Los expertos consideran que el primer automóvil data de 1886, concretamente del 29 de enero de 1886 (este 2021 cumplirá 135 años). Se trata del Benz Patent Motorwagen, el artilugio diseñado y fabricado por Karl Benz. Un vehículo extremadamente sencillo, básicamente un carruaje de caballos abierto, equipado con tres ruedas y en lugar de un caballo al frente tirando del mismo, Karl montó un propulsor de combustión muy rudimentario con el cárter abierto y un sistema de alimentación bastante raro, consistente en un goteo por la evaporación de ligroína (éter de petróleo o bencina) a través de unas fibras.
El Benz Patent Motorwagen, además de ser considerado el primer automóvil de la historia, también protagonizó el primer viaje de larga de distancia de la historia y protagonizó, al mismo tiempo, las primeras pruebas de desarrollo. Todo un compendio de sucesos que hoy día son recordados por su importancia histórica y que además, también son usados como una importante herramienta de marketing.
Podemos decir que aquel primer vehículo autopropulsado, era la primera piedra que llevaría a la fundación de lo que conocemos como Mercedes, o dicho de otra forma, la Daimler-Benz (actual Daimler AG). La empresa fundada por Karl Benz, acabó fusionada con la empresa creada por Gottlieb Daimler, quien creó, con ayuda de Wilhelm Maybach, el primer automóvil de cuatro ruedas con un motor de cuatro tiempos muy similar al que conocemos actualmente. Y fue apenas unos meses después de la patente de Benz.
El 29 de enero de 1886 nacía el Benz Patent Motorwagen, que según los expertos fue el primer automóvil de la historia
Este hecho ha sido aprovechado en ocasiones por la propia Daimler para algunos anuncios televisivos, donde afirmaban que nadie podía hacer mejores coches que los inventores del mismo. Pero la mejor forma de conmemorar su “invención” del automóvil es la que se sacaron de la manga en el año 2001. Para celebrar el aniversario de la invención del automóvil, Daimler fabricó varias réplicas del Benz Patent Motorwagen cuyo destino eran museos, exposiciones y exhibiciones, es decir, no está homologado para su uso por vías públicas.
Las réplicas son absolutamente exactas al triciclo de Karl Benz, pues se tiene acceso a los planos originales, sí, los planos de hace más de 130 años, y por tanto cuentan con las mismas características del modelo de 1886. Por tanto, el motor sigue siendo un monocilíndrico de 954 centímetros cúbicos, alimentado por curioso sistema por goteo antes mencionado, capaz de rendir 1 CV y de lanzar al triciclo hasta los 16 km/h. Según se dice, cuando Bertha Benz, la esposa de Karl Benz, decidió promocionar el invento de su marido realizando el primer viaje en automóvil de la historia, causó terror entre los transeúntes que se encontró por el camino.
Una de estas réplicas está en España, expuesta en el Museo de la Historia de la Automoción de Salamanca, donde también se puede ver otra réplica (el original fue destruido) del triciclo de Bonet, el primer vehículo fabricado en España del que se tiene constancia.
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