambió por completo, incluyendo asientos “bucket” y un volante de forma rectangular.
El Chevrolet Corvair Testudo era un vehículo completamente funcional. Se dice que el propio Nuccio Bertone lo condujo desde Milán hasta Ginebra, para la celebración de su famoso salón del automóvil.
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