Para muchos jóvenes aficionados pensar en un Porsche corriendo el Dakar les lleva de inmediato a pensar en un Cayenne superdotado convenientemente preparado para superar las dunas y devorar los caminos de tierra a su paso, Porsche estuvo muy presente sobre las arenas del desierto durante la década de los 70 y los 80 del pasado siglo, participando y triunfando en en pruebas como los Rallye Safari y el Dakar (que ganó en 1984 con René Metge al volante) con los 911 o nuevamente en Dakar con el 959, prueba que ganó en 1986, nuevamente con René Metge. Y Gaston Rahier
Recordando aquellos tiempos, un carrocero californiano especialista en preparaciones de modelos Porsche ha recibido un interesante proyecto de un antiguo cliente —cuya identidad no se ha desvelado— para recuperar el viejo espíritu de competición de la marca para restaurar y actualizar su 911 con el fin de que este pudiera participar en competiciones de motor todoterreno como el Rallye Dakar o la Baja 1000. Así, Singer ha puesto a sus técnicos e ingenieros a trabajar y ha desarrollado su concept All-Terrain Competition Study, un proyecto elaborado a partir de una unidad de la generación 964.
Así, bajo la denominación Singer ACS 450 se han desarrollado dos unidades diferentes, una destinada para competir en caminos abiertos off road y otra pensada para participar en competiciones sobre el asfalto. La primera acabada en color Parallax White y la segunda en color Corsica Red.
Para construir los ACS 450, Singer utilizó carrocerías del Porsche 964
Su imagen rememora la de los viejos 911 que corrieron los Safari y Dakar de los años 80, aunque el proyecto, desarrollado bajo la batuta de Richard Tuthill, piloto británico especialista en rallyes y ganador del Campeonato Británico en 1999 que se ha convertido en todo un especialista en las preparaciones especiales sobre la base Porsche en su taller de restauración y que en esta ocasión ha colaborado con Singer para el desarrollo del proyecto.
Partiendo de una unidad de la generación del 964, bajo el capo se ha dispuesto un motor Mezger seis cilindros refrigerado por aire que entrega 450 CV de potencia máxima y 570 Nm de par gracias a las modificaciones introducidas, entre ellas la disposición de dos turbocompresores en lugar del único que presentaba originalmente el 964 turbo. También se ha mejorado su rendimiento acoplando el motor a un transmisión secuencial de seis relaciones de marcha, adecuada para efectuar cambios planos, que transfiere la potencia a las cuatro ruedas gracias a tres diferenciales de tipo mecánico, uno central y los otros dos en cada uno de los ejes.
Tutthill Porsche, el taller de preparaciones de Richard Tuthill —quien participó en la preparación y puesta a punto de los Subaru Legacy de Collin McRae para el WRC— ha trabajado mano con mano con los ingenieros de Singer, aportando distintas mejoras técnicas para mejorar diferentes aspectos del coche para su uso en competición.
Así, el coche es levemente más ancho que el modelo original, aunque mantiene un diseño que sigue siendo perfectamente reconocible como un Porsche 911 de la generación del 964. La carrocería aparenta ser un 911 SC de los años 70, modernizada a la que se le ha dotado de un aspecto mas musculado, con nuevas ópticas delanteras y traseras de tipo LED, doble salida de escape dispuesta en el centro de la zaga y un nuevo alerón tipo cola de pato integrado en la trasera del coche e instalado sobre el final de los ensanchados pasos de rueda.
Bajo estos se percibe rápidamente que el coche ha incrementado la altura libre al suelo, fruto del trabajo realizado por diseñadores y técnicos para introducir una nueva suspensión de largo recorrido para absorber las dificultades del terreno a elevada velocidad. Se han introducido unos nuevos amortiguadores dobles de 25 cm de recorrido que se pueden ajustar en hasta cinco posiciones diferentes. Bajo el piso de coche se ha dispuesto una placa de aluminio de alta resistencia de medio cm de espesor para proteger los bajos del vehículo de posibles impactos durante la conducción. Y también se han añadido guardabarros tanto por detrás de las ruedas traseras como por delante de las anteriores , en lo que aparenta ser un guiño para recordar de manera evidente a los 911 SC que Porsche utilizaba en los Rally Safari de finales de los 70 y primeros de los 80 del pasado siglo.
La carrocería se ha elaborado de fibra de carbono, con algunos componentes (capó, aletas delanteras) en una sóla pieza para facilitar las reparaciones
Calza unos neumáticos BF F Goodrich off-road para la versión de pista y de asfalto para la de carretera sobre unas llantas de aluminio forjado de 16 pulgadas Tras ellas monta frenos de discos de acero con pinzas de cuatro pistones en las cuatro ruedas. El freno de mano es hidráulico con la palanca que lo activa elaborada en fibra de carbono
Se han dispuesto montantes exteriores para transportar dos ruedas de repuesto de tamaño completo, y en el capó delantero también hay espacio para transportar otra. El depósito de combustible es de mayor capacidad de lo habitual para garantizar así una mayor autonomía durante la carrera.
En el interior del coche, lógicamente se ha habilitado la jaula de seguridad bajo las especificaciones que la FIA exige para la participación en sus respectivos campeonatos. Y, evidentemente, se han eliminado todos los elementos superfluos del interior para reducir al máximo el peso del conjunto, aunque se mantienen las formas del salpicadero original pero en lugar de los cinco relojes que conformaban su cuadro de la instrumentación ahora incorpora una pantalla digital de gran tamaño. El volante también cambia. Es más deportivo y ligero, sin mandos integrados y la palanca de cambios es de tipo vertical y sobrelevada para ofrecer un mejor manejo en modo secuencial.
Los asientos originales del coche se han reemplazado por otros de competición tipo bucket para mayor seguridad de los pilotos, a los que también “se ha mimado” añadiendo sendos sistemas de hidratación para piloto y copiloto. Enfrente de este último se ha instalado una gran pantalla digital para el sistema de navegación.
Aunque el proyecto ha sido realizado a petición de un cliente, este ha autorizado a Singer a producir más unidades de ambos modelo si reciben más peticiones. Eso sí, siempre y cuando estén dispuestos a afrontar el millón y medio de euros que cuesta.
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