En el pasado Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, Charles Leclerc pudo poner fin a su particular maldición que tenía con su carrera de casa. En 2020 y 2021 logró la pole position por las calles del Principado, pero nunca llegó a transformarlas en victorias. Pese a esta maldición, en 2024 sí pudo transformar su pole en una victoria y pasó a la historia como el primer piloto de nacionalidad monegasca que consiguió ganar un Gran Premio de Mónaco en la Fórmula 1 moderna. Sin embargo, Charles Leclerc no ha sido el primer monegasco en ganar el Gran Premio de Mónaco. 93 años antes, en la era de los Grandes Premios, Louis Chiron se llevó la victoria a los mandos de un Bugatti en 1931.
GP MÓNACO 1931
El 19 de abril de 1931 se celebraba la tercera edición del Gran Premio de Mónaco. Las dos ediciones anteriores fueron ganadas por el británico William Grover-Williams (1929) y el francés René Dreyfus (1930), ambos a los mandos de un Bugatti. En esta carrera participaron un total de 23 coches, siendo 16 de ellos Bugattis, que era el constructor dominante en los grandes premios de la época. Cuatro de esos 16 Bugattis eran del modelo Type 51 y conformaban el equipo de fábrica de Bugatti, con Louis Chiron, Achille Varzi, Albert Divo (el piloto que le da nombre al hypercoche Bugatti Divo) y Guy Bouriat, como pilotos. Los verdaderos rivales que tuvo Bugatti ese día fueron los Maserati 8C 2500 de René Dreyfus, Luigi Fagioli y Clemente Bondietti. También estaba el germano Rudolf Caracciola con su Mercedes SSLK, pero la marca de la estrella no tenía coche como para plantar cara, así que el duelo era entre la marca de Molsheim y la marca de Bolonia.
Cuando se agitó la bandera de salida, René Dreyfus Mase puso con su Maserati en cabeza en la curva Santa Devota, pero el liderato no le duró nada al ser superado unos metros más adelante por Grover-Williams en Beau-Rivage (la subida hacia el Casino). El británico quedó fuera por un fallo mecánico, así que Dreyfus se volvió a poner en cabeza, con Achille Varzi y Caracciola como perseguidores. Varzi se puso líder en la séptima vuelta al adelantar a Dreyfus, mientras que Caracciola se tuvo que retirar en la vuelta 53 por problemas con el embrague. Sin hacer mucho ruido, el héroe local fue recuperando poco a poco terreno, e incluso llegó a batir el récord del circuito. Alcanzó al grupo de cabeza y llegó a ganar su carrera de casa por cinco minutos de ventaja con respecto al Maserati de Luigi Fagioli. Jean Bugatti, jefe del equipo e hijo del fundador de la marca Ettore Bugatti, no pudo contener su emoción al final del Gran Premio y abrazó a Louis Chiron. Habría que esperar casi un siglo para volver a ser testigos de la victoria de un monegasco en Montecarlo, pero esta vez a los mandos de un Ferrari.
LOUIS CHIRON, LA FIGURA MONEGASCA MÁS IMPORTANTE DEL AUTOMOVILISMO
El legado de Louis Chiron no se queda solamente en aquella victoria en casa de 1931. Fue uno de los padres del Circuito de Mónaco, ya que participó con el príncipe Luis II y Anthony Noghes en el diseño del circuito. Este piloto posee algunas estadísticas y récords únicos en el automovilismo que son dignos de mención. Ha ganado cinco veces el Gran Premio de Francia, tres GP de España, así como otro una victoria en grandes premios prestigiosos de la época como el de Alemania, Italia o Bélgica.
En el ámbito de la resistencia, tiene una victoria en las 24 horas de Spa de 1933. También llegó a quedar séptimo en la Indy 500 de 1929 a los mandos de un Delage. Louis Chiron posee una estadística bastante peculiar, que quizás no llegue a ser igualado nunca. Con la victoria que consiguió en el Rally de Montecarlo de 1954 con un Lancia Aurelia GT, se convirtió en el primer y único piloto hasta la fecha de toda la historia del automovilismo en ganar tanto el Gran Premio de Mónaco como el Rallye de Montecarlo.
También participó en el primer Mundial de Fórmula 1 en 1950 como piloto del equipo oficial de Maserati. En 1955 consiguió con un Lancia D50 la sexta posición en el Gran Premio de Mónaco, convirtiéndose en el piloto más mayor en puntuar en una carrera de F1 con 55 años. Tres años más tarde, también en el Gran Premio de Mónaco, Louis Chiron se convirtió en el piloto más mayor en participar en un Gran Premio puntuable del Mundial de Fórmula 1 con 58 años.
Actualmente, la marca Bugatti le homenajea dándole nombre a uno de sus hypercoches de calle, el Bugatti Chiron. En definitiva, pese a no haber sido nunca un piloto campeón, el legado de Louis Chiron le convierte en uno de los pilotos más legendarios del automovilismo y uno de los pocos que brillaron antes y después de la Segunda Guerra Mundial.
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