Uno de los coches más sensacionales de la historia del automóvil es y será siempre el Jaguar E-Type. Se trata de una opinión unánime en el sector, tanto por diseñadores como por ingenieros o aficionados. No es el mejor, ni el más bonito, pero si es uno de esos coches que ha logrado convencer a todos por igual. De hecho, el E-Type tiene tanto peso en el mercado y dentro de la marca, que sigue influyendo en las decisiones y en el diseño de sus coches modernos.
Los más fanáticos del Jaguar E-Type no pierden oportunidad de recordar que Enzo Ferrari lo tachó en su momento de “coche más bonito del mundo”. No en balde, las líneas del modelo británico han creado escuela y siguen levantando pasiones. Ahí están, por ejemplo, los señores de Eagle, que tomando como base el Jaguar E, realizan un restomod espectacular dando una segunda vida a los veteranos deportivos ingleses. Unos restomod tan espectaculares como caros, que todo hay que decirlo.
Sin embargo, existe un Jaguar E-Type que, a simple vista, sería más sencillo confundir con un Lamborghini Espada. Un Jaguar “Tipo E” diseñado por Bertone (el mismo que diseñó el Espada), tras un curioso encargo del periódico Daily Telegraph. Era un concepto de diseño promocional, completamente funcional, que debía ser un ejemplo de “automóvil ideal”.
El proyecto, al igual que muchos otros, fue dirigido por Marcelo Gandini, quien también era responsable de diseñar los Lamborghini Miura y Lamborghini Marzal, lanzados poco antes del encargo del Daily Telegraph. Desde el periódico querían tener el coche listo para el Salón del Automóvil de Londres, para el que faltaba cinco meses. Era un tiempo relativamente corto para completar todo el trabajo, aunque finalmente se completó a tiempo.
El Bertone Pirana también es conocido como Jaguar E-Type Pirana, Jaguar E-Type Bertone o Jaguar Pirana
Varias empresas británicas se sumaron al proyecto: Jaguar, Smiths, Triplex, Dunlop y Connolly. Jaguar puso el bastidor al completo de un Jaguar E-Type 2+2 (chasis completo con trenes rodantes, motor y transmisión). Dunlop puso los frenos, los cuales también se montaban en el E-Type, junto a unas llantas de aleación con 15 pulgadas de diámetro y una 7,5 de ancho.
El trabajo comenzó a tomar forma en mayo de 1967 y tenía que cumplir con un requisito previo: “controlled speed” o, dicho en castellano, “velocidad controlada”. Debía parecer rápido, pero también controlable, estable y seguro. Gandini se inspiró en el Lamborghini Marzal y creó un Gran Turismo de formas casi opuestas al Jaguar E-Type. Las líneas rectas lo dominan todo y resulta menos elegante y refinado que un E-Type.
Bajo el capó, dando vida al Bertone Pirana (también se le conoce como Jaguar E-Type Pirana, Jaguar E-Type Bertone o Jaguar Pirana), estaba el bloque de seis cilindros en línea de 4.235 centímetros cúbicos del “Tipo E”, que alimentado por carburadores tripes SU, rendía 265 CV y 383 Nm de par. El cambio era manual de cuatro relaciones, en lugar de una automática que también podía montar el Jaguar.
Tablero de instrumentos, consola central, paneles de puertas y asientos son específicos. Smiths suministró el sistema de aire acondicionado y ventilación para los asientos, que por su parte, estaban tapizados con piel Connolly perforada y estampada. Smiths también suministró el equipo de sonido, que combinaba radio, lector de cassette y dictáfono, lo último en tecnología en su momento.
La otra empresa implicada en el proyecto, Triplex, se encargó de las zonas acristaladas y suministró vidrio laminado y tintado, así como un sistema de calefacción tanto delante como detrás. El parabrisas trasero era practicable eléctricamente, al igual que la antena y los elevalunas.
Cinco meses después de la puesta en escena de este coche, Lamborghini presentó el Espada, diseñado por Gandini (Bertone).
Estuvo desaparecido durante muchos años, hasta que se puso a la venta en eBay hace unos años. Pero había sido muy modificado: se había pintado de verde, se había instalado una caja de cambios automática y se habían añadido dos asientos traseros que el coche original nunca tuvo. Ahora se encuentra totalmente restaurado y fue subastado en 2019 por RM Sotheby’s.
Como curiosidad, el nombre del modelo Pirana, es una idea de última hora. El coche se iba a llamar “Piranha”, piraña en castellano, pero según se decía, se usó sin la H intercalada porque otro fabricante tenía la denominación registrada. Sin embargo, la mujer de Nuccio contó en una ocasión, que en realidad fue una decisión de última hora, por el simple hecho que a Nuccio le gustaba como quedaba el nombre sin la H. Lo más curioso es que ya se habían añadido los emblemas con la letra incluida en la parte trasera del coche, que se conservaron cuando finalizó el proyecto.
Recibe cada semana una selección de nuestros mejores artículos suscribiéndote a nuestra newsletter.