El día que se puso punto y final a la pasada temporada, el futuro de Sergio “Checo” Perez se pintaba en color negro. Había terminado el campeonato en una muy meritoria cuarta posición, lo que no sólo le situaba como el “mejor del resto” de pilotos del campeonato, sino que incluso le aupaba por encima de uno de los pilotos de los dos mejores equipos del Campeonato 2020.
El futuro pintaba mal para el piloto mexicano. A esas alturas de la temporada estar sin equipo sólo podía significar dos cosas, fichar por algún equipo menor gracias al mayor apoyo que sus sponsor pudieran lograr para subirle a algún monoplaza, o tener que seguir el campeonato 2021 por el televisor desde su casa. Sin embargo, apenas una semana después saltó la gran sorpresa. El equipo Red Bull Racing prescindía de los servicios del piloto tailandés Alexander Albón y, sorprendentemente, no recurría a ninguno ni de los pilotos jóvenes del programa de competición de Red Bull en escalas inferiores, ni tampoco a disponer de los servicios de Daniil Kvyat o Pierre Gasly, los pilotos de la escudería Alpha Tauri, el ex-equipo Toro Rosso que durante tantos años sirvió como escuela de iniciación para los futuros pilotos del primer equipo de la bebida energética.
Checo Pérez: «Confío en mis habilidades y tengo que hacer lo que siempre he hecho»
Por primera vez desde que Red Bull fichara a Mark Webber, el piloto escogido procedía por completo de fuera del equipo. La excelente temporada firmada por Checo Pérez en Racing Point había tenido un premio inesperado.
Para muchos el fichaje del mexicano es un importante aviso a Max Verstappen. La inconsistencia del piloto holandés a lo largo de la temporada, con resultados dispares y con fallos ciertamente importantes comienzan a cansar en el equipo energético. Los malos resultados obtenidos por Alexander Albon durante toda la temporada se han sumado a los logrados por Verstappen en su temporada más irregular, lo que ha forzado a Dietrich Mateschitz, fundador del equipo, y a Christian Horner, director, a prescindir del primero y a llamar la atención del segundo poniéndole un auténtico hueso como compañero. Y además, por qué no decirlo, suponía una importante pérdida para un a priori fuerte competidor, como es la nueva escudería Aston Martin, que en su retorno a la Formula 1 como equipo heredero de Racing Point (anteriormente Force India) se posicionaba como un fuerte rival para la temporada 2021, con Lance Stroll y Sebastian Vettel para aportar mayores garantías de competitividad como pilotos titulares de su dos monoplazas.
Red Bull ha prometido a Pérez igualdad de trato con respecto a Verstappen, al menos mientras los resultados de ambos les permitan optar de manera clara a lograr el título de marcas, primero, y el de pilotos, después. Sin embargo, el mexicano no se ve a sí mismo como un peligro para su compañero holandés, ni tan siquiera incluso si tiene que admitir que su compañero tenga que ser el referente absoluto del equipo a una vuelta durante las clasificaciones para los Grandes Premios.
“Lo único que quiero es dar más de lo que el coche pueda ofrecer. Esa es mi única intención. Si el Red Bull es un coche ganador, quiero convertirlo en un Campeón del Mundo y si no es capaz de llegar y sólo está para ocupar segundos puestos, quiero dar cuanto pueda por llevarlo primero a la meta en cada Gran Premio”, ha comentado el piloto mexicano sobre sus aspiraciones para esta nueva temporada. “Voy a dar el máximo. Haré cuanto pueda para demostrar que valgo la pena y que Red Bull no se ha equivocado en su decisión. Espero que esta nueva temporada me abra muchas puertas de cara al futuro”, explica Pérez.
