50 años después de su última presencia en las 24 horas de Le Mans como equipo oficial, Ferrari retornará nuevamente el próximo año 2003 a la mítica prueba del WEC para buscar el triunfo en la nueva categoría LMDh que a estas alturas ya está impulsando fuertemente el interés de las marcas por el nuevo Campeonato.
Las 12 horas de Sebring marcarán el inicio de la nueva categoría de los Hypercar, en la que marcas como Cadillac, Glykenhaus, Peugeot, Porsche y Toyota ya han confirmado su presencia en la parrilla de salida del Campeonato WEC 2023. Ferrari también estará ahí, con los monoplazas equipados con los dorsales 50 y 51, que conmemoran el retorno de la marca al campeonato después de 50 años de ausencia de manera oficial tras su abandono del mismo debido a razones económicas.
Desde 1973, el cavallino rampante no trota oficialmente por las pistas del Mundial de Resistencia como antaño lo hacía. Aquella fue la última temporada que estuvo presente en una categoría que funcionó durante largo tiempo como como caja de resonancia para la marca en muchos mercados del mundo gracias a los importantes logros alcanzados en muchas de sus míticas pruebas.
Para tratar de recuperar el brillante posicionamiento que la marca de Módena disfrutó al frente de las pruebas de Resistencia durante los años 50 y 60 e inicios de los 70 del pasado siglo, Ferrari regresa nuevamente a una de las actuales categorías de élite de la competición internacional, como es el Campeonato del Mundo de Resistencia (World Endurance Championship – WEC). Ferrari acumula un total de 22 títulos mundiales en los distintos Campeonatos del Mundo de la categoría de Resistencia (se han celebrado bajo diferentes denominaciones) y de 9 victorias absolutas en las 24 Horas de Le Mans.
Y para ello apuesta fuertemente en la nueva categoría de los Hypercar, la regulada por el nuevo Reglamento de la Categoría LMDh con su nuevo coche, el 499P. “Con el nuevo 499P nos embarcamos en un camino de innovación y desarrollo fieles a nuestra tradición que ve la pista de carreras como el terreno ideal para ampliar los límites de las soluciones tecnológicas de vanguardia que luego asumen nuestros coches para la carretera”, comentaba John Elkann, actual presidente de la marca y del Grupo Stellantis.
La denominación 499P del nuevo monoplaza de Ferrari para las LeMans Series del WEC 2023 evoca directamente la historia de la marca en el marco de las competiciones de resistencia. Al igual que en muchas ocasiones precedentes, la P designa la condición del modelo como “Prototipo”, mientras que el número previo alude a la cilindrada unitaria de su motor. Este “homenaje” al pasado no impide que el nuevo modelo sea toda una apuesta por el futuro, tanto desde el punto de vista técnico como del de su diseño.
Empezando por este último, el nuevo 499P estrenará en su presentación en las 1000 Millas de Sebring del próximo 17 de marzo una nueva decoración exterior que subrayará visualmente las históricas conexiones que el modelo mantiene con los que le precedieron 50 años antes en las parrillas del campeonato y que se han mantenido vivas tanto en los modelos de competición de Ferrari en otras categorías como en los vehículos de serie que la marca ha ido comercializando durante este último medio siglo.
Así, uno de los dos modelos inscritos dispondrá del dorsal 50 y el otro portará el número 51, curiosamente, uno de los que mayor número de éxitos acumula en toda la historia del campeonato.
Ferrari ha inscrito sus dos unidades en la nueva categoría LMDh acorde a los nuevos reglamentos técnicos elaborados por la FIA y el Automobile Club de l’Ouest (ACO), organizador de las 24 Horas de Le Mans. Esto ha llevado a Ferrari a elaborar un vehículo que es todo un manifiesto de su compromiso con la categoría y con el campeonato al que ahora retorna. El 499P, su nuevo Hypercar, es todo un compendio de innovación y desarrollo que se combina con la más fiel tradición de Le Mans y las carreras de resistencia. Para Ferrari, la participación en la alta competición, tanto en Fórmula 1 como en otras categorías como las de las carreras de Resistencia, no es sino una oportunidad de poder contar con experiencias vividas en los terrenos idóneos para desarrollar sobre la pista “soluciones tecnológicas punteras para integrar en sus coches de calle”.
