Entre las realizaciones más poderosas de la gama Mercedes Benz sin duda el AMG-GT 63 S ocupa uno de los lugares preferentes. Una berlina deportiva de muy altas prestaciones sobre la cual el especialista Brabus ha posado sus ojos para convertirla en un aún más eficaz superdeportivo gracias a una de sus espectaculares preparaciones especiales, gracias a la cual su rendimiento ofrece ahora nada menos que 900 CV de potencia y 1250 Nm de par máximo.
Brabus lleva más de cuatro décadas elaborando sus radicales y elegantes preparaciones a partir de modelos de la marca de la estrella a los que, además de una importante transformación de su aspecto exterior, siempre ha dotado de un superior rendimiento a sus mecánicas. Y ahora, para la última de sus creaciones, ha tomado nada menos que al Mercedes AMG GT 63, la que sin duda es la berlina cupé cinco puertas más prestacional de la gama del fabricante de la estrella, para proceder a elaborar sobre ella una preparación que eleva el ya de por si excelente rendimiento aportado en su día por los chicos de AMG.Y el resultado es, sencillamente, brutal.
La preparación de Brabus hace del Mercedes AMG GT 63 S un coche mucho más potente, agresivo, de menor altura pero, sobre todo, lo convierte en un modelo mucho más atractivo y resultón tanto visualmente como en cuanto a nivel sonoro. Y tan orgulloso se siente el preparador alemán del trabajo realizado que lo ha rebautizado con una de sus denominaciones más míticas “Rocket” (cohete en español), con las que distingue a sus modelos mas prestacionales: es el nuevo Brabus Rocket 900 “One of ten”.
Y es que uno de diez será lo que disponga cada futuro propietario del coche. En un mundo llamado a un futuro eléctrico, Brabus ha considerado que no merece mucho la pena extenderse en la producción del modelo y ha apostado en firme por la exclusividad para el mismo. Así, únicamente va a construir 10 unidades numeradas del mismo, en las que volcará todo su saber hacer, tal y como ya ha demostrado en esta primera unidad que ha salido de sus talleres en Bottrop, una pequeña ciudad situada entre Essen y Dortmund en el oeste de Alemania, a unos 77 km de la frontera con los Países Bajos.
La preparación de Brabus hace del Mercedes AMG GT 63 S un coche mucho más potente, agresivo, de menor altura
El primer modelo de la decena no deja a nadie indiferente. En primer lugar, porque su aspecto es sin duda de los más llamativo que podemos ver sobre un Mercedes rodando por la carretera. La tradicional discreción de los diseños de la marca de la estrella pasó a un segundo plano cuando pasó por las manos de AMG y ahora ha quedado totalmente olvidada tuna vez que los chicos de Brabus tomaron las riendas.
El kit de carrocería dispuesto por el preparador especialista en tuning de alto rendimiento aporta claramente una mayor agresividad al diseño del Mercedes GT 63. La nueva carrocería, elaborada íntegramente en fibra de carbono, incorpora nuevos componentes aerodinámicos que han sido desarrollados en el túnel del viento específicamente para el modelo para producir una mayor carga aerodinámica y aumentar con ello la estabilidad del coche cuando este circula a altas velocidades
Gracias a estos nuevos elementos, el cuerpo del Mercedes AMG GT 63 es ahora más ancho con respecto al del modelo original, algo que se percibe especialmente en los pasos de rueda que fueron sobredimensionados especialmente para poder acoger los neumáticos de dimensiones especiales que los chicos de Brabus han instalado al coche.
Hablaremos de ello más adelante, porque ahora toca hacerlo del frontal del coche, donde se ha incorporado un nuevo paragolpes más ancho y una completamente nueva fascia frontal elaborada en fibra de carbono en la que se insertan nuevas tomas de aire integradas junto a la rejilla del radiador para favorecer la respiración de la mecánica. En la zona inferior el spoiler integrado también ha sido rediseñado a fin de poder reducir aún más la elevación del eje delantero y favorecer así la penetración aerodinámica del vehículo.
La vista lateral viene marcada por las nuevas carcasas de carbono que adoptan los retrovisores exteriores, las lunas oscurecidas de las puertas traseras, las manetas de puertas también elaboradas en fibra de carbono, los nuevos faldones laterales paro, sobre todo, por los prominentes pero muy elegantes y deportivos abultamientos ya mencionados en los pasos de rueda, especialmente en el caso de los del eje trasero, que provocan que el coche sea unos 7,5 cm más ancho que el modelo original del que se deriva. Como decíamos anteriormente esto ha sido necesario para poder instalar unos neumáticos especiales de alto rendimiento de mayor anchura de lo normal para optimizar aún más la excelente capacidad de tracción que la deportiva berlina ofrece. Los ingenieros de Brabus han desarrollado unas versiones especiales extragrandes de las llantas Monoblock Z con diseño de 10 radios que han sido elaboradas mediante la aleación de distintos componentes mediante un sofisticado proceso de forjado de alta tecnología.
Tras ellas, se visualizan los potentes discos aerodinámicos elaborados en carbono puro del equipo de frenos en el cual las pinzas no reciben un acabado en color, dado que la nota distintiva se reserva para la llanta, contorneada por un perfil en rojo y con el logo en el mismo tono en su zona central.
