¿Qué puede pasar cuando dos icónicas marcas del sector del lujo unen fuerzas para satisfacer los deseos de un acaudalado cliente? Eso es lo que se preguntó Yusaku Maezawa, un empresario japonés, coleccionista de arte y entusiasta de los superdeportivos, y se dirigió a los especialistas de las divisiones de acabados y preparaciones a medida de Rolls Royce y Hermés para pedirles que colaboraran en la realización de una versión Bespoke del Phantom.
El resultado es este Phantom Oribe que puedes contemplar en las imágenes adjuntas a estas líneas, cuyo exterior e interior ha sido completamente diseñado y elaborado a mano, de manera completamente artesanal por especialistas tanto de Rolls Royce como de Hermés, y en los cuales se han utilizado materiales, técnicas y conocimientos altamente exclusivos de ambas firmas.
El Phantom Oribe nace fruto de la colaboración entre Roll Royce y Hermés
El Phantom Oribe ha sido concebido por Maezawa como la versión terrestre de su jet privado, el acabado del cual también ha encargado que sea producido por ambas marcas, pues a la vez que ha encargado su coche también solicitó su avión, solo que este aún sigue en fase de producción.
Más de tres siglos de experiencia acumulada se han dado la mano para crear el Phantom Oribe. Los diseñadores e ingenieros de Rolls Royce trabajaron codo con codo con los de Hermés para hacer realidad los sueños de Maezawa y crear un Phantom que fuera realmente único y altamente exclusivo. “Ha sido todo un extraordinario privilegio poder unirnos en un encargo tan creativamente desafiante y técnicamente exigente para dar vida a la extraordinaria visión de nuestro cliente”, ha comentado Torsten Müller-Ötvös, director ejecutivo de Rolls Royce Motor Cars. “Este Phantom es una fusión entre Oriente y Occidente, lo antiguo y lo moderno; la serenidad y la euforia. Trabajar con Hermés ha sido un gran intercambio creativo y cultural; aprendimos mucho unos de otros, y para nosotros siempre es un placer cuando un cliente nos exige una visión tan audaz, clara e imaginativa como la que nos trajo Maezawa. Por eso, verla realizada tan perfectamente supone una gran emoción”.
“Ver como el Phantom Oribe iba cobrando vida a medida que el proyecto avanzaba ha sido un fantástico viaje en materia de creación y artesanía. La visión del cliente se fue expresando a medida que los maestros artesanos mostraban su espíritu innovador moldeando y trabajando los exquisitos y refinados materiales utilizados. Se han desarrollado costuras y técnicas de tápizado únicas para el interior del automóvil y desarrollado una nueva técnica de pintura a mano para crear una galería a medida. Trabajar con Rolls Royce en este proyecto y ver como este automóvil también expresa todos los valores que Hermés aprecia a diario ha sido un verdadero placer”, comenta Alex de Beaufort, director de Diseño e Ingeniería de la división Bespoke de Hermés.
El llamativo exterior del coche, acabado en dos tonos, combina con los esmaltes verde y crema de los reputados artículos japoneses Oribe, de los cuales Maezawa es un reconocido coleccionista. La parte superior del Phantom está acabada en el Oribe Green, un nuevo color exclusivamente creado para este cliente, que será el mismo que se utilizará para su avión privado. Es un verde brillante e tonos oscuros que también se puede contemplar en cerámicas japonesas del siglo XVI de la colección privada del cliente, y cuyo efecto esmaltado se combina a la perfección con la sección inferior del coche en acabado de color blanco crema.
Del exterior del Phantom, la combinación de colores Oribe también salta al interior. Lo hace de manera armoniosa y exquisitamente cuidada, gracias a la estrecha colaboración que en todo momento han mantenido durante el proyecto los equipos de diseñadores e ingenieros de Hermés y Rolls Royce, tanto en la selección, como el tratamiento y la aplicación de los materiales.
El acabado interior predominante es en el cuero Hermés Enea Green aplicado tanto en los asientos como en los principales guarnecidos de a bordo. También está presente en otros puntos donde el contacto con el conductor y los pasajeros es directo, como por ejemplo el volante, las manijas de la duquesa, el selector de las marchas y los controles giratorios que permiten regular la climatización.
Fluye igualmente alrededor del panel superior de la instrumentación, de los pilares interiores y también cubre superficies menos visibles como la guantera y el guarnecido del maletero del vehículo. También está presente en la consola central, en el compartimento portaobjetos de la jarra o en el enfriador del champagne.
En la tapa de la guantera, aparece la prestigiosa firma “Habillé par Hermés Paris” en reconocimiento a la labor desarrollada. Los delicados ribetes tradicionales de la firma de moda adornan igualmente los cojines de los reposacabezas y de los soportes para las pantorrillas de los asientos traseros, mientras suaves detalles de acabado en Seashell White y unas alfombrillas de lana de cordero a juego crean una gran sensación de ligereza a bordo.
La tradicional artesanía de la división Bespoke de Rolls Royce también está presente en el acabado interior del Phantom Oribe. Así, los trastes de madera de los altavoces se han conformado perforando meticulosamente la chapa en madera de nogal real de poro abierto que se aplica en las puertas, material que aporta una estética y una textura fluida y delicadamente háptica. Las consolas central y trasera y el respaldo de las mesas de picnic cuentan con inserciones de madera Royal Walnut también de poro abierto.
En exclusiva para Rolls Royce y este proyecto en concreto Hermés ha incorporado su prestigiosa loneta “Toile H” en los reposabrazos de las puertas, las consolas central y trasera y en el techo interior. La mano de sus maestros artesanos también se percibe muy especialmente en las técnicas de costura y pintura de bordes aplicadas por sus maestros talabarteros en la tapicería de cuero.
Para cubrir la galería del Phantom que se extiende a lo largo de la fascia del coche (característica exclusiva de los Rolls Royce), Hermés encargó una obra de arte basada en un diseño del artista e ilustrador francés Pierre Perón (1905-1988), creador de muchos de los diseños de la marca de moda, especialmente de los vistos en sus icónicas bufandas. Inspirada en el famoso motivo del caballo de Hermés, la obra está pintada a mano y se muestra como estuviera puesta en escena en una galería de arte detrás de un cristal.
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