
Del 20 al 27 de marzo próximo el único Shelby Cobra 427 Super Snake de 1966 construido personalmente por Carrol Shelby saldrá a la puja como parte de una colección privada durante el evento que la casa de subastas Barret-Jackson va a celebrar en Scottsdale (Arizona), donde otros 17 modelos de colección, entre ellos un Ford Thunderbird convertible de 1955 que fue la primera unidad del modelo que se comercializó.
El Shelby Cobra 427 Super Snake a subasta es uno de los únicos 23 roadster de competición 427 construidos en 1966 y que un año más tarde fue objeto de transformación directamente por Carroll Shelby para su uso personal.
El Cobra 427 Super Snake que se subasta fue modificado por el propio Carroll Shelby para su uso personal
Los finales de los cincuenta y los años sesenta fueron la era dorada de los roadster biplaza en el sector de automoción. Y uno de los más atractivos fue sin duda el creado “a pachas” por AC y Shelby American Cars, un icónico deportivo que se ha mantenido desde entonces como uno de los más perseguidos por los coleccionistas: el Shelby Cobra 427 Competition del que apenas se llegaron a producir un total de 23 unidades, y más concretamente, su aún más exclusiva versión Super Snake.
Casi 60 años después, prácticamente todas las unidades han desaparecido o, cuando menos, se les ha perdido la pista por completo. Pero, ¿cómo llegó una marca británica como AC a tener un modelo denominado Cobra y firmado por una figura como Carroll Shelby, el Enzo Ferrari norteamericano?
A comienzos de los años 60, Shelby vivía obsesionado por una sola cosa: desarrollar un modelo que acabara con la supremacía europea en el mundo de los deportivos. Ferrari, Bugatti o Lamborghini ponían su firma triunfo tras triunfo a la gran mayoría de las competiciones y Shelby solo soñaba con construir un deportivo “Made in América” que cambiara las victorias de continente. La suerte llamó a su puerta el día que conoció las dificultades por las que en Europa pasaba un pequeño fabricante: AC . Una marca al borde de la quiebra debido a que Bristol, su proveedor de motores, la había dejado en la cuneta. Shelby se ofreció a AC como proveedor y ese fue el inicio de una larga y próspera colaboración.
La excepcional relación que el “Enzo Ferrari norteamericano” —como llamaban a Shelby,— mantenía por entonces con Ford, le garantizaba la disponibilidad de todo tipo de motores, entre ellos un nuevo bloque que la marca del óvalo estaba preparando y cuyo proyecto Shelby conocía de antemano. Así que llegaron a un acuerdo. AC proporcionaría los chasis y Shelby les pondría los motores. En 1963, el Cobra fue perdiendo su supremacía en las carreras. Shelby intentó montarle un gran motor llamado Ford FE de 390 6.4 L. El potenciado FE Mark II fue pilotado en carrera por el histórico piloto Ken Miles, quien dijo que era un coche virtualmente imposible de conducir.
Fue entonces cuando se desarrolló un nuevo modelo, el Mark III. En colaboración con Ford, los técnicos de AC desarrollaron un nuevo chasis y el coche se rediseñó por completo de nuevo. El nuevo chasis disponía de tubos de 10,2 cm en lugar de los de 7,6 cm que montaba la anterior versión. Además, la suspensión montaba ahora muelles helicoidales y, para que el motor respirara mejor la aberturas de la rejilla frontal eran ahora notoriamente más grandes.
El motor que, por sugerencia directa de Shelby se quería incorporar ahora era un 7.0 litros, 427 pulgadas cúbicas exactas. El bloque y las cabezas de los pistones estaban elaborados en hierro de alta resistencia y para la distribución contaba con un árbol de levas en cabeza (OHV) de tan solo dos válvulas por cilindro (16 en total) accionadas por varillas y balancines y lubricación por cárter húmedo. El carburador era un Holley de 4 canales de 22,1 m³. El motor funcionaba con una relación de compresión de 11,5:1 y entregaba una potencia máxima de 425 CV (371 kW) a 6.000 rpm y un par máximo de 651 Nm desde las 3.700 rpm. Gracias a esa gran aportación, el Cobra aceleraba de 0 a 100 km/h en apenas 4,3 segundos, y cubría los 400 metros en apenas 12,4 segundos a 171 km/h. Registros brutales si tenemos en cuenta la aerodinámica del modelo. La velocidad máxima del modelo de calle era de 265 km/h, mientras que la versión de competición alcanzaba los 492 CV (362 kW) y alcanzaba una velocidad punta de 290 km/h. Con respecto a la versión de serie esta variante destinada a la competición incorporaba una transmisión manual Borg Warner de 4 velocidades Syncromesh con una relaciones de marcha muy cerradas. (1ª 2,32:1; 2ª 1,69:1; 3ª 1,29:1; 4ª 1:00:1 MA: 3,54:1).
Los ingenieros de AC también habían introducido importantes modificaciones en el chasis sugeridas por Shelby. Modificaciones como la instalación de un diferencial trasero más robusto que pudiera soportar la brutal potencia del bloque V8 que Shelby quería montar en el coche. Suspensiones y frenos también tuvieron que ser modificados y la caja de cambios tuvo que cambiar de posición para poder acoger al nuevo motor, mucho más ancho que el anterior. El ansia de Shelby por el coche era tál que incluso soñaba con él. Uno de esos sueños fue la fuente de inspiración para su denominación: Cobra, el animal con el que Shelby soñó la noche anterior a recibir el coche de pruebas despiezado, que el tardó tan sólo ocho horas en montar desde que lo recibió y lo puso a rodar sobre la pista de pruebas.
