Allá por el año 2015, Jaguar puso en circulación el XE, un coche que ocupaba el lugar dejado por el Jaguar X-Type, que había sido desarrollado sobre la plataforma del Ford Mondeo y que lucía una imagen, quizá, demasiado tradicional. Con el XE, Jaguar tomó otro camino y se inspiró en e XF, el reemplazo del S Type, para poner un sedán de tamaño medio en liza, con el pelear con mejores argumentos contra modelos de la talla del BMW Serie 3 y del Audi A4, auténticos bestsellers en el segmento premium.
Era, y es (todavía se comercializa en 2022), un coche que entraba por los ojos, gracias un diseño que ofrecía una acertada combinación entre deportividad y elegancia, siendo un digno rival del Alfa Romeo Giulia. Además, contaba con versiones interesantes, con tracción total o propulsión y hasta con 300 CV en sus inicios. Pero, sin embargo, nunca ha logrado centrar la misma atención que sus rivales directos, aunque hubo un momento en el que Jaguar, dejó claro que podía poner a quien se le antoje contra las cuerdas, dando a conocer uno de los modelos más radicales y deportivos de cuantos ha tenido en catálogo, y han sido muchos.
Aquella criatura adornada con el famoso felino declaraba 600 CV y 700 Nm. procedentes de un V8 5.0 con compresor, pasando por encima del V6 biturbo de 2.9 litros del Alfa Romeo Giulia y por encima de los V8 alemanes en la categoría en aquel momento. Era el Jaguar XE SV Project 8, una versión super radical. Además, si el XE normal ya es un coche atractivo, el SV Project 8 resulta super racing, con un ensanche de las vías traseras que aumentaba en 55 milímetros (para poder acoger las gomas traseras de 305 mm) y unos elementos aerodinámicos que no pasan desapercibidos.
Dicho propulsor se combinaba con un cambio automático de ocho relaciones y un sistema de tracción total con diferencial trasero activo, que, además, tenía un radiador propio para poder rodar en circuito y no desintegrar el diferencial. Pero los detalles no se detenían aquí, porque tenía una línea de escape fabricada con titanio y amortiguadores adaptativos. También fue el primer Jaguar en equipar un “modo Track”, destinado a rodar en pista cerrada.
Era el Jaguar de producción más potente hasta la fecha (2017) y según la marca, el más enfocado a circular en pista cerrada de cuantos ha fabricado hasta el momento. Declaraciones muy elocuentes, pero que chocaban con ediciones como los Jaguar D-Type de mediados de los 50 por ejemplo. Ese coche era un modelo de carreras, adaptado mínimamente a circular por vías públicas… el XE SV Project 8 era un sedán de producción embrutecido hasta el extremo.
Pero dejemos eso y vamos al modelo, al Jaguar XE SV Project 8, que sigue siendo un vehículo extremo por configuración, aunque seguramente, menos “sufrido” que aquel Jaguar D-Type. Mucho menos por la tecnología actual que asiste la mayoría de sistemas como la dirección o los frenos, y porque las comodidades actuales eran inexistentes en aquel entonces. Por ejemplo, montaba unos espectaculares asientos bucket con estructura de fibra de carbono, pero estaban finamente tapizados en piel de alta calidad y rodeados de un salpicadero, puertas, techo, así como todos los elementos que conforman el habitáculo, diseñados y fabricados para ofrecer una atmósfera de lujo y deportividad.
Jaguar fabricó 300 unidades, todas ellas a mano, y se podía elegir entre dos variantes, que afectan principalmente a ese habitáculo del que hablamos antes. Por un lado, estaba la versión de cuatro plazas, la que podríamos definir como la “estándar”. Por el otro, la marca ofrecía el llamado “Track Pack”, que eliminaba la banqueta trasera y ponía en su lugar una semi jaula ahorrando 12,2 kilos.
Toda la puesta a punto se llevó a cabo en Nürburgring, la actual meca del automovilismo mundial y donde todos aquellos que quieran entrar en el olimpo de los deportivos, deben rodar. Puesta a punto, por cierto, que llevó a montar dobles triángulos para el eje delantero y un sistema multibrazo atrás (Integral Link) con casquillos cerámicos y unos frenos de “composite”, que llegan a 400 milímetros de diámetro en el eje delantero, con una pinza de seis pistones.
Rodando en el Infierno Verde, también se desarrolló el trabajo aerodinámico que lucían todas las unidades. Solo había que echar un vistazo al coche para notar todos los cambios efectuados, pero destacaba especialmente el paragolpes delantero fabricado con fibra de carbono, las taloneras, el capo con abertura de refrigeración o el espectacular alerón trasero. Las llantas eran específicas, con un diámetro de 20 pulgadas y calzadas con gomas Michelin Pilot Sport Cup 2.
El Jaguar XE SV Project 8 explotaba al máximo el pasado racing de la marca, siendo capaz de acelerar de 0 a 100 en 3,3 segundos, alcanzando los 322 km/h. Aunque seguramente no llegues a verlo nunca, pues la mayoría pasará sus días cogiendo polvo en un almacén…
Recibe cada semana una selección de nuestros mejores artículos suscribiéndote a nuestra newsletter.