Así, los nuevos Hypercar Ferrari 499P, con tracción a las cuatro ruedas en ambas unidades, cumplen con todas las nuevas especificaciones y requisitos técnicos establecidos por la FIA y la ACO para la nueva categoría LMDh. Con un peso mínimo de 1.030 kilos, ambas unidades van dotadas con una unidad de propulsión híbrida compuesta por un motor gasolina de seis cilindros en V sobrealimentado por un doble turbocompresor que entrega 670 CV (499 kW) de potencia junto con un motor eléctrico que aporta otros 270 CV (201 kW) adicionales hasta alcanzar una entrega de 940 CV (701 kW) de potencia en total. Una combinación sobre la cual se aprovechan muchos de los componentes que se emplean en los monoplazas de la escudería de la marca en el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, y es que la participación de Ferrari en esta competición abre las puertas a una mayor captación de conocimientos que la marca de Modena podría aprovechar para el desarrollo de sus propulsores.
El motor de combustión va dispuesto en posición central trasera, mientras que el eléctrico se encuentra ubicado sobre el eje delantero, al cual envía su potencia. Por normativa, el motor de combustión interna sólo puede enviar como máximo 500 kW (680 CV) de la potencia que proporciona a las ruedas. Este motor comparte su arquitectura con la de la mecánica instalada en el 296 GT3, que ha sido revisada a fondo y actualizada para la ocasión por parte de los ingenieros de la marca con el fin de alcanzar nuevas soluciones técnicas que permitieran reducir su peso y con ello el peso del 499P hasta alcanzar ese mínimo total de 1.030 kg establecido por el reglamento.
Además de sus funciones de impulsión del vehículo, el propio motor ICE cumple también funciones estructurales dentro del 499P. Se trata de un motor portante que, al contrario de lo que sucede en otros modelos que se presentan para la disputada nueva categoría de los Hypercar donde van instalados a bordo sobre un subchasis trasero que los soporta, en el caso de los Ferrari el propio bloque motor realiza importantes misiones estructurales sobre el 499P, aportando así una mayor consistencia a su presencia en el vehículo.
En cuanto al motor eléctrico, está equipado adicionalmente con un diferencial y se acciona a partir de la energía acumulada en una batería. Este conjunto conforma el denominado ERS o sistema de recuperación de energía, que es la segunda alma que impulsa el tren de motriz híbrido del 499P. Al igual que sucede en los monoplazas de la Fórmula 1, la batería se recarga mediante los procesos de deceleración y frenado del coche sobre la pista y sin necesidad de tener que recurrir a fuentes de alimentación externas al vehículo. Todo el sistema funciona con un voltaje nominal de 900 vatios y si bien se beneficia de los conocimientos adquiridos por Ferrari en su participación en la Fórmula 1, el sistema que se monta sobre el 499P ha sido específicamente diseñado y fabricado para su adaptación al coche.
Para llevar toda la potencia que genera el sistema al suelo, el tren motriz está acoplado a una transmisión dotada de una caja de cambios secuencial de siete relaciones de marcha cuyo origen diseño y desarrollo final también procede de la experiencia generada en la categoría reina del automovilismo mundial, aunque adaptada especialmente a su uso en el 499P
Ferrari no cabalga sola en este proyecto. Lo hace uniendo a sus recursos técnicos, profesionales y humanos la colaboración en materia de gestión de Attivitá Sportive GT, una consultoría que supervisa los departamentos Corse Clienti y Competizione GT de la marca, así como los circuitos de la marca en Fiorano y Mugello, bajo la dirección de Antonio Corella y la supervisión técnica de Ferdinando Cannizzo, responsable del departamento a cargo de la ingeniería y del desarrollo de los vehículos deportivos destinados a las carreras GT.
Junto a su colaboración en el apartado mecánico, también hay que contabilizar su participación en el aspecto aerodinámico y de diseño del 499P. Con el apoyo del Ferrari Styling Center bajo la dirección de Flavio Manzoni la silueta del coche ha mejorado con la adopción de las formas simples y sinuosas que el viejo “manual” de diseño Ferrari implícito en el propio ADN de la marca permite definir sus formas. El resultado es un coche de formas equilibradas, con una acertada combinación de líneas tensas y superficies fluidas en un diseño que expresa un lenguaje de futuro tan puro como icónico como el que habitualmente ofrecen los modelos de Ferrari.
