Lancia se encuentra en uno de sus peores momentos. Sólo vende sus coches en Italia, aunque deberíamos decir que sólo vende su coche, pues actualmente la gama del fabricante italiano únicamente ofrece un modelo: el Lancia Ypsilon. Un automóvil que tiene muchos años a sus espaldas, pero que curiosamente, se vende muy, pero que muy bien en su país natal.
El Lancia Thema 8.32 montaba un motor Ferrari proveniente del 308
Por suerte, la fusión de PSA y FCA (Peugeot Société Anonyme y FIAT-Chrysler Automobiles) ha abierto una nueva puerta para los italianos, que junto a Alfa Romeo, compartirán elementos con DS Automobiles, posicionándose como marcas “premium” del enorme conglomerado llamado Stellantis. Un futuro que estamos deseando ver, sobre todo teniendo en cuenta el pasado tan interesante que ha tenido Lancia.
Nos alegramos mucho porque una firma como Lancia pueda tener un mejor futuro del que tenía hasta el momento, pero dudamos mucho que vuelva a tener coches tan especiales, entre los que podemos destacar el Lancia Delta HF Integrale o el Lancia Thema 8.32, por mencionar dos modelos relativamente modernos. El Lancia Lambda de 1923, por ejemplo, es otro de esos modelos con el logo de la lanza que merecen la pena ser recordados.
Pero en esta ocasión nos vamos a quedar con el Thema 8.32, básicamente porque en 2021 cumple nada menos que 35 años. Un coche que hoy día se considera todo un objeto de culto gracias a su propulsor de origen Ferrari. Muchos lo consideran el sedán que la firma del Cavallino nunca ha tenido y, en teoría, nunca tendrá. Aunque no deberíamos tardar mucho en ver el Purosangue, así que, ¿quién nos dice a nosotros que no habrá cambio de mentalidad y preparan un sedán?
El Lancia Thema 8.32 se lanzó al mercado como el tope de gama del Thema, que se presentó en el Salón de Turín de 1984. Era el resultado de un desarrollo conjunto entre el Grupo FIAT y SAAB, de donde salieron también el Alfa Romeo 164, el FIAT Croma y el SAAB 9000. Cada uno con una personalidad diferenciada, aunque el Croma y el Thema eran los modelos que más se parecían entre sí, algo que se acabó en 1986, cuando apareció el 8.32. No está demás mencionar que el Thema ya tenía una versión muy prestacional, el Turbo, que básicamente consistía en meter en el vano motor el motor del Delta Integrale.
Visto por fuera, el Thema 8.32 no se diferenciaba en exceso del resto de versiones, más bien, costaba saber si se estaba ante uno de esos especialísimos Thema con motor Ferrari o de un Turbo, aunque si eras observador podrías darte cuenta del rectángulo que se aprecia en la tapa del maletero, que resultaba ser un alerón retráctil súper curioso por lo pequeño, por su accionamiento y porque sólo aparecía a partir de 140 km/h. Si ves un Thema con un alerón muy pequeño en la tapa del maletero, debes saber que estás ante un 8.32 y que circula, al menos a 140 km/h.
Había más detalles que lo diferenciaban, como los espejos laterales, la calandra o las llantas (las ruedas son muy pequeñas para los cánones actuales: 205/55 15), pero lo que más le diferenciaba, obviamente, era el motor y sus prestaciones. Para no alargarnos mucho, el Thema 8.32 escondía bajo el capó delantero el bloque V8 del Ferrari 308, colocado en posición transversal y con tracción delantera. Hay que tener en cuenta que el 308 lo montaba en posición central-trasera (también transversal).
Pero no fue sencillo ponerlo ahí, porque no había sitio, hubo que modificar muchas cosas. Los soportes del motor eran nuevos, así como algunos periféricos, que además también tuvieron que ser reubicados en otro lugar. Entre esas cosas que se cambiaron estaba la bomba del agua, de diseño y desarrollo específico para el Lancia Thema 8.32, que hoy día es muy complicado encontrar.
Aun así, el Thema 8.32 gozaba de 215 CV a 7.000 rpm y 285 Nm de par a 4.500 rpm (el Thema Turbo alcanzaba los 314 Nm a 2.500 rpm). La velocidad máxima se cifraba en 240 km/h y el sprint lo completaba en 6,8 segundos. Prestaciones que se podían disfrutar en uno de los mejores interiores de la época, con el característico estilo italiano que mezclaba la deportividad de una instrumentación llena de diales e indicadores, con el lujo del mejor cuero y el mejor Alcántara (el cuero, por ejemplo, era tratado a mano específicamente para el Lancia Thema 8.32 por Pontrona Frau).
En su momento, era cerca de un 50% más caro que el resto de las versiones y se hicieron realmente pocos, menos de 4.000 unidades. De la primera serie, fabricada entre 1986 y 1988, sólo salieron de fábrica 2.370 unidades. De la segunda serie, fabricada entre 1989 y 1992, la tirada fue todavía más corta llegando a 1.601 ejemplares.
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