Rodeado de mucho misticismo y de alguna que otra leyenda urbana, el Renault 5 Turbo se ha convertido en un objeto de culto. Es un coche tremendamente llamativo por su estética, super exagerada en todos sus apartados y se fabricaron relativamente pocas unidades (poco más de 5.000 unidades contando todas las versiones), pero nunca destacó en competición. Ganó algunas carreras, se llevó títulos menores, pero en el Campeonato del Mundo se vio superado por los rivales, sobre todo cuando los Grupo B comenzaron a explotar las bondades de la tracción total.
Es un caso similar al del Ford Escort RS Cosworth, un coche que nunca logró grandes resultados en campeonatos internacionales, pero que supone un coche muy buscado y deseado, que básicamente se ha ganado el favor del público por una imagen de coche de carreras y unas buenas prestaciones. De hecho, el Escort RS Cosworth era un digno rival de cualquier compacto deportivo hasta hace bien poco. No es el caso del Renault 5 Turbo, cuyas prestaciones ya fueron superadas con holgura por sus homólogos modernos, aunque ha mantenido ese aura especial e indómito que tanto gusta a los aficionados.
La popularidad del Renault 5 Turbo es abrumadora, es uno de los clásicos de Renault más respetados y alabados de cuantos la marca tiene en su haber, que no son pocos, con una legión de seguidores a lo largo de Europa que puede llegar a sorprender. Cualquier aficionado a los rallyes tendría uno en su garaje, sobre todo las versiones de competición, mucho más bestias y rápidas, pero también más delicadas de llevar rápido y no aptas para circular por las vías públicas.
Su cotización está disparada
Esa popularidad ha hecho que sus precios se disparen de forma incontrolada durante los últimos años. Desde aproximadamente el año 2016, los precios en subastas han ido creciendo sin parar, desde unos 30.000 euros que algunos pedían por una unidad en buen estado, hasta los más 100.000 euros que se pagaron en 2019 por un ejemplar de 1983 con casi 52.000 kilómetros en su odómetro. Concretamente se pagaron 103.500 euros.
Pero esa unidad no es la única que ha tenido una valoración elevadísima. La burbuja en torno al Renault 5 Turbo es muy acusada y en 2016 Artcurial subastó una unidad de color rojo por 100.128 euros. Es cierto que la unidad, matriculada en 1983, fue restaurada completamente en 2016 y anteriormente se reconstruyó el motor de cabo a rabo, pero sigue siendo un precio realmente abrumador para un coche como el Renault 5 Turbo. Sin embargo, es la valoración que está teniendo el modelo en casi todas las subastas, pues en 2017 otro ejemplar del “Culogordo” subastado por RM Sotheby’s cambió de propietario por 89.600 euros, una valoración inferior a los anteriores a pesar de tener menos de 6.000 kilómetros en su marcador.
En el año 2018, en un evento organizado por Aste Bolaffi, una unidad de 1981 del Renault 5 Turbo en un color muy poco común (en especial su habitáculo), sólo logró alcanzar los 69.000 euros, mientras tanto, en 2020 la burbuja ha seguido creciendo, en especial alrededor de las versiones de competición. Una unidad de color azul y matrícula española (un ejemplar rematriculado, su primera placa fue de origen suizo) se vendió por casi 84.000 euros en una subasta de Silverstone Auctions. Unos meses antes, un Renault 5 Turbo Tour de Corse de 1983 superó los 250.000 euros bajo el mazo de RM Sotheby’s.
El Renault 5 Turbo más caro se vendió en 2016
No obstante, uno de los récords en la burbuja de precios que está afectando al Renault 5 Turbo data de 2014. En Rétromobile de París de aquel año, se subastó una unidad Grupo 4 de 1980 que había sido pilotada por Jean Ragnotti con los colores de Calberson, alcanzando la nada desdeñable cifra de 399.320 euros. Un precio que a pesar de ser muy, muy elevado, se queda un poco corto si lo comparamos con la unidad más cara de al que tenemos constancia, un ejemplar de rallyes también Grupo 4 pero de 1982, que fue pilotado por Jean-Luc Thérier, un renombrado piloto de rallyes de los año 70 y 80 y que alcanzó los 476.000 euros en una subasta de RM Sotheby’s.
Es evidente que la cotización del mítico Renault 5 Turbo llega a cotas que nadie podría haber imaginado y además lo ha hecho en apenas unos años. Y no sólo en subastas de renombre como las mencionadas, si echamos un rápido vistazo a los modelos ofertados en la red de redes, podemos encontrar unidades que van de los 80.000 a los 88.500 euros aquí en España.
¿Hay justificación para esos precios? Siempre hay justificación cuando hay quien los paga. Pero la burbuja no es sólo en torno al Renault 5 Turbo, el mundo de los clásicos en general y de los coches muy exclusivos en particular, es presa de una especulación enorme desde hace muchos años. Sólo hay que ver las soluciones que buscan algunos fabricantes para evitar que los compradores vendan determinados modelos al poco de comprarlos por una tarifa más alta. Y si miramos el caso del Ferrari 250, cuya valoración roza los 50 millones de euros, puede resultar absurdo. Puede que algún día esa burbuja explote, pero no parece que vaya a ser pronto.