Si a cualquier fanático español le hablamos del Chevrolet Corvette, siempre torcerá un poco el gesto pues, por lo general, nunca ha logrado tener una imagen tan fuerte y realmente deportiva como puede tenerla cualquier otro coche de su categoría. Su origen estadounidense y, por tanto, sus características, han tenido algo de culpa y lo han mantenido, casi siempre, un paso por detrás del resto de rivales europeos.
Un error, no obstante, pues el Corvette es un coche que ofrece muchas satisfacciones, aunque también es cierto que debemos tener bien claro lo que llevamos entre manos, ya que, seguramente, no pueda ser tan rápido como un Porsche 911, por ejemplo. Eso llevará a que muchos usuarios acaben frustrados por no poder ser “los más rápidos”, un objetivo un tanto sinsentido en vías públicas, donde lo mejor es buscar las sensaciones y el Corvette, con enorme V8 atmosférico, ofrece sensaciones, muchas sensaciones.
De todas formas, el Corvette, sobre todo la generación C5, es un coche que en Estados Unidos se usa, después de cambiar alguna cosa que otra, para tandas en circuito porque resulta un coche “barato” para las prestaciones que ofrece –la revista Car and Driver lo denomina un “econo-exotics”, un exótico económico–. La versión más recomendada es el Corvette C5 Z06, un coche que incluso está considerado como un futuro clásico que, tarde o temprano, verá como sus precios suben como la espuma.
El Corvette C5, siempre según los expertos estadounidenses, fue la generación que marcó el comienzo del modelo hacia el futuro y la generación con la que Chevrolet empezó a comer terreno a los rivales europeos. Una comparativa como esa, un deportivo norteamericano frente a un deportivo europeo, o uno japonés, que también es muy válido, no siempre resulta sencilla. Son diferentes formas de entender el automóvil y diferentes formas de disfrutar al volante. La cultura y las costumbres de cada región, las carreteras por donde se circula, el precio del combustible… todo eso influye, y por ello, lo que aquí funciona, en Estados Unidos o en Japón no lo hace y viceversa.
El Corvette C5 Z06 deberíamos analizarlo con otro rasero, aunque no por ello tenemos porque prescindir de un mínimo de cosas. El Corvette C5 debutó en 1997 y supuso un gran cambio con respecto a la generación anterior. El chasis era totalmente nuevo con zonas hidroformadas para una mayor rigidez, un cambio en posición transaxle y un nuevo motor V8 de bloque pequeño y fabricado solo usando aluminio –el famoso LS1–. El caso es que “solo” tenía 345 CV y el Viper era la referencia en cuanto a poderío mecánico estadounidense, y por ello, General Motors se puso a trabajar para otorgar más músculo al Corvette C5, cuyo resultado fue el Z06.
John Heinricy, director de General Motors Performance y ex codirector de ingeniería de la plataforma Corvette, llegó a decir que “el Z06 es mi C5 favorito y quizá uno de mis Corvettes favoritos de toda la historia del automóvil”. Y eso, hay que reconocerlo, es decir mucho.
Una de las curiosidades del Corvette C5 Z06, es que se basó en la plataforma del Corvette convertible y no en el coupé, pues resultó que, sumando los refuerzos y el techo de vidrio, era más ligero que el coupé. Eso era devido a que la luneta trasera era muy pesada y con la solución elegida, eso quedaba eliminado. Además, se montó el kit de suspensión Z51, optimizada para un comportamiento más deportivo, más “de circuito”, y luego, obviamente, se buscó añadir más potencia.
Esa potencia llegó del bloque LS6, un V8 de 5,7 litros con 385 CV, que se combinó con una serie de elementos pensados para aligerar todavía más el conjunto: vidrios más delgados, línea de escape de titanio y se eliminó material insonorizante. Se puso en circulación en 2001 y resultó ser todo un éxito, hasta el punto de que se consideró el mejor Corvette hasta la fecha. Pero General Motors quiso ir un poco más allá y en 2002 se presentó una evolución del concepto, la cual, destacó principalmente por un aumento de la potencia hasta los 405 CV gracias a unos ajustes en el sistema de admisión y a un tren de válvulas más ligero. En 2004 se añadieron unos nuevos amortiguadores, aunque todo lo demás se mantuvo intacto.