Hace 50 años que Lamborghini presentó en el Salón de Ginebra de 1971 el Countach, un modelo cuyo nombre se debe directamente a la expresión que manifestó el creador de la marca italiana cuando contempló por primera vez el prototipo inicial del modelo. Desde entonces la fuerza del diseño del superdeportivo no sólo ha marcado el camino al resto de los modelos de su segmento, sino que ha marcado el ADN estético y de diseño de los sucesivos vehículos que Lamborghini ha lanzado al mercado.
Diablo, Murciélago, Gallardo, Reventon, Estoque, Aventador, Huracan, Sian, e incluso el Urus, primer SUV de la marca beben en su diseño de las líneas maestras que el Countach estableció en su día como el ADN del diseño de todos los modelos que le han seguido en el desarrollo de la gama de Lamborghini.
El Lamborghini Countach marcó un antes y un después en la línea de los modelos de Sant’Agata
«Hay obras de arte que siempre siguen siendo relevantes, y la forma del Countach es una de ellas», comenta Mitja Borkert, Jefe de Diseño de Lamborghini, para describir el icónico estilo que introdujo en su día el Countach. “Su diseño —añade Borkert— parte de unas perfectas proporciones para generar un estilo fuertemente caracterizado por unas líneas cuyo enfoque es muy puro y esencial. La principal característica distintiva del Countach es su única línea longitudinal, que conecta visualmente sus partes delantera y trasera. Desde el punto de vista estilístico, es una fuente de inspiración perfecta que caracteriza el diseño de la marca, porque, incluso cuando el resto del diseño se ha modificado por completo, esta línea se comporta como un marcado elemento de continuidad visual entre pasado y presente. Es el epítome del ADN en todo el diseño de Lamborghini, la tradición del lenguaje estilístico de la marca desde sus orígenes hasta la actualidad «.
Muy bajo y muy ancho, la vista frontal del Countach se caracteriza por las marcadas líneas diagonales de su capó, que también se repiten en la zaga sobre el compartimiento del motor, una simetría que hacía al Countach reconocible de inmediato desde cualquier distancia. La baja y cuadrada forma de su habitáculo, combinada con la típica inclinación del parabrisas de los Lambo, ha influido decisivamente en el diseño de los distintos modelos que han seguido al súperdeportivo que marcó las líneas de diseño de los años 70 y 80. Son precisamente estas formas, junto con el corte particular y característico de las ventanillas laterales, las que se han mantenido inalteradas a lo largo de los años permitiendo que cualquier modelo Lamborghini sea rápida y fácilmente identificable a primera vista.
Durante la década de los años ‘70 del pasado siglo, el Countach introdujo un muy marcado estilo futurista en el sector del automóvil que se adelantó claramente a su tiempo y marcó una era de creatividad explosiva que sin duda determinó uno de los momentos más significativos para el diseño en el sector del automóvil. Fueron años de importantes logros sociales, que se reflejarían en los significativos cambios que inspirarían a diseñadores y creativos por todo el mundo. La carrera espacial; el advenimiento de la alta tecnología con el desarrollo de computadoras modernas; las tendencias de la moda ligadas a los patrones geométricos, las elecciones extravagantes y la explosión de colores vivos; el advenimiento del individualismo y la era del jet; son todos ellos elementos que influyeron en las elecciones estilísticas que adoptó el diseñador del Countach, Marcello Gandini.
Desde el inicio del proyecto, el Countach también debe sus fundamentos a la preclara visión de futuro que el fundador de la marca, Ferruccio Lamborghini, aportó a los sucesivos modelos que conformaron sus gamas. Lamborghini creyó desde el principio en el revolucionario proyecto que le presentaron pintado sobre un papel y cuyas líneas maestras hoy siguen influyendo en el estilo de los futuros modelos Lamborghini.
Tras su presentación como concept car en el Salón de Ginebra y a la vista del éxito alcanzado durante la muestra, el Countach (primer modelo de la marca cuyo nombre no supone una referencia al mundo taurino al que tanto ha estado vinculada la marca) entró en producción tres años después debido a las fuertes convulsiones económicas y cambios de propiedad que la marca sufrió durante los años ‘70 y ‘ 80 de la pasada década lo que llevó a importantes retrasos en cuanto a la producción y entrega de modelos se refiere. Aun así, el Countach perviviría hasta la década de los ’90, cuando finalmente fue reemplazado por el Diablo, modelo que debe su nombre a un magnifico toro lidiado el 11 de julio de 1869 por José Lara Jiménez “Chicorro” durante su confirmación en la plaza de Madrid (sita por entonces junto a la Puerta de Alcalá antes de trasladarse en 1870 a la Fuente del Berro, que precedió a la de Las Ventas, que se inauguró en 1931).
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