Si alguien os pregunta por el primer automóvil japonés con el motor en posición central-trasera, seguro que responderéis que fue el Honda NSX. Y sí, efectivamente, el espectacular NSX fue el primer deportivo nipón con esa configuración de motor, aunque bien podría haber sido el segundo, y quizá su aura mítica no sería la misma. En 1985, con motivo del Salón del Automóvil de Frankfurt, Nissan presentó un deportivo con motor central-trasero. Un coche listo para entrar en producción unos 10 años antes que Honda. No obstante, nunca pasó de ser un “coche concepto”.
Muchos sabréis de qué estamos hablando, se trata del Nissan MID4 Concept, un coche de diseño puramente ochentero, de líneas sencillas y muy equilibradas, pero que escondía muchísima tecnología para su momento. Era un automóvil muy avanzado, que demostraba que Nissan sabía como hacer grandes deportivos. Ya tenía por entonces el afamado Skyline, un proyecto liderado por Shinichiro Sakurai, cuyos frutos los conocemos todos y todavía podemos disfrutarlos en el Nissan GT-R, el Skyline actual y heredero de aquella saga. Frutos que llevaron a Sakurai a comandar el proyecto que acabó siendo el MID4.
El Nissan MID4 pretendió ser el primer deportivo japonés con motor central. Se quedó en un concept
El desarrollo del Nissan MID4 fue realmente fugaz. Honda comenzó a trabajar en su NSX en 1984, cuando encargó a Pininfarina el diseño para su deportivo, trabajo que acabó siendo el Honda HP-X. A Nissan, por entonces mucho más activa y dispuesta a enfrentarse a sus compatriotas, no le gustó que Honda fuera a adelantarles en algo así y puso en marcha su propio proyecto de automóvil de motor central. Se comenzó con el trabajo ese mismo 1984 y al año siguiente, en 1985 como ya se ha comentado, el coche estaba listo. Fue una auténtica sorpresa y ahora podríamos estar hablando del primer coche japonés con motor central, algo que finalmente fue para Honda.
Sin embargo, el Nissan MID4 era mucho más que un deportivo con motor central, era un compendio de saber hacer, un conjunto realmente avanzado. Por ejemplo, el bastidor, que tenía una plataforma fabricada en acero, contaba con suspensiones de doble horquilla delante y multibrazo detrás, mientras que los amortiguadores eran ajustables. Los frenos tenían ABS y la potencia llegaba al suelo mediante un sistema de tracción total, con reparto del 33% delante y el 67% detrás. Esta transmisión a todas las ruedas fue la antecesora del sistema ATTESSA adoptado por el Skyline GT-R R32.
Como seguramente eso no parezca gran cosa, debes saber que el Nissan MID4 contaba con un sistema de dirección a las ruedas traseras. Su funcionamiento era el mismo que exhiben los sistemas actuales, es decir, las ruedas traseras giran en el sentido contrario a baja velocidad y en el mismo sentido a alta velocidad. Se trata del estreno del sistema HICAS (High Capacity Active Steering) que usaron las versiones R31 del Skyline (Honda, en este caso, llegó después, en 1987 con el Prelude).
En cuanto al motor, en Nissan eligieron un bloque V6 y partieron del V6 VG introducido en el mercado en 1979 con una V a 60 grados y 2.0 litros de cilindrada. Fue retocado y modificado para la ocasión, aumentando la cilindrada hasta los 3.0 litros (exactamente 2.960 centímetros cúbicos) pasando a denominarse VG30DE. Contaba con dos árboles de levas en culata y cuatro válvulas por cilindro, inyección electrónica multipunto, encendido electrónico temporizado, control de sincronización variable para los árboles de levas de admisión y sistema de recirculación de gases de escape. El bloque era de hierro fundido y las culatas de aleación. Se anunciaron 248 CV y 386 Nm de par.
Nunca pasó de ser un prototipo, bonito y super avanzado, pero un prototipo. No obstante, Nissan creó una segunda evolución, el Nissan MID4 II, un coche que fue más allá que la primera iteración y que incluso luce unas líneas muy similares al NSX en el frontal. También luce similar en cuanto a configuración, pues ya no es tan ochentero como la primera ocasión, luce una silueta casi de tres volúmenes muy perfilada y afilada, de formas muy suaves y limpias, que poco tenían que ver con el Nissan MID4.
Bajo su nueva piel las cosas no cambiaban gran cosa a excepción del motor, que recibía dos turbos y pasaba a denominarse VG30DETT. La potencia subida hasta unos buenos 330 CV y montaba una evolución de los sistemas de tracción total y dirección a las ruedas traseras.
Lo malo del Nissan MID4 II es que tampoco llegó a producción. Por aquel entonces se decía que Nissan estaba muy enfocada en su diseño para lanzarlo al mercado como rival del Honda NSX, aunque no llegaría como Nissan, sino como Infiniti, la división de lujo de Nissan (como Lexus para Toyota y Acura para Honda). Como todos sabéis nunca ocurrió tal cosa y los Nissan MID4 (MID por middle, centro o medio en inglés y 4 por la tracción y dirección a las cuatro ruedas) quedaron como dos concept car apasionantes.
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