La carrocería parte de una superficie plana a partir de la cual surgen de forma armoniosa tanto sus imponentes guardabarros laterales como sus voluminosos pasos de rueda, elementos que ayudan a encauzar los flujos aerodinámicos hacia las vainas laterales que configuran los huecos habilitados entre las principales crestas que se configuran alrededor de la superficie de la cabina de conducción y que ayudan a enfriar los distintos radiadores que se encuentran ocultos bajo la carrocería en distintas partes del coche. El estilo habitual de los diseños de Ferrari se percibe claramente en las grandes lamas que se configuran sobre la superficie de los pasos de rueda y que contribuyen a reducir la presión del aire que se acumula bajo ellos, o en los grupos ópticos delanteros, que aportan al frontal del coche el habitual carácter y expresividad a los que los morros de Ferrari nos tienen acostumbrados. Todo ello aderezado con sutiles referencias a rasgos de estilo presentes en modelos de la marca cuyo estreno se produjo en el Daytona SP3.
Tecnología, aerodinámica y diseño tienen su máximo foco de expresividad en la trasera del 499P, donde una sutil piel de fibra de carbono cubre los componentes cuya función en estas materias es decisiva. Tan sólo las ruedas y las suspensiones quedan libres de ella de manera visible. Sobre la zaga, destaca imponente el doble alerón horizontal de gran tamaño, en el que tanto el alerón principal, como los flaps superiores se han diseñado meticulosamente tras largas horas en el túnel del viento para garantizar la obtención de la mayor carga aerodinámica posible que facilite alcanzar el máximo rendimiento del vehículo sobre el asfalto de los circuitos.
En el alerón inferior, la inserción de una barra lumínica de estilo minimalista ayuda a enriquecer su diseño. Sobre el techo de la cabina de conducción, una entrada de aire múltiple favorece tanto la respiración como la refrigeración del motor V6, suministrando igualmente aire frio a la batería y a la caja de cambios para ayudar a rebajar su temperatura de funcionamiento.
El 499P incorpora soluciones constructivas que se encuentran claramente a la vanguardia de la la tecnología disponible tanto en la alta competición como en la industria del motor. Así, por ejemplo, la geometría de la suspensión es de tipo varilla de empuje con doble horquilla, lo que proporciona al coche unas sobresalientes cualidades en cuanto a la rigidez y firmeza de las suspensiones se refiere. Esto proporciona unos más que interesantes beneficios cuando el coche circula a velocidad máxima sobre la pista y que se dejan notar especialmente al afrontar las curvas y giros en el trazado del circuito. Sensaciones que, convenientemente aderezadas con los sistemas electrónicos permitidos por el reglamente y embarcados a bordo contribuirán a potenciar su rendimiento y prestaciones.
Y no menos sofisticado resulta el sistema de frenado. A partir del necesario sistema brake-by-wire que facilita la recuperación de la energía cinética generada por el movimiento del coche sobre el asfalto los ingenieros de Ferrari han introducido variaciones en el mismo para mejorar la combinación de precisión y velocidad de respuesta del sistema en combinación con su necesaria fiabilidad y durabilidad, aspectos clave en las competiciones de resistencia.
Ferrari ha dado a conocer su nuevo vehículo para el WEC 2023 en el circuito de Imola con motivo de la celebración de las finales internacionales de las Ferrari Challenge Trofeo Pirelli 2022 celebradas este pasado fin de semana. Todo un espectáculo en el que además los aficionados y seguidores de la marca presentes en el circuito pudieron contemplar las unidades del nuevo 499P.
Lo que aun se desconoce por completo es el nombre de los pilotos que se pondrán al volante de ellas durante el próximo campeonato. Por el momento no ha trascendido el de ninguno de las dos formaciones de pilotos que tratarán de llevar los 499P número 50 y número 51 a lo más alto del cajón tanto en las distintas pruebas del Campeonato de Resistencia 2023 (WEC) como en las 24 horas de Le Mans´, aunque uno de ellos bien podría ser el español Miguel Molina, piloto de larga experiencia en las categorías de los GT y del WEC y quien ya ha tenido oportunidad de probar el futuro Hypercar de la marca durante distintas fases de su desarrollo, obteniendo buenos cronos y resultados en los test de pruebas efectuados por Ferrari.
En todo caso, si hemos sido capaces de esperar 50 años para que Ferrari vuelva a las 24 horas de Le Mans, seguro que podemos esperar algunas semanas o meses mas para conocer quienes serán los encargados de ponerse a su volante para tratar de llevar al 499P a lo más alto del cajón.
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