Mucha gente conoce el nombre de Carroll Shelby gracias a sus trabajos sobre los Mustang, siendo el Shelby GT500 un oscuro objeto de deseo. O bien, por su irrepetible Shelby Cobra, cuya base fue el AC Ace sobrevitaminado como sólo los yankees saben hacer. Pero en realidad, Shelby es uno de los personajes más importantes de la automoción mundial, no sólo estadounidense. Por ejemplo, Shelby participó en la Fórmula 1 entre 1958 y 1959 logrando un cuarto lugar como mejor resultado, ganó las 24 Horas de Le Mans a los mandos de un Aston Martin, también ganó tres campeonatos nacionales de Estados Unidos, estableció un récord en la subida al Pikes Peak…
Sus logros más recordados, además de los Cobra y los GT500, es haber logrado que los Ford GT40 fuera imbatibles y lograran destronar a Ferrari en La Sarthe llegando en formación y provocando un buen ajetreo que llevó a la dirección a contar los metros de cada coche para establecer quién era el ganador.
El De Tomaso Sport 5000 montaba un V8 de 475 CV de potencia
Pero Shelby también hizo muchas más cosas, como gran personaje que fue dentro de la automoción, como “inventar” los Muscle Car con el Shelby Mustang GT350 de 1965 o colaborar con De Tomaso en la creación de una máquina de carreras que, por desgracia, nunca llegó a correr. Se presentó en 1965, en el Salón de Turín, bajo el nombre de De Tomaso Sport 5000. Un coche del que, por ejemplo, habló la publicación Road & Track dando a conocer el programa de carreras en las que estaría presente, incluyendo las recién creadas Can Am.
Este coche volvió a aparecer en el año 2004, tras el fallecimiento de De Tomaso. Después de ser presentado en Turín, nunca más se volvió a ver el coche aunque se llegó a planear fabricar una primera tirada de 10 unidades, con la intención de montar otros 40 coches más adelante para lograr la homologación FIAT GT. No obstante, diversos sucesos hicieron que todo quedara en un solo coche que nunca llegó a pasar de prototipo, siendo el más importante la decisión de Shelby de retirar su apoyo a todos los proyectos que tenía en marcha porque Ford, que estaba luchando con el GT40 en Le Mans, empezó a presionar para que su coche fuera competitivo a toda costa.
Carroll Shelby contó con la ayuda del famoso diseñador Peter Brock, un dúo que se tomó muy en serio el desarrollo del coche y finalmente creó un auténtica máquina de ganar carreras. Pero no sólo estuvieron Brock y Shelby, también se contó con la ayuda de Fantuzzi en Italia, quien completó la creación de la carrocería de tipo ”sport”, que contaba con aerodinámica variable para poder participar en carreras de GT. Se eligió una carrocería abierta por petición de Shelby y el número de su denominación venía dado por la cilindrada de su motor.
Ese propulsor era, como no, un V8 alimentado por cuatro carburadores dobles Weber de origen Ford. Un small block que recibió nuevas levas, nuevo encendido, culatas rediseñadas y nuevas bielas y pistones. Una serie de cambios y nuevos componentes que lograron extraer 475 CV a 7.300 rpm.
Una de las curiosidades del De Tomaso Sport 5000, es que luce la insignia de Ghia en la carrocería, pero en realidad fue Fantuzzi quien diseñó y fabricó la carrocería, no Ghia, aunque De Tomaso intentó llamar su atención para lograr un patrocinador cuando Shelby dejó el proyecto. Es más, cuando Shelby dejó el equipo, De Tomaso modificó el diseño y se presentó en los 500 kilómetros de Mugello de 1966. Esta vez sí llegó a tomar la salida y demostró que era muy rápido, dejando atrás con facilidad al intocable Ferrari 250 LM, aunque no acabó la carrera y nunca más se volvió a ver aunque se inscribió en dos carreras más: en las 12 Hora de Sebring de 1967 y en los 1.000 kilómetros de Monza del mismo año, carreras en las que no apareció.
Como se ha dicho al comienzo, el coche reapareció en 2004 tras la muerte de Alejandro De Tomaso y en 2005 fue vendido a un coleccionista belga que corrió con él en varias pruebas históricas, para después vendérselo a un entusiasta de Estados Unidos.
Se puede destacar de este coche que, actualmente, está totalmente de origen. El color es el original, el motor también es el original y tal cual lo dejó Shelby…
Por cierto, si quieres conocer la historia de «Il Commendatore Argentino», Alejandro De Tomaso, no te pierdas el artículo que hicimos sobre él pinchando aquí
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