Un Lamborghini 400 GT 2+2 ha realizado un recorrido muy especial en Londres, desde los estudios Abbey Road hasta Savile Row. Este trayecto ayudó a definir a la banda más exitosa del mundo, The Beatles, a quien Lamborghini rinde homenaje en el 60 aniversario del lanzamiento de su primer single, “Love Me Do”, presentado el 5 de octubre de 1962. Los Beatles grabaron casi todas sus canciones en Abbey Road, entre ellas “Love Me Do”, y cuando actuaron por última vez en la azotea de su sede de Apple Corps, en Savile Row, el 30 de enero de 1969, un Lamborghini 400 GT 2+2 de color Rosso Alfa (rojo) con interior Nero (negro), se encontraba aparcado abajo. El coche aparece en Get Back, el recientemente galardonado documental sobre los Beatles, dirigido por Peter Jackson.
Los cuatro miembros de la banda eran unos amantes de los coches, pero Sir Paul McCartney se sintió especialmente atraído por el encanto del Lamborghini 400 GT 2+2. Numerosas fuentes sugieren que, en torno a la época en la que los Beatles grabaron su “White Album” en 1968 – en él se incluye la inmortal “Let It Be” – con el que pusieron fin a su carrera, McCartney poseía uno, a pesar de la inexistencia de una documentación oficial que lo demuestre.
El Lamborghini 400 GT 2+2 fue lanzado en 1966, apenas tres años después de la fundación de Automobili Lamborghini. A pesar de que la compañía se encontrase en sus primeros días, el 400 GT 2+2 fue considerado uno de los mejores GT disponibles en el mercado. Era la expresión perfecta de la idea original de Ferruccio Lamborghini de crear el GT más rápido, cómodo y bello, y su configuración de 2+2 también lo hacía bastante práctico. Fue diseñado por Carrozzeria Touring, que era entonces una de las firmas líderes en términos de estilo y alta calidad artesanal. Equipaba un motor DOHC V12 de cuatro litros, cuya arquitectura sigue siendo hoy una seña de identidad de Automobili Lamborghini.
En este último vídeo de Lamborghini, Dylan Jones OBE, periodista, autor y locutor inglés que ha entrevistado a Sir Paul McCartney en numerosas ocasiones, recorre este fascinante viaje, llevándonos de vuelta a los años sesenta para explorar la influencia de Londres en el compositor y la época a la que él y el resto de miembros de la banda dieron forma tan profundamente.
“Londres era el lugar en el que McCartney se inspiraba. Era la ciudad que alimentaba su escritura, sus procesos creativos y su curiosidad sin límites”, dice Jones. “Si antes se consideraba un tradicionalista, los rápidos cambios que se estaban produciendo en la cultura underground londinense le animaron a explorar su creatividad, colaborando con John Lennon para crear una serie de obras maestras de la música que siguen siendo insuperables”.
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