Listo para producir en serie. Bugatti ha cumplido la promesa realizada con motivo de su 110 cumpleaños en el Salón de Ginebra de 2019 y acaba de anunciar la entrada en producción del Bugatti Baby II, una atractiva reedición del Bugatti Baby clásico de 1926 que la marca francesa ha desarrollado en colaboración con la empresa “The Little Company”.
El Bugatti Baby II es una réplica del modelo original de 1926 que en su día el propio Ettore Bugatti construyó a partir de un Type 35 para regalárselo a su hijo pequeño Roland en su cuarto cumpleaños. Inicialmente, Bugatti construyó un modelo único y exclusivo, pero los comentarios de cuantos acudían a la factoría de Molsheim fueron tan favorables que Ettore Bugatti se decidió finalmente a realizar una pequeña serie de unidades del modelo. Su éxito fue realmente sorprendente, consiguiendo permanecer en el mercado entre 1927 y 1936.
Y de igual modo que en su día los mayores quedaron encantados con el coche del pequeño Bugatti, ahora el renacido Baby II también ha cautivado a cuantos ya han tenido la oportunidad de conducirlo durante sus fases de diseño y pruebas, quienes han definido al nuevo modelo “más como un adolescente rebelde que como un simple bebé”, según comenta el comunicado de Bugatti.
La marca francesa anunció durante la presentación del Bugatti Baby II una producción en serie de 500 unidades y todas ellas fueron vendidas prácticamente de inmediato durante el Salón de Ginebra de 2019, demostración clara del éxito alcanzado por la idea de Bugatti. Sin embargo dado el tiempo transcurrido desde entonces, muchas cosas han cambiado y finalmente algunos clientes han renunciado a cumplir con sus reservas quedando por tanto algunas unidades todavía por adjudicar.
“Ettore Bugatti ya estaba interesado en atender a los hijos de los entusiastas de su marca y por eso diseñó el Type 52 en miniatura como si se tratara de un auténtico Bugatti de tamaño natural. En aquel momento aquello fue toda una sensación”, afirma Stephan Winkelmann, presidente de Bugatti. “Y ahora —continúa— continuamos esta tradición con la nueva edición del Bugatti Baby II, un modelo con el que invitamos a una generación joven de entusiastas a enamorarse del maravilloso mundo de Bugatti “.
A diferencia del primer Bugatti Baby de los años 20 del pasado siglo, esta nueva reinterpretación del modelo está desarrollada para ofrecer mucho más a sus propietarios, tanto en lo que se refiere a su tamaño como muy especialmente en lo concerniente a su rendimiento sobre el asfalto. El Baby Bugatti de 1926 que Ettore regaló a su hijo era una réplica al 50 por ciento del tamaño del Type 35, el vehículo que le dio fama a la marca en la década de los años 20. Un chico de 8 años de hoy tendría serias dificultades para adaptarse al espacio interior del coche, mientras que si la escala fuera al 75 por ciento del tamaño del original, chicos de 14 o más años también podrían disfrutar del uso del coche, razón por la cual el Baby II se ha elaborado a este tamaño.
Así, los ingenieros y diseñadores actuales de Bugatti han creado tres versiones distintas del coche: Modelo Base, Modelo Vitesse y Modelo Pur Sang. Todas ellas cuentan en su base rodante con un tren motriz dotado de diferencial de deslizamiento limitado, frenos hidráulicos de alto rendimiento y distintos modos de conducción seleccionables por el conductor.
La primera de ellas es el modelo más básico de la serie. Su carrocería está elaborada en materiales plásticos composite de gran resistencia y ligereza y para poder desplazarse cuenta con un pequeño motor eléctrico cuya energía procede de una batería de 1,4 kWh de capacidad. Esta versión cuenta con dos posibles modos de conducción: Novato, cuya velocidad máxima está limitada a 20 km/h y Experto, en el cual el coche alcanza los 45 km/h. La limitación de la velocidad se consigue gracias a la limitación en la entrega de potencia del motor, a 1 kW (1,3 CV) el primer caso y a 4 kW (5,4 CV) en el segundo la autonomía de esta variante del Baby Bugatti es de 25 km y la marca ha previsto para ella un precio de venta de 30.000 euros.
