La marca de la estrella continúa con el desarrollo de su futuro hypercar deportivo, el Mercedes-AMG Proyect One, cuyo programa ya ha alcanzado el cenit de su calendario de test con la celebración de las pruebas dinámicas de los distintos prototipos del modelo dotados con la unidad de potencia de la que está previsto que el coche disponga.
La nueva fase de pruebas y test en la que ha entrado el futuro hypercar de Mercedes AMG acercará aún más al Project One a su versión definitiva para la calle, una vez que se decante la decisión de los técnicos e ingenieros de la marca por una unidad en concreto de los diferentes modelos de preproducción sobre los cuales el equipo de pilotos y probadores de la marca están realizando las diferentes pruebas previstas en el programa. Estas pruebas se están llevando a cabo tanto en las pistas como en los bancos de pruebas del centro tecnológico de Mercedes-AMG en Emmendingen, localidad alemana a unos 200 km de Stuttgart.
En la nueva fase de test, los ingenieros y los pilotos se están centrando especialmente en realizar diferentes pruebas de aceleración y alta velocidad en lugar de las habituales labores de desarrollo del propulsor y de la aerodinámica del coche que se han venido celebrando en los bancos de prueba y el túnel del viento. Por primera vez, durante esta fase los responsables del desarrollo del Project One han autorizado realizar pruebas con la unidad de potencia híbrida —desarrollada aprovechando la tecnología empleada en el motor de los monoplazas híbridos del equipo de la marca de la estrella en la Fórmula 1— , una motorización electrificada altamente compleja que desarrolla una potencia máxima de 735 kW (1000 CV).
El paso de los prototipos del Mercedes AMG Project One contempla además de esta serie de pruebas dinámicas la inclusión de algunas mejoras tanto en la capacidad de conducción del vehículo como en los nuevos elementos activos aerodinámicos que está previsto que el hypercar de la estrella disponga en su versión final. La interacción de estos elementos (lamas laterales, tomas de aire en los guardabarros delanteros, etc) con la compleja aerodinámica trasera dominada por el gran perfil y el alerón trasero que monta sobre la zaga y que, según parece, están confirmando más allá de los estudios efectuados en el túnel del viento su eficacia como medio para obtener una excepcional dinámica lateral.
Con el Project One, Mercedes-AMG se ha fijado como principales objetivos el alcanzar una nueva dimensión tanto en lo que se refiere a dinámica de conducción, como en lo relativo al rendimiento de un vehículo de producción sobre la carretera, buscando con ello establecer un nuevo hito en la historia de la automoción. Hablando claro, básicamente buscan superar los registros alcanzados por el nuevo Bugati Chiron y elevar la velocidad máxima por encima de los 500 km/h. La dificultad del proyecto consiste en poder adaptar el victorioso propulsor que el equipo de Fórmula 1 utiliza en competición a un vehículo de calle, de tal manera que este pueda conducirse a diario en modo completamente eléctrico y sin problemas. Un desafío extremo que los ingenieros de la marca de la estrella parece que poco a poco van superando.
Por otra parte, en Affalterbach, sede de las instalaciones de AMG, la división Motorsport de Mercedes, se están sometiendo a meticulosas pruebas diversos sistemas de control del motor del Project One en los bancos de potencia y de simulación de su funcionamiento interno, a fin de ir preparando otra de las grandes pruebas a las que en breve tendrá que someterse el futuro hypercar de la estrella, como es la exigente prueba de rendimiento sobre el asfalto del bucle norte de Nürburgring, el siempre difícil Nordschlieffe, donde el Project One tendrá que demostrar si finalmente es ese coche con el que Mercedes–AMG quiere mostrar su poderío dinámico o no.