Esta edición del Dakar promete emociones fuertes. Si ya había dudas con respecto a la “limpieza” de la competición con las acusaciones del equipo Audi y otros componentes de la caravana hacia las “dotes de navegación” de Al-Attiya, la tormenta continua ahora con el perdón de la organización al piloto qatarí por el “despiste” sufrido por sus mecánicos la pasada jornada, cuando se “olvidaron” de conectar la caja negra que registra los diferentes parámetros del vehículo y permite a los comisarios comprobar que el coche, su motor y todos los sistemas funcionan acorde a las limitaciones establecidas en el reglamento.
“Es un error humano,… “ alegan tanto el equipo Toyota como su piloto. Una infracción del artículo 13.1.2 del reglamento deportivo que rige en la prueba, pero que, pese a lo indicado en el mismo, no ha sido suficiente como para descalificar de la competición al piloto y su coche dado que los comisarios y la organización de la prueba han considerado que tal medida “sería desproporcionada”, en especial porque “el piloto ha confirmado que rectificará el problema y que el coche volverá a estar conforme al reglamento para los próximos 10 días de competición”, según ha comunicado la FIA en un comunicado.
Según Jean Marc Fortín, responsable del equipo Toyota la situación vino provocada por “un error de nuestros mecánicos. Estos simplemente olvidaron conectar el colector de datos a la batería antes de tomar la salida. Como medida de precaución, los mecánicos desconectan el colector de datos de la batería cada noche para evitar posibles problemas”. En lo sucesivo el equipo japonés se ha “comprometido” a supervisar la conexión del mismo antes del inicio de cada una de las jornadas restantes.
Las polémicas con Al-Attiya, y la victoria de etapa de Carlos Sainz con su Audi RS Q e-tron, marcan la edición de este año en el Dakar
El “data logger” nombre del aparato objeto de la polémica, es el aparato que informa respecto de los diferentes parámetros del motor durante su funcionamiento. Su uso es obligatorio y el incumplimiento de esta norma está sancionado, según el reglamento, con la expulsión tanto del piloto como del coche, de la competición. La misión del “data logger” es controlar el rendimiento del vehículo y detectar posibles trampas (sobrepresión, mayores índices de potencia de los permitidos, etc). Es la única manera que los comisarios de la prueba tienen para verificar que los vehículos cumplen con las normas técnicas. Normas como por ejemplo los límites de velocidad (170 km/h), el régimen de giro del motor, la presión de sobrealimentación, etc.
Los comisarios han determinado que “en este caso” se han dado “excepcionales circunstancias” por las cuales, y sin darlas en ningún caso a conocer, han decidido tan sólo sancionar con 5.000 euros a Toyota y permitir que Al-Attiyah continúe en carrera, aunque con el apercibimiento de que una nueva infracción puede suponerle la completa descalificación de la misma.
Curioso cuando menos. Máxime cuando durante la segunda jornada el piloto qatarí estuvo luchando a brazo partido con Sebastian Loeb para ganar la etapa, aunque esta cayó finalmente del lado del piloto francés, y la última ha caído del lado del piloto español Carlos Sainz, quien busca recuperar, en una carrera contra lo imposible, el tiempo perdido en la polémica segunda etapa, cuando —también curiosamente— el único piloto de la carrera que pudo seguir correctamente la ruta de la misma fue Al-Attiyah, perdiéndose todos los demás (coches, quads, motos, … todos) en el mismo punto de la prueba por un error manifiesto en el rumbo que marcaba el rutómetro de la prueba. Cuanto menos resulta curioso que el qatarí fuera el único piloto que ni tan siquiera dudó un instante a la hora de seguir el rumbo correcto.
“Todos somos tontos menos uno”. “Si esto es lo que quiere la organización,…” “Es una pena”, comentarios de todo tipo por parte de los participantes, que mostraron todos ellos su extrañeza por la situación vivida con el rutómetro de la prueba en la segunda jornada”. El equipo Audi se ha quejado amargamente de la situación, manifestando incluso claramente que el piloto árabe contaba con “información extra” añadida al libro de ruta de los distintos puntos conflictivos del rutómetro. Sven Quandt, jefe de Audi Sport manifestó incluso la posibilidad de que el equipo de los cuatro aros pudiera apelar, decisión que finalmente no tomaron pero que, una vez que se ha producido la cuanto menos sospechosa desconexión de la caja negra de la telemetría del Hi-Lux de Al-Attiyah, bien pudiera provocar un cambio con respecto a su decisión.
En todo caso, lo que realmente Audi está ahora celebrando es la importante victoria de etapa lograda por Carlos Sainz con el Audi Hybrid en la tercera etapa. Una victoria que no sólo representa la primera victoria para la marca en esta competición en su primera participación, y la cuadragésima conseguida por Carlos en su trayectoria en la prueba. Para Carlos y para Audi esta victoria tiene un importante sabor, puesto que es la primera etapa en la historia del rally en la que un vehículo dotado de mecánica híbrida consigue imponerse.
Carlos Sainz y Lucas Cruz lograron un sufrido triunfo al volante de su Audi RS Q e-tron, en una jornada en la que sus compañeros de equipo, Stéphane Peterhansel y Mattias Ekstrom también completaron una gran jornada para el equipo de los cuatro aros al finalizar en tercera y quinta posición, respectivamente.
La victoria de Sainz es la primera de un vehículo electrificado en la historia del Rallye Dakar, toda una demostración del potencial que estas mecánicas atesoran de cara a la competición y que entra con letras de oro en el libro de honor de los hitos de la histórica prueba todo terreno, la más dura del calendario internacional.
“Estoy muy contento con esta primera victoria”, dijo el piloto madrileño. Ha sido una etapa muy bonita en la que no hemos tenido ningún problema ni hemos cometido errores. Cada día aprendemos y conocemos más este coche, y lograr el triunfo demuestra que vamos por el buen camino”. Y es que cada kilómetro que el Audi recorre es clave para la evolución del RS Q e-tron, además de una motivación extra para todo el equipo Audi Sport.
La continuidad de Sainz en la prueba, pese a la pérdida de dos horas de tiempo en la segunda jornada del raid por el polémico error ya comentado en el rutómetro de la prueba, permite al piloto español acumular importantes datos y conocimientos para Audi no sólo de cara a futuras participaciones del equipo en la prueba y para sus compañeros en la presente edición, también de cara al futuro desarrollo de los vehículos electrificados que la marca de los cuatro aros prevé comercializar en los próximos años.
En esta edición del Dakar, Audi ha apostado por participar con un sistema de propulsión ciertamente innovador, compuesto por dos unidades motrices MGU (motor + generador) procedentes de las que utiliza el equipo alemán en la Fórmula E. Ambas están acompañadas por un sofisticado sistema de recuperación de energía formado por un eficiente motor de gasolina y una tercera unidad eléctrica. Una fórmula que no sólo reduce considerablemente la emisión de gases nocivos a la atmósfera, también permite ofrecer unas elevadas y competitivas prestaciones de forma más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
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