La segunda variante es el denominado Modelo Vitesse. Cuenta con una carrocería elaborada íntegramente en fibra de carbono y su mecánica eléctrica se alimenta de la energía acumulada en una batería de 2.8 kWh. Su rendimiento es por tanto mayor que el del Modelo Base, y para ello su tren motriz ha sido mejorado respecto de la anterior con la adición del sistema Bugatti Speed Key que la marca francesa monta en algunos de sus modelos, como por ejemplo en el Chirón, eso sí, convenientemente adaptado a las prestaciones de cada modelo en concreto. Este sistema actúa sobre el diferencial desbloqueando la limitación de su funcionamiento, gracias a lo cual el Modelo Vitesse entrega hasta 10 kW (13,4 CV) de potencia, suficientes para desplazar los 230 kg que pesa el coche junto con los adicionados por su pasajero.
Esa potencia se transfiere al eje trasero del vehículo, en el cual los neumáticos Michelín podrán alcanzar una velocidad máxima de 70 km/h. En función de la tracción y del peso del pasajero, el Bugatti Baby II puede pasar de 0 a 60 km/h en apenas seis segundos. Con la capacidad de carga de su batería, esta variante del Bugatti Baby II ofrece una autonomía superior a los 50 km. La cifra puede parecer insuficiente ante el elevado placer que la conducción del modelo ofrece, pero lo cierto es que en caso de agotarse no hay problema alguno, pues la batería es fácilmente reemplazable por otra completamente cargada en apenas unos segundos, con lo que en continuar con la diversión durante otros 50 kilómetros más no se tarda ni la mitad del tiempo que lleva pararse a tomar un café o comprar un periódico. El precio de venta fijado por Bugatti para el modelo Vitesse es de 43.500 euros.
Y llegamos a la tercera y última variante, la Modelo Pur Sang, es la pensada e ideada para ofrecer la mayor satisfacción posible a los verdaderos coleccionistas. Está dotada con la misma base motriz del modelo Vitesse, pero cuenta con importantes cambios respecto de las otras dos. La carrocería del Pur Sang está elaborada íntegramente en aluminio y se ha esculpido de manera artesanal, completamente a mano y recurriendo a las mismas técnicas que tradicionalmente se utilizaban en el atelier de Bugatti durante aquellos primeros años de producción para elaborar los Bugatti Type 35 originales. Cada unidad precisa para ello de unas doscientas horas de trabajo puramente artesanal. El Baby II modelo Pur Sang monta la misma mecánica que la variante Modelo Vitesse y dispone de los mismos modos de conducción (Novato y Experto). Su precio es de 58.500 euros.
En cuanto a las sensaciones que aporta el manejo del Bugatti Baby II, Ettore Bugatti buscó que su original Baby I fuera capaz de trasladar las emociones que el Type 35 ofrecía a sus clientes. Y ahora el Baby II trata de replicar las que ofrecía su predecesor. Para ello, los técnicos de Bugatti escanearon digitalmente el vehículo original en posesión de Lyon GP, que aún mantiene la geometría y suspensión originales. El resultado es una conducción tan auténtica como entusiasta cabría esperar. Aún así, se han añadido algunas mejoras en esta reedición del modelo para hacer su uso más cómodo y seguro. La más importante es sin duda la adopción de un sistema de amortiguación variable moderno, elemento que permite a los usuarios adaptar a su gusto el manejo del coche , aunque ello signifique claramente alejarse de las posibilidades que en su día ofrecía el Type 35 y, consecuentemente, el Bugatti Baby I.
También se han introducido otros cambios, aunque su importancia es claramente inferior. Así, el indicador de presió de combustible original del Type 35 es ahora el indicador de carga de la batería y, en claro guiño al Bugatty Veyron, el indicador de aceite se ha convertido en el indicador de potencia. Igualmente, el pedalier es ajustable, lo que facilita el uso del coche a diferentes edades, y están mecanizados. Y el volante, de cuatro radios, permite su elevación para facilitar una mejor adaptación del conductor por la misma razón.