Si Rolls Royce renueva su modelo de mayor éxito en la más que centenaria historia de la marca, sin duda lo primero en lo que piensa no es únicamente en actualizarla mecánicamente y en cuanto a sistemas de seguridad y ayuda a la conducción disponibles, también lo hace en su principal característica: el lujo. Así, la renovación del Ghost sitúa a este modelo aún más allá de las ya de por sí elevadas cualidades y características que ya hicieron de este modelo el más lujoso del mundo y establece nuevos estándares en cuanto a opulencia sobre un automóvil se refiere.
Al menos eso es lo que ha procurado hacer Rolls Royce en su nuevo Ghost, ahora tendrá que ser el mercado el que considere si el fabricante británico integrado en el Grupo BMW ha acertado en su nueva definición del máximo lujo o no. Para lograrlo, durante los últimos diez años Rolls ha escuchado atentamente todas los comentarios y las peticiones que sus exclusivos clientes han realizado sobre el coche y ha tratado de plasmar todas sus demandas en el nuevo modelo convirtiéndolas en nuevos estándares para el mismo y lograr así que durante los próximos diez años la nueva definición del Ghost siga atrayendo su atención.
Sin necesidad de tener que ceñirse a las limitaciones que las plataformas utilizadas anteriormente para la base del modelo, los ingenieros y diseñadores de Rolls han podido desarrollar toda su creatividad a partir de una nueva plataforma que se estrena en el Ghost y que se combina con la nueva arquitectura de aluminio que se emplea en los Phantom y Cullinam, lo que les ha permitido disponer de una base de trabajo perfecta para dotar al modelo de cuantas demandas estéticas y mecánicas solicitaban los clientes de la primera generación del modelo. El resultado: una nueva propuesta en la que la excelencia en materia de rigidez del conjunto, dinámica y sensación de equilibrio con el coche en movimiento y, muy especialmente, acústica y sonoridad percibida alcanzan nuevos límites nunca antes conseguidos.
Para ello, la suspensión del coche ha sido revisada y rediseñada, adoptando un eje trasero de cinco brazos que ahora ya cuenta con la misma tecnología de suspensión neumática autonivelante antaño dispuesta ya en el eje delantero, y que añade un muy gratificante efecto Magic Carpet Ride, (alfombra mágica) que además del nombre de uno de los grandes éxitos del grupo canadiense Steppenwolf hace que parezca que el Ghost flote sobre el asfalto absorbiendo los baches e irregularidades existentes en la carretera gracias al eficaz funcionamiento de la muy eficaz y sorprendente suspensión neumática autonivelante que va leyendo la carretera para ir adaptando e inclinando el coche de modo que este supere el bache o la dificultad sin que en el interior del habitáculo los ocupantes del mismo lo perciban. En Rolls Royce se conoce al sistema como el Planar Suspension System.
Este sistema recurre en el eje delantero del Ghost a una arquitectura de suspensión de dobles triángulos superpuestos y amortiguadores electrónicos. Igualmente incorpora un amortiguador adicional dispuesto en el triángulo superior. El sistema está asociado a una cámara que va leyendo la carretera y proporcionando valiosos datos al software del Planar Suspension Systeme. Datos gracias a los cuales electrónicamente va regulando en continuo los reglajes de la suspensión para lograr que el coche viaje lo más plano posible y se adapte en todo momento a las irregularidades del asfalto sin que los pasajeros las perciban.
El eje trasero de cinco brazos también funciona de igual manera y se incorpora al sistema de suspensión neumática autonivelante, pero lo hace además con una importante novedad: ahora dispone de ruedas directrices. Esto no solo redunda en una mayor calidad y confort de marcha incrementando el efecto “alfombra mágica”, sino que redunda en un mejor comportamiento del coche en movimiento aportándole una importante ganancia en cuanto a agilidad y maniobrabilidad, especialmente a bajas velocidades.
Para alcanzar estos hitos, el nuevo Ghost ha empezado por redefinir sus dimensiones. Crece en longitud, ya que con sus actuales 5,55 m es ahora 9 cm más largo, y disfruta de una distancia entre ejes de nada menos que 3,3 metros, También es ahora más ancho, donde añade 3 nuevos centímetros para alcanzar los 1,98 metros de anchura, y eleva su altura hasta los 1,567 m.
En cuanto a la imagen del coche, en el centro de diseño de Rolls Royce han dotado al nuevo Ghost de un estilo tanto exterior como interior muy limpio en cuanto a líneas y formas se refiere. El nuevo Ghost mantiene un claro aire de familia con otras realizaciones de la marca, muy especialmente en cuanto a elegancia se refiere. Sencillo y minimailista, sin artificios estéticos de ningún tipo, los diseñadores han conseguido que la imagen del nuevo Ghost fluya limpiamente en el aire mientras avanza por el asfalto, con una imagen frontal poderosa e impactante donde la clásica parrilla de la marca, con el Espíritu del Extasis levantando el vuelo sobre el borde del capó centrado sobre ella. En este escenario, las ópticas frontales presentan comparativamente a la parrilla un tamaño reducido que proporciona mayor empaque y fuerza a la poderosa imagen del coche. Las luces combinan las tecnologías LED y Láser y proporcionan más de 600 m de alcance,
En la vista lateral, lo primero que llama la atención son las puertas del coche. Las traseras se abren de forma inversa a lo habitual, lo que favorece tanto el acceso como la salida del vehículo a los pasajeros y proporciona un detalle más de elegancia al disponer en una misma posición centrada y con los tiradores de ambas puertas muy juntos. A esta imagen de elegancia también se suma igualmente la posición de los espejos retrovisores, anclados a la carrocería del coche en los hombros de ambas puertas delanteras en una posición algo más retrasada de lo habitual en lugar de aprovechar el habitual espacio en la esquina del cristal.
