Ferrari ya no es la misma de hace una década, y ya no digamos de hace dos o tres. Como todos los fabricantes actuales, se han visto atrapados por una transformación hacia la eficiencia y la eficacia que, en parte, ha matado el espíritu original de cada marca, de cada compañía. Ahora mismo habrá mucha gente que pensará que nos hemos vuelto locos, que Ferrari es la misma de siempre, o incluso mejor, pero seguro que los más puristas no están de acuerdo con dicha afirmación. Ferrari no es la misma, primero fue su cese de colaboración con Pininfarina, luego, los diferentes lanzamientos hibridados e hipertecnológicos, y por supuesto, el remate fue el Ferrari Purosangue.
Decir este tipo de cosas, en ocasiones, supone que te lluevan toda clase de críticas, pero hay muchas cosas que te hacen pensar así, como, por ejemplo, el momento en el que se lanzaron diferentes modelos. Si rondas los 40 años, seguramente recordarás cuando pusieron en circulación el Ferrari 360 Módena, sobre todo porque te pillaría con unos 20 años, más o menos, momento en el cual, la ilusión de tener el carnet recién sacado, de poder por fin conducir, sumado a la cantidad de revistas que se publicaban entonces –revistas de papel, claro– y el enorme dispendio que se llevó a cabo por dicha presentación, seguro que ahora lo recuerdas como un momento especia. Obviamente, también cabe la posibilidad de que todo esto que contamos no tenga el más mínimo sentido, pero es un ejemplo de algo que puede influir en la percepción que se tiene de las cosas.
Por eso, si echas la vista atrás, puedes ver que Ferrari no es la misma. Y si además, tienes una buena colección de revistas, también podrás comprobar que los Ferrari de antes, gracias a la sensacional habilidad de Pininfarina, lucen más auténticos, más únicos y especiales, con el Ferrari F355 en un lugar privilegiado. El F355 fue mucho más que el reemplazo del malogrado Ferrari 348, o más que malogrado, quizá, deberíamos decir inacabado –así lo definen los británicos, y ellos, de coches, saben un rato–. El Ferrari F355 está considerado como una de las mejores berlinettas V8 de la compañía italiana, y no solo por su diseño, algo que sería poco inteligente –no se puede considerar nada como “lo mejor” solo por su estética–, sino por todo lo que escondía esa bella carrocería.
Se fabricaron poco más de 11.000 unidades del F355 entre 1994 y 1999, lo que supuso una enorme ayuda para la firma italiana, que venía de arrastrar diferentes problemas que, tras el fallecimiento de Enzo Ferrari a finales de los 80, parecían haber sumido a la marca en un claro declive. Además, el Ferrari F355 también es especial porque fue el último Ferrari que se ha ofrecido con tres tipos de carrocería: berlinetta coupé, targa y spider, a cada cual más bello que el anterior –el Ferrari 348 también contó con esas mismas tres versiones–.
También fue el modelo encargado de estrenar el cambio automático al estilo de la Fórmula 1, con levas tras el volante para gestionar el paso de una relación a otra. Una opción que suponía el principio del fin para el cambio manual. Hoy día, ningún Ferrari se ofrece con tres pedales, y esto ocurre desde hace décadas. El último que modelo de la marca que contó con dicha opción fue el Ferrari California lanzado al mercado en 2008. ¡Ah! Y otra cosa más, el F355 fue el último Ferrari con faros retráctiles. Curiosamente, los Ferrari F355 con cambio manual son los que más atenciones reciben por parte de los coleccionistas, lo que permite que sus precios sean superiores a los equipados con cambio automático.
El Ferrari F355 se presentó en el salón de Ginebra de 1994. El salón de Ginebra estaba considerado como el más importante de Europa y se celebró, como seguramente ya sabréis, hasta el año 2020, cuando la pandemia de COVID-19 acabó por eliminar todos estos eventos, que poco a poco se recuperaron, aunque nunca volverán a tener el mismo peso de antaño. Pero claro, en 1994 eso de pandemias solo se imaginaba en las películas y el evento suizo, tradicionalmente celebrado en marzo, era de una importancia total, lo que provocaba que los fabricantes europeos lo eligieran para presentar su mayores novedades.
No era un coche totalmente nuevo, en realidad era una muy profunda evolución del 348. Hay quien dice que era el resultado queso habría tenido si el 348 se hubiera desarrollado como corresponde, pero el caso es que, recordad, Ferrari no estaba en un momento especialmente boyante y los problemas en la compañía eran importantes, sobre todo tras la muerte de Enzo. Quizá por eso, el F355 también tuvo tanto peso en la marca, ya que fue uno de los primeros coches desarrollados sin Enzo Ferrari al frente de la compañía.
Actualmente, su motor Dino V8 de 3,5 litros parece incluso pequeño, al igual que sus 380 CV parecen escasos –incluso el CUPRA Formentor tiene más potencia en su versión VZ5–, pero ya presumía de cigüeñal plano y bielas de titanio, capaz de girar a 8.500 revoluciones. Con sus 109 CV por litro, y su 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, el Ferrari F355 era uno de los deportivos más rápido de su época. Y hoy día, deja claro que, como decíamos al comienzo, los Ferrari ya no son lo mismo.