Si el verdadero lujo reside en dejar que el cliente elija qué es lo que quiere a bordo de su automóvil, ¿por qué no dejarle también que elija las líneas de la carrocería de su próximo coche?. Rolls Royce quiere seguir marcando el paso del segmento superior del mercado y para ello ha creado Coachbuid una nueva división que facilita a sus clientes más selectos y adinerados la posibilidad real de crear su propio coche.
En 2017, el Swep Tail marcó el camino. Fue el primer coche construido íntegramente bajo las indicaciones de su comprador. 15 millones de euros tuvieron entonces la culpa de que Rolls Royce abriera las puertas de sus talleres para que los maestros artesanos e ingenieros de la marca desarrollaran las ideas plasmadas por el comprador del coche para crear un modelo de marcada inspiración náutica y totalmente personalizado al gusto del cliente. No era el primero. En 1932 la marca británica de lujo creó el “Boat Tail” original, fabricando un modelo con revestimientos de madera y una parte trasera que recreaba las de un barco.
En el Boat Tail, Rolls-Royce y el cliente trabajaron codo con codo desde el planteamiento inicial hasta su fabricación
Un cliente que cuenta con uno de los Boat Tail original, propuso la idea de actualizar el modelo con la tecnología actual, y adaptarlo a sus gustos. Es lo que se denomina un “once-off”, por lo que Rolls-Royce creó el departamento Coachbuild para desarrollar, de la mano del cliente, el vehículo. No tardaron otros dos multimillonarios en apuntarse a la creación de “su” vehículo, y aunque la base es la misma, son vehículos diferentes, como lo confirma el hecho de que este primer modelo que se ha presentado, se ha utilizado 1.813 piezas nuevas y exclusivas para este cliente.
Además de ser un vehículo caro, veintitrés millones de euros, es muy largo, ya que mide 5,80 metros. Su diseño es un guiño al mundo de los barcos, la unión perfecta entre un navío y un coche. Como no podía ser de otra manera, predomina el color azul de los mares, en dos tonalidades, que se reflejan incluso en las llantas de diseño. El chasis de aluminio aligera el peso, que aumenta las prestaciones de su motor 6,75 V12 de 563 CV. Unas prestaciones que no se conocerán públicamente y que se consideran las justas para un modelo como este.
En su interior destaca el hueco habilitado para dos finos relojes reversibles, de dama y caballero, que pueden llevarse en la muñeca o dejarlos en la parte delantera del vehículo. Están diseñados por la marca suiza Bovet 1822, y no es la única colaboración externa de Rolls-Royce, ya que la cubertería ha sido diseñada y creada por Christofle en París, e incorpora el nombre del modelo.
Donde más destaca ese guiño al mundo náutico es en la zaga, con un claro estilo cola de barco. Tiene un punto bajo y cuenta con unos grupos ópticos muy finos. La cubierta de lo que podíamos considerar como maletero es de madera de caleidolegno. Se abre como las alas de una mariposa, y debajo descubrimos un mundo de lujo y exclusividad.
Un interior que refleja los gustos y las necesidades de los clientes. De un lado tenemos todo lo necesario para los aperitivos, y del otro todo lo necesario para la cocina. Incorpora una nevera doble, que mantiene una temperatura fija de seis grados, la que necesita para estar en su estado óptimo el champán Armand Brignac. Además, dispone de un enfriador con ventilador para el caviar. El nivel de personalización llega a tal extremo, que hubo que introducir un cambio cuando el cliente insistió en que quería un molinillo y no un agitador.
Pero toda experiencia gastronómica al aire libre no es completa si no se disfruta con comodidad, por lo que de un lado del cofre salen una mesa sobre la que poder disfrutar la velada y, de la misma forma, dos taburetes diseñados por Rolls-Royce, pero fabricados por la firma italiana Promemoria. Es evidente que en un día de picnic, hay que protegerse de los rayos solares, y si no tenemos cerca algún árbol que nos de cobijo, el Rolls-Royce Boat Tail también incorpora un parasol de diseño que tiene una cómoda apertura y nos permite aumentar el grado de confortabilidad de la velada.
Como podéis daros cuenta, un lujo al alcance de unos pocos. Posiblemente lo mejor no sea el resultado final, sino poder participar de manera directa en el día de a día del diseño y la fabricación del vehículo. Una trabajo que nos permite construir el coche de tus sueño. ¿Cuál es el tuyo?.
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