El aún reciente Salón de Detroit ha sido el escenario elegido por Ford para dar a conocer la séptima generación del Mustang. Con una imagen que evoca a la del modelo original de 1964 y que expresa aún más deportividad que todas sus anteriores ediciones, el nuevo Mustang se presenta en sus tradicionales carrocerías coupé y convertible en tres versiones diferentes, con importantes mejoras tecnológicas y de equipamiento y, en especial, con el nuevo motor V8 5.0 litros GEN IV.
La séptima generación del coupé deportivo americano por excelencia arrancará con el Mustang posicionado como el muscle car más vendido en todo el mundo tras haber superado el modelo en sus 58 años de historia los 10 millones de unidades vendidas a escala global. El nuevo Mustang llegará a los mercados europeos a mediados de 2023, aunque será dado a conocer como el modelo correspondiente a 2024.
Los diseñadores e ingenieros de Ford han centrado sus trabajos en esta ocasión en dotar al modelo de una imagen más deportiva y refinada que en ninguna otra ocasión precedente a la vez que en mejorar su contenido tecnológico con importantes mejoras. Sorprende, eso sí, que en plena fase de retirada de las mecánicas ICE, la gran novedad del nuevo Mustang sea un nuevo bloque de ocho cilindros en V y 5.0 litros de capacidad perteneciente a la familia GEN IV desarrollada por los técnicos de Ford y que ha sido especialmente renovado para aportarle mayores prestaciones y capacidad de respuesta ahora que va a ocupar el vano motor del muscle car de la marca del ovalo.
En cuanto al diseño del coche, basta conocer los titulares bajo los cuales Ford ha presentado las nuevas versiones del Mustang para conocer las intenciones de la marca para el mismo: “Más deportivo que nunca antes”. Aun así, la imagen exterior del coche apenas varía, pues su estética es como no podía ser de otra manera en un modelo tan especial es bastante continuista con las de las ediciones precedentes y que ahora, con los cambios introducidos vuelve a evocar, curiosamente a la línea y trazos que hicieron de la primera generación del coche un icono del mundo del automóvil.
Pero aun así, el nuevo Mustang cuenta eso sí con un estilo más moderno que sin duda va a resultar atractivo especialmente para aquellos clientes de nueva hornada que desconocen la pureza y las esencias que el diseño del coche evoca en cada tramo de su carrocería, así como también mantiene unas proporciones semejantes a las del primer Mustang.
El frontal del coche es más bajo y adopta un estilo aún más horizontal, en el que se han integrado unas nuevas ópticas LED que ayudan a reforzar el tradicional impacto visual que el Mustang genera desde que posas los ojos en él y que perdura desde el lanzamiento del modelo en 1964. La aerodinámica se ha optimizado y fruto de ello se aprecian unas nuevas rejillas abiertas sobre el capó para para dar salida a los flujos de aire que refrigeran al motor, así como la adopción de un completamente nuevo diseño para su splitter delantero en la zona inferior de su frontal. Este no deja de ser un detalle ciertamente curioso, puesto que será uno de los elementos que permitirán distinguir cada una de las versiones del coche del resto, puesto que cada variante tendrá uno diferente que la identifique.
La vista lateral mantiene igualmente la estilizada línea que le aporta la caída prolongada del techo hacia la zona trasera, que esta vez se apoya sobre unos hombros más anchos a la altura de los pasos de rueda del eje posterior que vienen a aportar una aún mayor sensación de potencia y dinamismo a su diseño. Ford añade a esta nueva edición del Mustang dos nuevos diseños entre los cuales escoger las llantas, en ambos casos de 19 pulgadas, cuyo abierto diseño permite apreciar las potentes pinzas de freno de origen Brembo acabadas en rojo o en negro sobre las cuales figura el clásico pony corriendo que configura el reconocible logotipo del Mustang.
En la zaga, con su corto voladizo, destaca especialmente el nuevo alerón dispuesto a modo de remate en su parte superior, con las tres barras verticales que ofician a modo de ópticas y que se vienen manteniendo generación tras generación variando levemente su diseño y acabado. El paragolpes, al igual que el frontal, también es de nuevo diseño.
El volumen de la zaga oculta, tanto en la versión de carrocería coupé cerrada como en la convertible un maletero de buenas dimensiones, cuyo considerable volumen permite acoger el equipaje de los cuatro pasajeros que pueden viajar en el interior del coche. Ford ofrece para el Mustang una amplia paleta de colores para su acabado exterior que introduce tres nuevas posibilidades hasta alcanzar la docena de posibles opciones para que los clientes elijan la suya propia.