A lo largo de su carrera en la categoría reina del automovilismo mundial, antes de ocupar un cockpit en Red Bull Checo ha pilotado para Sauber, McLaren, Force India y para la escudería sucesora de este último, Racing Point. En total, ha disputado 194 GP, de los cuales llegó a tomar la salida en 191. Acumula 706 puntos en sus 9 temporadas disputadas desde que se subió a un Sauber en 1991, tiempo durante el cual ha firmado cuatro vueltas rápidas (dos en Mónaco, en 2012 y 2017, Malasia 2013 y Austria 2014) y subido diez veces al podio, logrando una única victoria esta pasada temporada, en el GP de Shakir, convirtiéndose en el segundo piloto mexicano en lograr una victoria en un GP tras el logrado por Pedro Rodríguez en el GP de Bélgica de 1970.
Christian Horner, su nuevo jefe en Red Bull ha elogiado reiteradamente las cualidades de Checo como piloto durante su trayectoria en la F1. El reconocimiento a la misma es lo que le ha llevado a confiar en el mexicano para incorporarle al equipo esta nueva temporada. “Tiene mucha experiencia —comenta Horner—, puede llevar un coche hasta la línea de meta superando dificultades y exprimiendo al máximo los neumáticos. Es un luchador duro. Esperamos que su incorporación aporte un mayor mayor equilibrio al equipo conformando una dupla de pilotos fuerte junto a Max Verstappen, tal y como tuvimos hace tiempo y como el propio Max con Daniel Ricciardo conformaron no hace mucho tiempo”.
Como siempre, en Red Bull lo único que importa es la victoria. Y Pérez es muy consciente de ello. Su llegada al equipo así se lo ha dejado ver. Las instalaciones de Red Bull son mucho más amplias y completas que las de Racing Point: “el simulador y otras sofisticadas herramientas disponibles son realmente impresionantes y el ambiente de trabajo existente también impresiona. Lo notas en cada estancia de las instalaciones que recorres: aquí todo el mundo sólo tiene en mente ganar y ganar”, comenta Pérez.
Por el momento el piloto mexicano apenas ha podido sentarse en el monoplaza más que para hacerse el molde de su asiento para la presente temporada, realizar largas tandas en el muleto instalado en el simulador y dar unas pocas vueltas con el coche aún con especificaciones de la pasada temporada en el filming day. Y “aunque es pronto para decir algo en concreto, puedo adivinar las diferencias existentes con mi anterior coche y percibir el potencial que el RB16 esconde, aunque todavía es muy pronto para tener un conocimiento real del mismo”.
“Por el momento —comenta Pérez— voy sintiéndome día a día más cómodo en el coche, con la forma en la que manejo los distintos sistemas a bordo y en la forma en la que me comunico con mis ingenieros, pero aún tendré que aprender como funciona de verdad este coche y tratar de ajustarlo lo mejor posible para aprovecharlo al máximo”, sin duda un handicap para el mexicano que tendrá que superar lo antes posible para poder comparar su rendimiento con el de su compañero de equipo.
“No hay problema. Confío en mis habilidades y tengo que hacer lo que siempre he hecho. Pasará un tiempo antes de que entienda lo que es importante en mi nuevo entorno, pero he aprendido a concentrarme en lo realmente esencial”.
Tras su primer día al volante del coche en el filming day rodando tomas para los videos y patrocinadores del equipo con un coche aún con las especificaciones del RB 15 del 2019 Pérez confirmó que “el coche es bastante diferente a lo que he llevado hasta ahora, He podido notar las diferencias, sentir lo fuerte que es su parte delantera y también el resto del coche. Son cosas que notas en cuanto te subes ya sea en el propio coche o en el simulador. Lo puedes detectar con bastante rapidez.
Para Checo, el Red Bull no es coche al que todos los pilotos se puedan adaptar fácilmente. No todos los pilotos pueden hacerlo. Eso es algo de lo que rápidamente me he dado cuenta. Es muy importante alcanzar cuanto antes la sincronización con el coche para poder configurarlo y saber exactamente donde puedes sacar esas últimas décimas que realmente contribuyen a marcar las diferencias. Eso se consigue únicamente con la experiencia y aprendiendo a sacarle al coche el máximo partido. Es algo que vendrá una vez que entienda completamente al coche. Espero que no me lleve mucho tiempo hacerlo”, comentaba el piloto mexicano.
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