El Grupo B de Rallyes fue cancelado y borrado del mapa a finales de la década de los 80, cuando el Lancia Delta S4 de Henri Toivonen y Sergio Cresto se salió de la carretera e incendió, falleciendo ambos ocupantes. Era la culminación de lo que muchos venían diciendo desde hacía tiempo, los Grupo B eran bestias sin ningún tipo de control, se había perdido el norte y nadie sabía dónde podrían llegar. Su desaparición estaba anunciada con antelación, aunque eso no significó que fuera mejor aceptada.
La persecución de ser el más rápido en un campeonato cuya fama se había vuelto sencillamente brutal, provocó un desarrollo imparable y la aparición de coches con prestaciones casi al nivel de la Fórmula 1 de aquellos años, la cual, también vivía su particular época dorada en cuanto a prestaciones y desarrollo con los motores turbo. El modelo más bestia que vio nacer aquella loca época fue el Lancia Delta S4, la culminación de los Grupo B pero también su final.
Apareció en 1985 y debutó en el campeonato ganando. Era un coche sofisticado, muy complejo con su motor con doble sistema de sobrealimentación (compresor y turbo) y la tracción total que obligó a los ingenieros de Lancia a trabajar horas extra. El chasis era tubular, el motor estaba colocado detrás de los asientos y la carrocería se fabricó con kevlar y fibra de carbono.
Lo llamaron Delta por mantener una conexión con el modelo que por entonces, era el pilar fundamental de las ventas de la marca y el más adecuado para la competición. Pero del Lancia Delta no tenía ni siquiera los faros o los tiradores de las puertas. Tenía una ligera semejanza en el frontal, con dos grupos de faros redondos a cada lado de la calandra, pero todo termina ahí.
El Delta S4 fue un desarrollo ex profeso para el Mundial de Rallyes Grupo B y se hizo a conciencia. Tanto, que resultó demasiado rápido. Henri Toivonen llegó a afirmar que en ocasiones, el coche parecía tener vida propia y Cesare Fiorio, jefe deportivo de Lancia en aquellos años de locura, llegó a decir que: “Era un coche que, llevado al máximo, era inalcanzable. No obstante, llegar a ese límite era complicadísimo. Su potencia era exagerada, la aceleración estaba al nivel de los F1 turbo de la época, no era especialmente manejable y los pilotos trataron de interpretarlo de la mejor manera posible”.
Incluso el bicampeón del mundo en 1988 y 1989, Massimo Biasion, quedó perplejo ante tamaña bestia: “Mi primer contacto con el S4 fue bastante violento. Aceleraba brutalmente por su tracción total, era muy nervioso y debías aprovechar la velocidad que cogías durante la aceleración. Tuve que adaptar totalmente mi conducción. Tenías que pilotarlo hacia la mitad de la calzada, por la abrupta reacción de los diferenciales. El piloto que mejor lo interpretó fue Henri [Toivonen], especialmente en asfalto, donde entraba muy bien en las curvas”.
Como todos los descabellados coches del Grupo B, el Lancia Delta S4 tuvo que contar con una versión de producción, un coche que en subastas está alcanzando cifras de locura, en ocasiones superiores al millón de dólares. No en balde, el Lancia Delta S4 Stradale es uno de los modelos pensados para el Grupo B más raros y escasos. Incluso resulta más sencillo ver un Ferrari 288 GTO o un Porsche 959 que un Delta S4 Stradale. Y esto ya es decir mucho.
Las versiones de competición podían rondar los 480 CV exprimiendo al máximo el bloque de cuatro cilindros y 1.8 litros de cubicaje, pero la variante “de producción” se conformaba con 250 CV. No obstante, estéticamente era un calco del S4 para rallyes, aunque su carrocería se fabricaba con fibra de vidrio y el habitáculo estaba cuidadosa y lujosamente tapizado. Se podía ajustar el reparto de par entre los ejes gracias a contar con dos diferenciales de tipo mecánico en cada eje y uno central de tipo Ferguson.
No tuvo mucho tiempo para lucirse, pues en 1986 se canceló la categoría, así que apenas pudo completar dos temporadas, en 1985 y en 1986. Su “sustituto”, el Lancia Delta HF Integrale del Grupo A si pudo explayarse con libertad ganando seis mundiales de constructores y cuatro mundiales de pilotos hasta 1992.
¿Frenos ventilados todo el año? ¿Y si voy a Ávila o Teruel en enero será eso necesario? He mirado el catálogo de la subasta y en francés dice «4 freins ventilés avec pinces à 4 pistons» y en inglés «Ventilated brakes all-round with four-piston callipers», supongo que habrá sido cuestión del traductor de Goggle. Anécdotas a parte, es una unidad excepcional, ojalá se viniera para España a alguna colección abierta al público.
Hola Daniel. ¿Dónde lees lo de los frenos ventilados?. No conseguimos localizarlo. Gracias