GUILLERMO LOPEZ
De fabricante de bicicletas y motocicletas a producir automóviles. Skoda tardó diez años en decidirse a producir el que sería su primer automóvil, el L&K Voiturette A, fabricado bajo marca Laurin & Klement y al que los aficionados podrán volver a ver rodando por las carreteras checas con motivo de la caravana que Skoda está preparando para conmemorar su 125 aniversario. Una caravana que reunirá a los modelos más emblemáticos de la larga trayectoria como fabricante de la marca checa y que recorrerá la ciudad de Mlada Boleslav donde Skoda tiene su sede y su factoría principal, pasando por el centro de la ciudad y recorriendo una ruta que hará pasar a doce modelos históricos por delante del Castillo de Mcely, de la localidad de Loucen y por el centro de pruebas de la marca en Uhelnice.
Hasta doce modelos históricos tomarán parte en la caravana, pero, en esta ocasión, nos queremos detener en el L&K Voiturette A, el primer coche producido por Skoda. El 29 de octubre de 1905, Laurin & Klement, empresa que dio origen a Skoda, dio a conocer el L&K Voiturette A, un biplaza ligero con motor de 7 CV de potencia que rápidamente captó la atención de los clientes de la marca por su facilidad de conducción, por el rendimiento de su mecánica de 1 litro de capacidad —que le permitía alcanzar una velocidad de 40 km/h— y muy especialmente por la favorable relación precio rendimiento que el coche ofrecía.
Apenas unos meses más tarde, en enero de 19065, la Voiturette A recibía la licencia oficial para su utilización en carretera y el 15 de abril se presentó en el Salón del Automóvil de Praga.
El coche ofrecía un avanzado diseño para la época, una ingeniería fiable y precisa y, como hemos mencionado, un precio muy atractivo, ya que por 3600 coronas (en aquella época un trabajador medio en Checoslovaquia ganaba dos coronas diarias) se podía acceder a la versión más básica del coche.
El Voiturette A tenía una estructura simple en marco de escalera a la que se acoplaban dos ejes rígidos elaborados con suspensiones elaboradas a partir de muelles de ballesta semi-helípticos.
Montaba sobre el eje delantero un motor bicilíndrico de 1 litro de capacidad y refrigerado por agua, con los dos cilindros dispuestos en una V a 50 grados. Esta mecánica entregaba 7 CV (5,2 kW) de potencia máxima y estaba acoplada a una transmisión automática de tres relaciones de marcha con la caja de cambios unida mediante un embrague cónico cubierto de cuero. Por lo general, la potencia se transfería mediante un árbol de transmisión al eje trasero, aunque también hubo versiones del modelo en las que opcionalmente la entrega de potencia llegaba a las ruedas traseras mediante cadenas.
Pese a tan escasa potencia, el Voiturette A se desplazaba con cierta agilidad, dado que el peso a mover no era excesivo. Su mecánica de 7 CV podía desplazar los 465 kilos de peso del vehículo a velocidades de hasta 40 km/h. Y todo ello con un consumo ciertamente “reducido” para lo que se estilaba en la época 4 kilos de gasolina (en aquella época el combustible todavía se medía en kilos debido a la diferente densidad y calidad del combustible) cada 100 km.
Mayor problema que desplazarse suponía detenerse. Para frenar, los ingenieros de Laurin & Klement dispusieron de un freno que actuaba directamente sobre el árbol de transmisión y de una palanca manual que accionaba los tambores dispuestos en las ruedas traseras. Como detalle original para la época, el Voiturette A también llamaba la atención por incorporar en algunas de sus versiones en vez de las ruedas elaboradas con radios de madera unas originales ruedas dotadas de radios de metal.
Los clientes de Laurin & Klement también podían optar por elegir la configuración del habitáculo en función de sus gustos y necesidades. Así, podían elegir entre disponer de dos asientos individuales o de una banqueta corrida. La lista de opciones extra también permitía disponer de iluminación, techo cerrado y diferentes detalles en el equipamiento interior, junto con la posibilidad de elegir el color de terminación del acabado exterior entre los colores rojo, verde, azul y blanco.
El éxito alcanzado con la comercialización del Voiturette A (se llegaron a construir 44 unidades entre 1905 y 1907 en la factoría de Mlada Boleslav) permitió a Laurin & Klement sentar las bases de su negocio y favoreció su posterior crecimiento. El fabricante checo amplió rápidamente su gama de modelos con nuevos vehículos dotados con motores de dos cilindros y con el Type FF que lanzaría en 1907, este ya con motor de ocho cilindros en línea, así como con nuevos turismos, vehículos comerciales y coches de competición, con los que lograría importantes éxitos. Su desarrollo fue rápidamente reconocido en Checoslovaquia y más allá de sus fronteras. La marca fue la elegida por la monarquía Austro-Húngara para sus automóviles y rápidamente se hizo con el control del segmento de los Voiturettes. En 1908, más del 90 por ciento de las unidades vendidas en este segmento las fabricaba Laurin & Klement.
Del L&A Voiturette A de 1906 se conservan apenas cinco ejemplares conocidos —todas ellas en posesión de un mismo coleccionista privado checo— además de la unidad existente en la exposición permanente del Museo Skoda.
El L&K Voiturette A estará acompañado en la caravana por otros modelos emblemáticos de la marca durante su trayectoria como fabricante de automóviles. “En esta caravana única, hemos juntado doce de los modelos más importantes de ŠKODA, cada uno de los cuales ha marcado referencias en su segmento y para nuestra compañía. Encarnan la pasión, la creatividad y las competencias en ingeniería de los empleados de ŠKODA, que siempre han puesto a los clientes y sus necesidades en el centro de sus actividades y que, a través de su trabajo, siguen insuflando vida en la esencia de marca de ŠKODA, “impulsada por la inventiva” hasta el día de hoy – 125 años después de la fundación de la compañía”, afirma Bernhard Maier, presidente del Consejo de Dirección de Skoda Auto.
La primera generación del Superb (1934 a 1949), el Popular Monte Carlo (1936 a 1939), el Felicia convertible (1059 a 1964), el 1000 MB (1964 a 1969), el Trekka (1966 a 1972), el 110 R Coupé (1970 a 1980), y, de los últimos 30 años, el Favorit (1987 a 1994), la primera generación moderna del Octavia (1966 a 2010), el Yeti (2009 a 2017) y el más reciente Skoda Scala (1918-). Todos ellos también estarán acompañados por una unidad camuflada del Skoda Enyaq iV, el nuevo modelo eléctrico que tras el verano será presentado al público y cuya comercialización está prevista para el primer trimestre del 2021.