Los inicios de Volkswagen no hacían presagiar que llegaría tan lejos como ha llegado. Actualmente, es uno de los principales fabricantes del mundo y es propietario de uno de los grupos industriales más importantes del mundo, teniendo bajo control marcas como Bentley, Porsche o incluso Bugatti. Una evolución notable desde el famoso “Escarabajo” hasta nuestros días.
Si echamos la vista atrás, el Volkswagen Tipo 1 se diseñó para ser sencillo, robusto, duradero, pero al mismo tiempo económico y versátil. El caso es que el Volkswagen no era un coche que se pudiera considerar bonito, simpático quizá, bonito, según los ojos que lo miren. Es por eso que Mario Boano, director del departamento de diseño de Ghia, propuso a Volkswagen la creación de, precisamente, un coche más atractivo visualmente, pero sin tener que complicar el tema técnico. Además, se contaría con la colaboración de Karman, quien ya fabricaba la versión descapotable del Volkswagen.
Aunque por fuera es un coche realmente bonito y elegante, el Volkswagen Karman por dentro es un escarabajo
La idea resulta atractiva y los alemanes aceptan, dando lugar al Volkswagen Karman Ghia, comenzando la producción en 1955 en los talleres de Karman, en Osnabrück. Del diseño se encargó Luigi Segre, quien dio forma a una carrocería que resultó todo un acierto. Líneas redondeadas, sencillas, simples y elegantes. Un tipo de diseño que se ha perdido y se ha sustituido por formas recargadas y rebuscadas, excesos por doquier para unos coches que no soportarán bien el paso del tiempo (es lo que ocurre cuando se exageran las cosas). Estuvo en producción 20 años, aunque no todas sus generaciones merecen la pena, la mejor, sin duda, es la primera, la primigenia.
No obstante, aunque por fuera es un coche realmente bonito y elegante, por dentro es un escarabajo. La plataforma es la empleada por el “Käfer”, con viga central y ejes independientes, de diseño super simple y fácil de adaptar. Es una base tan sencilla y versátil que también sirvió para la realización de una versión descapotable del Karman Ghia (además de la Volkswagen T1, del todoterreno Iltis y de los famosos “Buggies”).
Que la plataforma sea tan versátil no debe sorprender a nadie, pues fue obra de Ferdinand Porsche y hasta fue empleada por su hijo para su primer automóvil propio, el Porsche 356, aunque esto es otra historia. Volviendo al Volkswagen Karman Ghia, hay que decir que el motor también se tomaba prestado del Volkswagen Tipo 1 y que, además, fue igualmente desarrollado por Porsche. Tenía 1.2 litros de cilindrada, estaba refrigerado por aire y rendía, en su primera versión, 30 CV. El paso de los años supone diferentes aumentos de prestaciones y cilindrada; primero se aumentó el caballaje del 1.2 a 34 CV y luego se pasó a 1.3 litros con 40 CV. Posteriormente se llegó a 1.5 litros y 44 CV y por último, a 1.6 litros y 50 CV. Nunca superó los 140 km/h.
Es bastante común que los propietarios realicen transformaciones y acoplen motores Porsche a estos bonitos coupés. Así, es normal encontrar un Volkswagen Karman Ghia con el 2.0 del Porsche 911 de primera generación, que con 130 CV convierte al coupé alemán en un clásico muy interesante.
Si estás pensando en adquirir uno, que sepas que no son precisamente caros (aunque tampoco se pueden considerar baratos) y los “aircooled” de Volkswagen cuentan con una enorme comunidad en toda Europa. Es posible encontrar unidades desde 5.000 euros (necesitan mucho año y cariño) hasta los 30.000 euros (en un estado excepcional, de estricta serie o pulcramente restaurado).
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