Todo fan del motor sabe de la pasta de la que están hechos los pilotos finlandeses, nacidos por y para correr. Muchos campeonatos del mundo en sus vitrinas y diversos apodos, pero ninguno tan conocido como el de “flying finns” o finlandeses voladores.
Para entender un poco el origen de este sobrenombre hay que cambiar de deporte y volver a los años 20. Paavo Nurmi, Ville Ritola, Albin Stenroos y Hannes Kolehmainen, todos ellos finlandeses, dominaron con mano de hierro el atletismo, imparables en las distancias de fondo y medio fondo.
Década de los 60
Inevitablemente y viendo la evolución deportiva de los nórdicos hacia las cuatro ruedas, el apodo llegó al mundo del motor. El primero en acuñarlo fue Rauno Aaltonen, ganador del Rally de Polonia, perteneciente al campeonato de Europa, y campeón finlandés en 1961. Como curiosidad, Mercedes-Benz inscribió a Aaltonen como copiloto de Eugen Böhringer, algo que sólo era cierto sobre el papel, ya que el alemán pilotaba sobre asfalto, pero sobre superficies con menos “grip”, el que cogía el volante era Rauno.
Timo Mäkinen
Años después, aparecería Timo Mäkinen, compañero de Aaltonen en British Motor Corporation (BMC). Juntos serían conocidos como los “Mini finlandeses”. Allá donde iban sorprendían con su conducción, sobre todo Mäkinen, que iba a bordo de un Mini Cooper.
Llegamos a 1965, uno de los años más exitosos para la historia del rally finlandés. Aaltonen se consagró como campeón de Europa, tras ganar el RAC, y Makkinen consiguió subirse a lo más alto de podio en Monte Carlo. Por esas fechas, Simo Lampinen empezaba a darse a conocer.
Pauli Toivonen
Antes de cerrar la década de los 60, el nombre que más sonaba era el de Pauli Toivonen. Como había hecho años atrás Rauno, Pauli ganó el Campeonato de Europa a los mandos de un Porsche. Hannu Mikkola le acompañó durante su “andadura”, convirtiéndose también en el primer no africano en ganar el Rally Safari en 1972.
Tal fue el impacto de esta dinastía de pilotos que Castrol, el mítico patrocinador, decidió hacer en 1968 un documental basado en el duelo que tuvieron Timo Mäkkinen y Hannu Mikkola en el Rally 1000 Lagos (Finlandia). Si quieres verlo, puedes acceder al documental pinchando en la foto de aquí abajo.
Años 70 y 80
En esa época los finlandeses de moda eran Hannu Mikkola, Henri Toivonen, Ari Vatanen y Markku Alén. Mikkola, tras haberse unido al sueco Arne Hertz, consiguió llevarse el Campeonato Británico en 1978. A pesar de dicha hazaña, su “prime” lo alcanzaría en 1983, año en el que consiguió llevarse el Campeonato del Mundo. A día de hoy, sigue siendo el piloto de mayor edad (41 años) en haberse convertido en campeón.
Henri Toivonen
Pasamos a Henri Toivonen, que empezó su andadura en el mundo de los tramos muy joven para la época y al que le ocurrió una de las mayores tragedias de este deporte. Al principio no podía ser competitivo, puesto que la legislación finlandesa no permitía a los “L” superar los 80 km/h. En 1980, con 24 años, conseguiría su primera victoria en el Mundial, convirtiéndose en el piloto de menor edad en ganar una prueba (Jari-Matti Latvala le quitó el récord en 2008 con 21 años).
La gran tragedia llegaría seis años después, en Córcega. El 2 de mayo de 1986, mientras disputaba el Rally Tour de Corse, Toivonen perdió el control de su Lancia Delta S4 en el km siete del tramo de Corte-Taberna. Él y su copiloto, Sergio Cresto, ambos de 30 años, perdieron la vida tras caer barranco abajo. Dicho accidente provocó la suspensión de la prueba y el posterior final del Grupo B.
