El Salón del Automóvil de Ginebra, hasta el año 2020, cuando se canceló por la pandemia de SARS-CoV2, sin que hubiera tampoco ediciones en 2021 y 2022, era uno de los principales eventos relacionados con la industria del automóvil. Para ser más concretos, era la feria del automóvil más importante de Europa, elegida por lo general, por muchos fabricantes europeos para presentar sus novedades más importantes y a veces, también elegida por fabricantes de otros lugares como Japón o Estados Unidos, para mostrar al mundo sus próximos lanzamientos.
La celebración del Salón de Ginebra siempre ha sido, hasta el mencionado año 2020, uno de los eventos más señalados y uno de los más espectaculares por lo que allí se daba a conocer. Desde modelos diseñados exclusivamente para llamar la atención en el salón, hasta novedades de Ferrari, Aston Martin o, como ocurrió en 1999, de Pagani. Aquel año, el penúltimo del Siglo XX, fue muy especial, porque Pagani se daba a conocer al mundo. Bueno, en realidad daba a conocer su primera creación, el increíble Pagani Zonda, un coche que se ha convertido en un mito, en un icono que más de 20 años después, todavía se niega a morir definitivamente.
Pagani, en realidad, comenzó su andadura en 1992, cuando el argentino Horacio Pagani se estableció en Italia, después de haber estado, entre otras cosas, trabajando en Lamborghini. Salió de Sant’Agata porque Ferruccio no quiso abrir una sección especializada para trabajos con fibra de carbono, creando el mismo Pagani Composite Research en 1988. Curiosamente, tras crear estas empresas, comienza a trabajar con Lamborghini en diferentes proyectos, como en el restyling del Countach, en el concepto P140 y en el Lamborghini Diablo. Pero no se quedó aquí, Pagani se adentró en el diseño de su propio coche, el Project C8, que tenía previsto llamar Fangio en honor al mítico piloto y amigo personal de Horacio, Juan Manuel Fangio.
Fibra carbono y túnel de viento de Dallara
Horacio, cuando empezó con su propio proyecto automovilístico, ya se había ganado fama de ser un gran aerodinamista y también, un gran experto en materiales compuestos. Por eso, no es de extrañar que su primer deportivo contará con un chasis monocasco de fibra de carbono, una bañera fabricada con materiales compuestos que le daba una elevadísima rigidez. Pero no fue solo eso lo que llamó la atención en aquel Salón de Ginebra de 1999, lo hizo su espectacular diseño, con una cabina con forma de lágrima ligeramente más estrecha que las vías, con unos faros muy pequeños, colocados dos a dos o, sobre todo, por su trasera, con unas salidas de escape colocadas en forma de cuadro y en el centro de la zaga.
La primera generación del Pagani Fangio o, mejor dicho, del Pagani Zonda, como se llamó finalmente, contaba con un alerón trasero que estaba partido en dos, esto es, tenía un pequeño alerón con un solo soporte en el lado derecho y otro igual en el lado izquierdo, suponiendo una solución muy innovadora y realmente llamativa, a juego con el resto del coche.
Este diseño, esta carrocería, además de ofrecer una línea pensada para llamar la atención, estaba finamente trabajada en el túnel de viento de Dallara y por supuesto, estaba fabricada íntegramente con fibra de carbono. Este material era señal de identidad del Zonda, porque estaba en todas partes. Por ejemplo, si abrías las puertas y accedías al interior, encontrabas fibra de carbono por doquier: paneles de las puertas, consola central, las propias paredes del chasis a la vista… un espectáculo visual, sin lugar a dudas.
De hecho, el diseño es otra de las señas de identidad de Pagani, porque su habitáculo lucía tan especial como el exterior. El diseño no era muy complicado, más bien podría tildarse de sencillo, pero su decoración era otro cantar. Tanto materiales como colores, se combinaban según gustos de los clientes o bien, según recomendaciones de la propia marca, ofreciendo conjuntos que tenían unas combinaciones de materiales y colores muy acertadas, y sí, otras que no lo eran tanto. Cuando un coche es plenamente personalizable, el resultado puede ser una sorpresa.
Mercedes firmaba el corazón del Pagani Zonda
El Pagani Zonda, en general, era un coche fuera de lo normal y tenía una imagen que todavía hoy, resulta plenamente actual. Pocos coches pueden decir, después de más de 20 años, que su diseño sigue totalmente vigente. Pero lo auténtica magia estaba tras los asientos, colocada en posición trasera central y con dos grandes cilindros colocados en V. Un propulsor de origen alemán, ya visto en otras creaciones con una estrella de tres puntas en el frontal.
Horacio, gracias a la ayuda de Juan Manuel Fangio, quien también colaboró como consejero en el desarrollo del coche que debería haber llevado su nombre, logró firmar un acuerdo con Daimler para usar motores de Mercedes-AMG. Fangio fue nombrado presidente honorífico de Mercedes Argentina y tenía una gran relación con algunos directos de la compañía. Además, según comentó Horacio poco después del fallecimiento de Fangio, sus coches solo usarían motores Mercedes en su honor, y porque estaban ensamblados a mano por dos operarios altamente cualificados. El acuerdo, al menos por ahora, se renovó hace poco hasta el año 2026, cuando Pagani comenzará a emplear motores electrificados (híbridos o eléctricos puros…).
El Pagani Zonda, concretamente, tenía un V12 de 5.987 centímetros cúbicos (89 x 80,2 milímetros para diámetro y carrera de pistones, respectivamente), cuyo código interno es Type M120 y que contaba con lubricación por cárter húmedo, bloque y culatas de aleación, relación de compresión de 10:1 y gestión electrónica Bosch HFM. Rendía, en 1999, 394 CV a 5.200 revoluciones y 570 Nm de par. Este motor, en las primeras unidades, estaba combinado con una caja de cambios manual ZF de cinco relaciones, embrague AP con dos discos y un diferencial de deslizamiento limitado. no fueron muchas unidades las que equiparon esta transmisión, pues no se tardó demasiado en desarrollar una caja de cambios manual de seis relaciones, la cual, se instaló en el resto de unidades.
Del Pagani Zonda C12, como se llamó el coche, se fabricaron solo cinco unidades. En el Salón de Ginebra del año 2000, se presentó el Pagani Zonda S, el cual iba equipado con el V12 7.3 que se estrenó con el Mercedes SL73 AMG (R129). La primera unidad del Zonda (chasis 76001) se empleó para los test de impacto, pero Horacio lo mandó restaurar para celebrar el 20 aniversario del modelo. Los otros cinco coches fueron a parar a diferentes compradores. Uno de ellos fue entregado con un acabado de fibra carbono vista (chasis 76004), otro de ellos se pintó el color amarillo (chasis 76003) y los otros tres fueron de color plateado en homenaje a los Mercedes del Grupo C de finales de los 80 y principios de los 90 (chasis 76001, 76002 y 76005).
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