Chasis y bastidor han recibido también una puesta a punto específica, dado sobre todo el especial interés que Ford tiene para presentar el Mustang en los circuitos y disputar numerosas competiciones con sus versiones más prestacionales. El coche ha sido pensado para eso y los ingenieros han incorporad unas estabilizadoras más gruesas en ambos ejes, así como unos nuevos amortiguadores delanteros de mayor resistencia y reforzado las torretas de la suspensión para permitirle soportar las mayores exigencias a las que será sometido, al igual que se ha potenciado el equipo de frenado introduciendo en el eje delantero discos de mayor tamaño y pinzas de pistones fijo y rotores de mayor tamaño. Todo con vistas a las mayores exigencias que los usuarios puedan llegar a hacer del coche en los circuitos y, en especial, para dar respuesta al mayor potencial que la nueva mecánica V8 5.0 litros le aporta.
Para las suspensiones —independientes en ambos ejes— los ingenieros de la marca se han decantado por un esquema activo que permita ajustar su respuesta en función del modo de conducción elegido y del estado de la carretera por la que se circula, gracias a la monitorización continua de la amortiguación, así como del uso que el piloto hace de la dirección y la frenada del vehículo.
El interior es la zona del nuevo Mustang 2024 en la que los cambios resultan más evidentes y apreciables. Lo primero que llama la atención cuando te sientas al volante es sin duda el nuevo salpicadero donde se alojan tanto la instrumentación como el nuevo panel de mandos digital y el amplio tamaño que los mismos tienen.
La instrumentación presenta un cuadro digital configurado en una pantalla de 12,4 pulgadas cuyo diseño se puede personalizar a gusto del conductor en función tanto del modo de conducción escogido por este como de sus preferencias particulares. El cuadro está protegido por una pantalla de cristal que se prolonga hacia el puesto del acompañante para, en una misma pieza, proteger igualmente el panel de mandos digital dispuesto sobre la zona central/frontal del salpicadero y que viene a reemplazar a la tradicional cúpula que se ubicaba en la zona superior del mismo, en la que los cambios son más evidentes.
Unos puertos USB se ubican estratégicamente instalados en la zona superior del panel de mandos digital para permitir instalar tanto cámaras de grabación como los distintos elementos de medición que muchos aficionados utilizan de modo habitual para conocer los registros y prestaciones que han obtenido durante sus tandas en circuito.
El panel de mandos digital incorpora elementos de tecnología cuyo funcionamiento se puede controlar digitalmente mediante el uso de la pantalla táctil de 13,2 pulgadas. En ella se visualizan las funciones del avanzado sistema de control SYNC 4, compatible tanto para sistemas Android Auto como Apple CarPlay y que integra las múltiples aplicaciones y funciones de la app Ford Pass. Esta permite disponer de asistencia las 24 horas del día los 365 días del año, proporcionando servicios vinculados al posible robo del vehículo (avisa al propietario que el coche se está desplazando en el momento en el que lo hace), ayudando a localizar en todo el momento su ubicación y manteniéndole continuamente en comunicación con el coche, al tiempo que le permite conocer los principales datos e informaciones relativas a su estado, salud mecánica, niveles de combustible, de aceite, el historial de servicios, las garantías vigentes, etc.
Igualmente, también integra el control del funcionamiento del equipo de sonido instalado a bordo. Ford ofrece de serie para el Mustang uno de última generación firmado por el especialista Bangs & Olufsenn al que acompañan 12 altavoces y un subwoofer repartidos por el interior del habitáculo. Este equipo también permite controlar la nueva tecnología que Ford introduce en el Mustang para mejorar electrónicamente el sonido y la rumorosidad que el motor produce a bordo del coche modulándola adecuadamente al gusto del conductor y sus pasajeros bien para hacer más cómodo y placentero el viaje, bien para transmitir las adecuadas sensaciones a la conducción real que se esté practicando.
El volante, también es de nuevo diseño. Su aro es más grueso y tiene el tercio inferior achatado. Se ofrece terminado en cuero, con las costuras acabadas en el color que el cliente elija. Cuenta con tres brazos, dos horizontales y uno vertical en la zona inferior. En los horizontales se insertan los controles de manejo de los distintos sistemas integrados a bordo para permitir que el conductor no suelte las manos del volante durante la conducción. Tras el volante se encuentran las levas de manejo del cambio automático de diez relaciones que se ofrece opcionalmente en las versiones superiores del Mustang.
Otra de las claves del nuevo interior del coche es la iluminación ambiental que Ford ha instalado a bordo. Esta es completamente personalizable al gusto del conductor, que puede establecer tanto los colores como los tonos de la misma a su antojo y así personalizar el cromatismo que se disfruta a bordo. De serie, estos vienen configurados en colores oscuros y un tanto cobrizos.
Tonos que permiten apreciar claramente la calidad de acabado y terminación que ofrecen los nuevos materiales instalados en salpicadero, guarnecidos de puertas, techo, etc, que combinan superficies de cuero con otras elaboradas en plásticos de tacto suave dotados con un acabado granulado que ha sido desarrollado específicamente para la marca y para su uso a bordo del Mustang.