Por último, un elegante perfil cromado bordea la zona acristalada con un arco superior que va ganando en grosor a medida que progresa hacia una zaga donde lo primero que se aprecia es la fuerte inclinación de la luneta trasera, posición que contribuye a hacer más fluidas y elegantes las líneas del coche.
La zaga del Ghost mantiene la misma limpieza de líneas del resto del conjunto. Destacan las dos amplias salidas de escape situadas muy en los extremos y el elegante perfil cromado situado en la zona superior del plano trasero del portón donde el logotipo de la marca británica encuentra su lugar.
En el interior, al que se accede a través de las puertas de apertura y cierre automático con asistencia eléctrica como en el Phantom, el estilo minimalista y fluido se mantiene en las líneas de diseño en la que además de la habitual riqueza de materiales empleados destaca igualmente la llamativa nueva fascia del salpicadero con el nombre del coche inserto sobre un universo de adiamantadas estrellas en el lado del pasajero y la amplia pantalla del sistema de infoentretenimiento inserta en la posición central sobre la ancha consola.
Entre los aspectos que han sido mejorados a petición de los clientes de la primera generación del Ghost se encuentra tanto la climatización como el sistema de filtración y purificación del aire en el interior del habitáculo. Para ello, el nuevo Ghost incorpora el sistema Micro Environment Puirification System (MEPS), que añade un conjunto de mejoras en cuanto a sistemas de hardware y software, entre los cuales se incluyen nuevos sensores de altas capacidad para detectar impurezas y programas para cambiar de forma automática las tomas de aire fresco y regular la recirculación del mismo si se producen niveles de partículas contaminantes en el aire que así lo aconsejan.
Tecnológicamente hablando, el nuevo Ghost también es el modelo más avanzado que la marca británica del Grupo BMW ha producido. A los elementos de su equipamiento ya descritos hay que añadir otros como los sistemas de asistencia de visión diurna y nocturna para la conducción, o el sistema de cuatro cámaras y visión panorámica que facilita un mayor control del contorno y posición del vehículo. Cuenta igualmente con control de crucero activo, sistemas de advertencia de colisión, de tráfico cruzado, de cambio de carril y de salida de carril, y con pantalla de visualización frontal de alta resolución, hotspot Wifi de acceso permanente, asistentes de aparcamiento automáticos y con los más avanzados sistemas de navegación e infoentretenimiento disponibles en el mercado.
Todo ello se ve igualmente coronado con los mejores equipos de sonido Hi-fi, como el Bespoke Audio con hasta 18 altavoces y 1300 vatios de potencia, que proporcionan una experiencia a bordo realmente única gracias a la acústica lograda por los ingenieros de la marca. Y es que la excelencia alcanzada en este aspecto en el habitáculo del Ghost ha sido tan elevada que el resultado es un habitáculo tan extremadamente silencioso que incluso puede representar una experiencia marcadamente desorientadora tanto para el conductor como para el resto de pasajeros. En este sentido, los ingenieros tuvieron incluso que crear un leve y suave susurro que sutilmente la evitara.
Evidentemente, cuando hablamos de vehículos como el Ghost, el límite en su equipamiento interior únicamente lo marca el tamaño de la chequera y la imaginación de los clientes de la marca. Acabados con las maderas y cueros más exclusivos y los materiales más avanzados e innovadores están disponibles y facilitan una personalización prácticamente sin límites de cualquier unidad del modelo. Esto permite disponer de elementos tan exclusivos como el renombrado techo estrellado Starlight Headliner exclusivo de Rolls Royce en el que hasta 152 leds dibujan sobre el techo interior del habitáculo hasta más de 850 estrellas.
En cuanto a la mecánica elegida por los ingenieros para desplazar el Ghost, bajo el enorme capó delantero encontramos el exquisito y potente motor Rolls Royce de 12 cilindros en V biturbo y 6.7 litros de capacidad que entrega 563 CV (420 kW) de potencia máxima y 850 Nm de par máximo (disponibles en su totalidad desde tan sólo 1.600 rpm) que llegan al asfalto gracias a una transmisión automática de xx relaciones de marcha que transfiere el movimiento del motor a las cuatro ruedas del coche, todas ellas directrices. Gracias a esta mecánica, y pese a tener que desplazar casi 2,5 toneladas de peso en vacío, el nuevo Ghost acelera de 0 a 100 en 4,8 segundos y tiene su velocidad máxima limitada a 250 km/h.