¿Tienes algunos millones de euros de sobra en tu cuenta corriente? Pues resérvalos, porque eso es lo que vas a necesitar si estas interesado en hacerte el próximo 2 de febrero de 2022 con el monoplaza Renault R24 con el que Fernando Alonso compitió en el Campeonato del Mundo de 2004.
RM Sothebys pondrá a la puja esta joya del deporte, el chasis 07 del R24 que Alonso utilizó en 2004 en los Grandes Premios de China, Japón y Brasil cuando corría para el equipo Renault a las órdenes de Flavio Briatore y con Jarno Trulli como compañero. Junto con otros vehículos de cierto atractivo como un Bugatti EB 110 GT de 1994, un Cadillac V-16 Roadster de 1930, un Abarth 200 sport Tipo SE010 de 1969 o un Alfa Romeo 155 V6 Ti «Jagermeister» de 1995.
El Renault R24 F1 de Fernando Alonso se subastará en París el 2 de febrero de 2022
La unidad que sale a la puja no sigue los cánones habituales en este tipo de subastas. No se trata de una simple carrocería, del típico chasis con carrocería de carbono que se acostumbra a ver en exhibiciones, sino que es un coche “completo”, es decir que cuenta con el motor y la transmisión originales y que puede, en un momento dado y con la puesta a punto necesaria, ponerse en marcha y volver a salir a la pista a rememorar viejas gestas.
Fernando no consiguió ganar con el ningún GP, ni tan siquiera subirse al cajón final de carrera, aunque logró dos cuartos puestos. De hecho, en aquel campeonato Alonso no ganó ningún GP, pero dejó sentadas las bases del que sería su gran año en la temporada siguiente.
Al finalizar la temporada 2004, el monoplaza que subastará RM Sothebys en París el próximo 2 de febrero de 2022 terminó en una de las naves de las instalaciones del equipo Renault de Fórmula 1 en Enstone, de donde no volvería a salir hasta que en 2016 un coleccionista particular decidió adquirirlo. Ahora, apenas unos años después, el mismo coleccionista lo pone a la venta, dado que necesita espacio en su colección para acoger otro monoplaza del campeonato más actual y más laureado con el presumir ante sus amigos.
El Renault R24 de 2004 mantiene la decoración con los colores de la escudería y los logos de sus principales colaboradores, (Mild Seven, Telefónica, Elf, …). Bajo las cubiertas de fibra de carbono de su parte trasera se esconde un propulsor V10 de 900 CV original de los que utilizó la marca en aquel Campeonato del mundo, con la V que forman sus diez cilindros abierta a 72 grados en lugar de a los habituales 110, disposición que adoptó el equipo Renault en el monoplaza de aquella temporada para mejorar la línea aerodinámica del coche y mejorar la “respiración” de la mecánica, hechos que fueron fundamentales de cara a la consecución del título de campeón del mundo las dos temporadas siguientes.
El monoplaza también cuenta con el volante original que en su día controlaba el propio piloto asturiano. Si comparamos el número de controles y sistemas que integra con los de un volante moderno podemos darnos cuenta de la tremenda evolución que han sufrido los monoplazas de competición en estos últimos 17 años y la fuerte entrada que la tecnología y la electrónica han tenido en ellos.
Calcular el precio al que puede terminar por venderse el monoplaza es bastante prematuro y ciertamente complicado pues apenas hay referencias con las que poder comparar. Se conoce que un McLaren MP4 25A que utilizó Lewis Hamilton en el GP de Turquía de 2010 que RM Sothebys también subastó se vendió por 5,6 millones de euros y que uno de los Ferrari que Michael Schumacher condujo en su camino al título de la temporada 2001 alcanzó un precio de 6,3 M de euros, pero claro, Lewis ganó aquel GP y Michael el título de aquella temporada, lo que sin duda hará que su precio sea superior al que pueda alcanzar el monoplaza de Fernando. Pero claro, cuando el martillo de la puja comienza su actuación, nunca se sabe cuándo dará su último golpe para terminarla.
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