En la consola central, gracias a la eliminación de los mandos manuales del sistema de ventilación se abre ahora el espacio habilitado como plataforma de carga inalámbrica donde recargar dispositivos móviles a bordo (smartphones, tablets, …). En cuanto a los asientos, de diseño y tacto deportivo, están forrados en cuero y cuentan, al igual que otros paneles, con un patrón decorativo de perforación exclusivo.
El equipo de ingenieros ha aprovechado esta renovación del modelo para incorporar nuevas tecnologías avanzadas al Mustang. Así incorpora a su dotación nuevos sistemas y funciones de asistencia a la conducción de última generación, algunos de ellos ya disponibles en el nuevo Mach-E, como pueden ser el de reconocimiento de señales de velocidad, el control de crucero adaptativo inteligente con función Stop & Go; una nueva dirección asistida con función evasiva automática en caso de detectar posibles riesgos de colisión; el sistema de ayuda al conductor en maniobras de cambio de dirección, el asistente de frenado en circulación marcha atrás, etc.
En cuanto a la mecánica, la gama del nuevo Mustang únicamente ofrece motores gasolina. En concreto el cuatro cilindros 2.3 EcoBoost turboalimentado ya conocido de la anterior gama del modelo y el nuevo motor V8 atmosférico de 5.0 litros antes mencionado. Para este último Ford ha avanzado una potencia máxima de 480 CV, si bien esta no es una cifra definitiva, puesto que la marca aún no ha concluido con su puesta a punto y, por tanto, con su consiguiente homologación definitiva.
El motor V8 cuenta con un nuevo sistema de admisión desarrollado por los ingenieros de la marca con diseño de doble toma y de doble cuerpo para la mariposa, que permite minimizar las posibles pérdidas de admisión a la vez que procesar un mayor caudal. Tanto esta mecánica como la de menor capacidad ofrecen hasta seis modos de conducción diferentes: Normal, Sport, Deslizante, Drag y Pista (exclusivo para su uso en circuito), a los que se añade un sexto programa de ajustes y perfiles totalmente personalizables al gusto del piloto. La transmisión es una manual de seis relaciones de marcha que, opcionalmente, puede cambiarse por una automática de 10 marchas, que es un desarrollo propio de los ingenieros de la marca.
Ford ofrece para el Mustang un paquete deportivo denominado Performance que incluye llantas de aleación especificas y calzadas con neumáticos de competición Pirelli P-Zero PZ4, diferencial de deslizamiento limitado deportivo para aumentar la capacidad de tracción del vehículo, un equipo de frenos Brembo mejorado que hace aún más fácil el manejo del coche para los conductores menos avezados, un nuevo sistema de freno de mano electrónico de competición (electronic drift brake) que hace más fácil el control del drifting a los conductores menos expertos. Igualmente monta un nuevo sistema de escape de válvulas activas para ajustar el sonido de la mecánica al gusto del usuario.
La gama del nuevo Mustang se establecerá a partir de las dos versiones de carrocería ya conocidas, Coupe y Convertible y de las versiones GT y Dark House. Las versiones GT serán el corazón de la gama y se reconocen exteriormente aparte de por el splitter y los paragolpes antes mencionados por su parrilla frontal con aperturas de mayor tamaño.
Las Dark Horse (caballo negro) son las más radicales y deportivas de la gama. Además de los cambios mencionados elaborados de manera específica para ellas, en el frontal también se adopta un gráfico a modo de sombra alrededor de las ópticas LED delanteras, una parrilla frontal exclusiva acabada en negro brillante y con orificios trapezoidales, el paragolpes delantero con colmillos específicos acabados en el mismo color, faldones laterales, alerón trasero fijo, un difusor aerodinámico posterior exclusivo inspirado en la competición y con la cuádruple salida de escape oscurecida,…
En cuanto a la versión Convertible, indicar que mantiene su capota de tela tradicional, esta vez accionable mediante un sistema eléctrico “one touch” (un solo toque) dotada con un sistema central de bloqueo de sencillo uso. El sistema de plegado es de compacto diseño, gracia a lo cual la capota roba relativamente poco espacio a la zona trasera, lo que facilita una mayor capacidad de carga en el maletero.
La nueva generación del Mustang es en sí misma toda una gran declaración de intenciones por parte de Ford, en un momento en el que muchos de sus competidores abandonan bien el segmento bien el negocio de los vehículos impulsados por motores de combustión interna. Ford, por su parte, apuesta por añadir nuevas tecnologías avanzadas y nuevas opciones híbridas en los modelos más rentables de sus gamas populares, pero no por ello reniega de seguir manteniendo los bloques gasolina para mover al Mustang. Aún así, la apuesta de futuro de Ford pasa por mantener una decidida apuesta por los vehículos eléctricos. Ford está invirtiendo más de 50.000 millones de euros en el desarrollo de una completamente nueva gama de vehículos eléctricos que será dada progresivamente a conocer hasta alcanzar el año 2026.
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