Ari Vatanen
Llega el turno de Ari Vatanen, considerado por muchos como uno de los mejores volantistas de la historia. A pesar de que sus primeros kilómetros fueron con un Kadett, se convirtió en campeón del WRC en 1981 a bordo de un Ford Escort RS Mk II. Vatanen destacaba por su gran habilidad para esquivar a la muerte. Un piloto que siempre iba al límite y que por eso llamaba tanto la atención. Fue cuatro veces campeón del Rally Dakar, aunque también ganó el Campeonato de Europa y el Campeonato Británico de Rally, así como la Pikes Peak, una de las subidas más famosas en el mundo del motor. Aquí puedes ver un onboard en el Rally Isla de Man de 1986, en el que Ari hace una de las suyas… (Minuto 02:01).
Markku Alén
Por último, para cerrar estas décadas, Markku Alén. Nunca fue campeón del Mundial, pero estuvo cerca (dos veces segundo y cuatro veces tercero). En 1978 ganó la Copa de la FIA. Considerado como un especialista de la grava, suma 19 victorias en el WRC y 56 podios. Es el piloto que más veces ha ganado el Rally de Portugal (5). Su legado ha continuado con su hijo, Anton Alén.
Finales de los 80 y principios de los 90
Tras unos años con un nivel de pilotaje superior, Juha Kankkunen llegaba para tomar el relevo. Dominó las carreteras durante la segunda mitad de los 80 y principios de los 90. Aunque antes de su primer campeonato hubo otro finlandés, Timo Salonen. Perteneciendo al equipo Peugeot Talbot Sport, el del Helsinki consiguió ganar 5 carreras y varios podios, lo que le permitió convertirse en campeón del mundo en 1985.
Kankkunen, al que ya le venía de familia lo de los rallys, es uno de los mejores pilotos que ha habido en el WRC. Tras haber sido campeón con los Grupo B en 1986, tuvo que adaptarse a la nueva normativa, los Grupo A, coches con menos potencia y más “seguros” que sus predecesores. La nueva categoría le vino como anillo al dedo, se amoldó rápido a los nuevos vehículos y pudo levantar tres veces más el título de campeón (1987, 1991 y 1993). A día de hoy sigue siendo el único capaz de ser el “número uno” en cuatro ocasiones con tres marcas diferentes: Lancia, Peugeot y Toyota.
Tommi Mäkinen
En la segunda mitad de los 90, la metamorfosis llegó a los rallys. Un “desconocido” Tommi Mäkinen, que pasaba completamente desapercibido en el Mundial, dio un golpe sobre la mesa. Tras unas pobres actuaciones a bordo de vehículos como un Lancia Delta HF e Integralle, Ford Sierra RS Cosworth, Nissan Sunny GTI o un Mazda 323 GTX, entre otros, Tommi se unía a Mitsubishi. La marca japonesa acababa de fichar a una perla que aún no brillaba. El finlandés demostró de lo que estaba hecho y consiguió cuatro campeonatos del WRC consecutivos (1996, 1997, 1998 y 1999). Tal fue su dominio que a día de hoy es el quinto piloto con más victorias del Mundial (24) y el tercero en campeonatos, empatado con Kankkunen y superado por los franceses, Oier y Loeb. En 2018, a pesar de estar retirado, volvió a hacer historia. Ganó el Wordl Rally Champion como director de Toyota Gazoo Racing WRT y se convirtió en la primera persona en ganar un campeonato como piloto y director de equipo.
Marcus Grönholm
Con Marcus Grönholm terminaría el legado de campeones finlandeses. Consiguió dos campeonatos con Peugeot (2000 y 2002) y, a pesar de que lo intentó, no pudo con la hegemonía de Loeb.
Los nuevos talentos
Hoy en día, después de la retirada de Jari-Matti Latvala, los principales representantes de Finlandia son Esapekka Lappi y Kalle Rovanperä. El último de éstos, es un joven piloto que sorprendió al mundo con sus videos al volante cuando era solo un niño. No lleva ni tres años “jugando con los mayores” y ya está dando de qué hablar. El primer puesto de la última prueba del WRC, el Rally de Suecia, lleva su nombre. Le queda mucha temporada por delante, pero ya han sorprendido pilotos finlandeses antes… ¿Porqué no ahora?
Un país y una bandera, un legado y una forma de conducción única, una cantera de pilotos que no para de producir. Eso es Finlandia, una de las mayores cunas de los rallys de toda la historia.
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