En el eje delantero se montan unas llantas Brabus Monoblock Z “Platinum Edition” de alto rendimiento en medida 10Jx22 sobre las que se calzan unos neumáticos Pirelli PZero de altas prestaciones en medida 295/30 ZR de 21 pulgadas, mientras que para las traseras se opta por unas llantas de 22 pulgadas con neumáticos en medida 335/ZR 22. Además de proporcionar un espectacular aspecto al conjunto, el resultado de su incorporación se traduce en un agarre máximo, acorde a las nuevas necesidades del vehículo tras la espectacular transformación de su mecánica.
En la trasera, los trabajos efectuados en el túnel del viento también han aportado nuevos diseños para el alerón trasero (elaborado en distintas piezas, todas ellas de fibra de carbono), el difusor trasero y otros elementos aerodinámicos elaborados en paneles de carbono visto que se integran a ambos lados del paragolpes posterior.
En cuanto al diseño interior del habitáculo, configurado para cuatro plazas con asientos independientes, es sin duda alguna mucho más emocional y deportivo que el del modelo original. Brabus ofrece a los compradores la posibilidad de personalizar completamente a su gusto el interior del vehículo según sus preferencias personales con un interior MASTERPIECE elaborado a medida, por lo que hablar del mismo con carácter genérico resulta un tanto impredecible. Por eso, nos centraremos más en uno de los aspectos más importantes de esta preparación, como es el importante trabajo llevado a cabo por los ingenieros de Brabus en la mecánica del vehículo.
Partiendo del motor V8 4.0 litros biturbo de 639 CV y 900 Nm de par, el trabajo realizado en los talleres de Bottrop por los ingenieros ha sido realmente espectacular. De entrada, tenían claro que para mejorar el rendimiento alcanzado era preciso ampliar la capacidad del motor. Así, este incrementa su capacidad hasta alcanzar los 4.5 litros, lo que ha sido posible gracias al el empleo de tecnologías de mecanizado de última generación que aportan una precisión máxima en cada detalle.
Muchas de las piezas móviles son nuevas. Se ha introducido un nuevo cigüeñal especial que ha tenido que ser re-equilibrado con extrema precisión, y la carrera se ha incrementado en 100 milímetros (3,9 pulgadas). Igualmente, los vástagos del pistón también son especiales y los pistones se han forjado con un mayor tamaño, al tiempo que se ha aumentado el diámetro década uno de los ocho cilindros hasta los 84 milímetros.
El sistema de inducción forzada se ha mejorado añadiendo dos turbocompresores especiales Brabus de alto rendimiento, dotados de una unidad de compresor de mayor tamaño y se han reforzado los cojinetes axiales en todo el conjunto, lo que ha permitido incrementar la presión de sobrealimentación hasta alcanzar los 1.4 bares. Y, para que el motor respire mejor, como ya dijmos anteriormente se han mejorado las tomas de aire a ambos lados de la rejillla del radiador ampliando el tamaño de las toberas de admisión.
Para garantizar un flujo de combustible adecuado a los nuevos requerimientos de la mecánica se han incorporado unas nuevas bombas de alta presión especiales y, en el lado del escape se ha dotado al sistema de un nuevo sistema de escape cuádruple de alto rendimiento elaborado en acero inoxidable desarrollado por los ingenieros de Brabus, con catalizadores metálicos de flujo libre que han sido producidos específicamente para su instalación en la bandeja del piso del GT. Gracias a este nuevo sistema de escape, se reduce la contrapresión notablemente. El sistema cuenta también con unas aletas especiales controladas electrónicamente que permiten al conductor gestionar el sonido que emite el coche a su gusto. Así, puede optar por un sonido sutil para el retorno nocturno a su domicilio o, según el modo de conducción seleccionado, percibir nítidamente las bramantes notas que produce el potente motor ocho cilindros a través de sus escapes.
Toda la electrónica del motor ha sido igualmente recalibrada para adaptarse a la nueva realidad del mismo. La inyección cuenta con un nuevo mapa de gestión, al igual que el encendido y el control de la sobrepresión de alimentación. Para ello, los ingenieros de Brabus efectuaron intensas pruebas tanto en el banco de motores como sobre pistas de competición y carreteras abiertas al tráfico.
El resultado de todo ello: una entrega óptima de potencia que alcanza los 900 CV a 6.200 rpm con un par máximo de 1.250 Nm disponibles desde 2.900 rpm, limitado electrónicamente para garantizar la integridad de la transmisión. De no hacerlo y permitir al motor liberar todo su potencial, lo más probable es que la caja de cambios no aguantara y terminase por reventar. La transmisión sigue encomendada a la caja de cambios que monta el modelo original, la AMG SPEEDSHIFT TCT 9G de nueve relaciones de marcha, que se ofrece en combinación con el sistema de tracción integral 4Matic +.
Un rendimiento espectacular que eleva las prestaciones del GT. Si antes alcanzaba los 100 km/h desde parado en 3,2 segundos, ahora lo hace en tan sólo 2,8 segundos. A los 9,7 segundos ya se desplaza a 200 km/h y en apenas 23,9 lo hace a 300 km/h. Registros realmente sorprendentes. La velocidad máxima se ha limitado electrónicamente a 330 km/h, dado el peso del coche (2120 kg) y para preservar la integridad de los neumáticos.
Sin impuestos y sin opciones, hacerse con uno de los Brabus Rocket 900 “One of Ten” no es nada barato. Por los cerca de 600.000 euros que habría que pagar por uno de ellos se pueden adquirir un Mercedes AMG GT 63 S original y un superdeportivo como el Ferrari 812 Superfast amen de añadir algunas opciones al coche, pero como bien afirma Bravus en uno de sus lemas, “si se tiene que preguntar por el precio, es que no hay dinero para pagarlo”.
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