El rendimiento del coche era sencillamente impresionante. Entre las demostraciones del modelo se encuentra una en la que Shelby pegaba un billete de 100 dólares en el salpicadero. Era la recompensa que prometía a todos los clientes si aceleraban a fondo el coche y eran capaces de cogerlo. La leyenda cuenta que nadie lo consiguió jamás.
La producción del Mark III dio comienzo a principios de 1965, con dos prototipos aún sin finalizar que se enviaron a los Estados Unidos unos meses antes, en octubre de 1964. Uno se destino a desarrollar la versión de calle y el otro la denominada Competition. Se calcula que desde Inglaterra, AC envió poco más de 350 chasis a Norteamérica entre 1965 y 1966, donde Shelby ensamblaba los coches, de los cuales apenas 30 fueron unidades Competition.
El modelo obtuvo numerosos éxitos en las carreras, pero finalmente le fue retirada la homologación para competir. El AC Cobra era un coche con unas prestaciones desmesuradas, tanto era así que se cuenta que fue responsabilidad del modelo que se implantaran los límites de velocidad en el Reino Unido. En 1964, durante la preparación para las 24 horas de Le Mans, una unidad de pruebas pilotada por Jack Sears y Peter Bolton superó los 298 km/h. Esto provocó que desde el ámbito político se atribuyera la elevada tasa de mortalidad en carretera al intento de muchos por evocar los éxitos deportivos del Cobra.
Pero la versión de calle, a la que se había dotado con un motor de menor capacidad para ahorrar costes, no funcionaba comercialmente. El AC Cobra era un fracaso financiero y aquello provocó que Shelby dejara de importar coches desde Inglaterra en 1967, aunque AC mantuvo la producción del Roadster de aletas estrechas y muelles helicoidales e incluso llegó a producir en colaboración con Ford la versión AC 289 que se mantuvo en el mercado hasta 1969.
De las unidades Competition 31 quedaron sin vender y son por ello conocidas como S/C (Semi Competición). Actualmente son las mas cotizadas en el mercado y cada vez que una sale a subasta los compradores pagan por ellas varios miillones de dólares. En 2006 , el AC Cobra Super Snake de 800 CV propiedad personal del Shelby se vendió en una subasta en Arizona por 2,8 millones de euros. Y en 2019, volvió a salir nuevamente a subasta para conseguir dinero para una fundación benéfica. Se llegaron a pagar 5,5 millones de euros por él, convirtiéndose así en el deportivo americano más caro de la historia.
Ahora, Barret-Jacson ha vuelto a poner el coche de Shelby a puja en su página web, donde admite ofertas por el mismo. Identificado como el lote número 1301, el CSX 3015 (su número de chasis) fue enviado y facturado el 7 de diciembre de 1965 a Ford Advanced Vehicles como un roadster 427 Cobra Competition junto con el chasis CSX 3014 (otro Cobra Competition) y dos Shelby modelo R (los chasis 5R107 y 5R209) para realizar una gira de promoción comercial del modelo por Europa. A finales de 1966, volvió nuevamente a los Estados Unidos como un 427 Cobra Competition.
Fue en el período que va desde principios hasta mediados de 1967, cuando la unidad CSX 3015 se transformó finalmente en el Súper Snake y se reclasificó como un 427 S/C (SemiCompetition). Las razones para aquel cambio eran bastante simples. Los 427 Cobra Competition carecían de silenciadores, parabrisas, paragolpes y otra serie de elementos que impedían su utilización en carreteras abiertas. Por esta razón, muchos 427 Cobra compitieron, pero jamás llegaron a poder circular de manera legal.
Los 427 competición y SC Cobra tienen caderas y frontales diferentes. Las imágenes publicadas en la revista Road & Track de febrero de 1968 muestran claramente como el coche cuenta con las caderas y el morro de un roadster de competición 427, no de un SC. Lo que hace del CSX 3015 una de las dos únicas unidades Cobra Super Snake que fueron construidas. La otra era la que contaba con el bastidor CSX 3303 de 1967 que inicialmente fue empleada como vehículo de relaciones públicas de Shelby American y, posteriormente transformada en un Súper Snake para el actor Bill Cosby. El álbum discográfico “200 MPH” de Bill Cosby testimonia el hecho de por qué solo el actor llegó a conducirlo una única vez antes de devolver el coche de nuevo a Shelby American. Tras recepcionar el coche, Shelby American se lo vendió a S&C Motors en San Francisco, quienes luego se lo vendieron a un cliente llamado Tony Maxey, quien acabó precipitándose desde un acantilado al Océano Pacífico, hecho que marcó tanto su final como el del CSX 3303.
Comparado con un Cobra 427 Competition (con el chasis CSX 3017), el Cobra con el chasis CSX 3015 que sale ahora a la puja es un roadster de competición original y completo que aun conserva su carrocería original con el capó de aluminio “Super Snake” de 1967. Bajo dos capas de pintura (en colores negro y azul vikingo) aún se encuentra la capa original en color azul guardia en acabado brillante. El coche aún mantiene igualmente su parte trasera 427 Competition 377 con sus bombas y enfriador de aceite trasero original, así como, increíblemente, su bloque motor intacto con el código de fecha 5M17, original de 1965.
Si quieres más información sobre el coche puedes encontrarla en este enlace https://www.barrett-jackson.com/Events/Event/Details/1966-SHELBY-COBRA-427-SUPER-SNAKE-44723 . Para obtener protocolos de seguridad e información sobre la subasta de Scottsdale 2021, click here.
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