Juan Miguel Domínguez Seda | 26 junio, 2025
Clásicos


Recientemente hablamos de los primeros modelos de SEAT que empezaron a ser bautizados con el nombre de ciudades españolas. El Ibiza es el caso más conocido de todos y ya hablamos en su momento de él, pero ¿Sabíais que el SEAT Córdoba fue concebido originalmente como un variante sedán del Ibiza? Hoy, vamos a repasar la historia de cómo se creó el SEAT Córdoba, cómo fue desarrollando su propia identidad con el paso del tiempo y su caída.

Concebido como un SEAT Ibiza sedán

El éxito en ventas del SEAT Ibiza hizo que se creara un variante sedán que fue bautizado con otro nombre para hacerlo “un modelo distinto” al Ibiza de segunda generación. Ese vehículo fue el SEAT Córdoba, un modelo bautizado así por la ciudad homónima de Andalucía y que fue presentado al mundo por primera vez en 1993 durante el Salón del Automóvil de Frankfurt. 

Este primer Córdoba contó con tres tipos de carrocerías: uno de cuatro puertas, el de dos puertas, que recibió el nombre de Córdoba SX y una versión familiar de 5 puertas que recibió la denominación de Córdoba Vario. A primera vista, no había ninguna distinción entre este modelo y la segunda generación del Ibiza, al menos en el frontal, en el interior y en la mecánica. Se caracterizó por darle continuidad al procesó de germanización de la marca SEAT, que fue adquirida por el Grupo Volkswagen en 1986. El coche fue re estilizado ligeramente en 1996 y re estilizado otra vez con una mayor profundidad en 1999. Fueron sustituidos los faros delanteros y traseros, la parrilla delantera y el interior, con nuevos materiales y tapicerías.

Segunda generación con el Córdoba (2002-2009)

La segunda generación del Córdoba, comenzó a comercializarse durante el último trimestre del año 2002, siendo este modelo el variante sedán del SEAT Ibiza de tercera generación. En contraste con la generación anterior, en esta solo se contó con un tipo de carrocería, una de cuatro puertas.

Sus novedades incluían un nuevo frontal, con unas líneas más curvas, nuevos acabados e interiores y una trasera con una estética menos agresiva. A esto hay que sumarle también unos faros más alargados que los que se vieron en la anterior generación.

El diseño del coche corrió a cargo de Walter Da Silva, exdiseñador de Alfa Romeo que le dio al coche una estética sospechosamente similar al Alfa Romeo 156. Esto no se limitó solamente al exterior, sino también al interior. Los interiores eran tipo retro y también con una clara inspiración de Alfa Romeo. Lo bueno de esto, fue que le permitió a la marca SEAT recuperar su identidad mediterránea, diferenciándose de la línea de productos Volkswagen. 

Desgraciadamente el Córdoba no fue un modelo sostenible en el tiempo dentro de lo que fue es el mercado automotriz. A diferencia de lo que pasó con las sucesivas generaciones de modelos como el Ibiza o el León, el Córdoba tuvo problemas, ya que no cumplía una función concreta. Es decir, tanto el Ibiza como el León cumplían muy bien su papel como coches Hot-hatchs, cosa que no era el caso del Córdoba. Las bajas ventas del Córdoba hicieron que se descontinuase en el 2009, privándonos así de la comercialización de una tercera generación.

El SEAT Córdoba en la competición

El Córdoba no se limitó solamente a las calles y carreteras, también fue utilizado para la competición y más concretamente en el ámbito de los rallies. Se homologó un SEAT Córdoba World Rally Car para participar en el Campeonato Mundial de Rallies (WRC) con el equipo oficial de SEAT, el SEAT World Rally Team, que estaba gestionado por el departamento deportivo de la marca, SEAT Sport. 

Participó durante tres temporadas consecutivas en el WRC, debutando en el Rally de Finlandia de 1998. Fue pilotado por pilotos como Harri Rovanpera, Didier Auriol, Toni Gardemeister, entre otros. Nunca llegó a lograr una victoria, pero sí tres podos: dos en 1999 en Nueva Zelanda y Gran Bretaña y uno en el 2000 en el famoso rally Safari de Kenia. Tras el Rally de Gran Bretaña del 2000, se retiró de las competiciones.

El SEAT Córdoba no fue un intento de crear un sedán del Ibiza, pero sus resultados en ventas no fueron los esperados. El coche tuvo un “corto” período de vida en comparación con otros modelos de la marca, pero al menos dejó su huella en el mundo de los Rallies. También es un coche recordado por muchos, entre los que me incluyo, ya que, desde el punto de vista más personal, fue un SEAT Córdoba blanco el primer coche que recuerdo de mi familia.



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